
El Látigo está formado por un largo mango de un metro al que está fijado una gruesa extensión de cuero o correa resistente. Esta correa esta generalmente hecha con piel o tripas. No son convenientes ni la cuerda ni otros materiales fibrosos. Los mejores látigos del Imperio son importados y están hechos de piel de rinoceronte, aunque el intestino de troll es una buena elección.
Descripción[]
Los látigos infligen un daño insignificante al atacar, pero con el que se puede atrapar a los adversarios. En manos de un usuario experimentado el látigo puede convertirse en un arma muy peligrosa.
Los látigos suelen ser empleados principalmente por domadores o criadores de animales, y apenas son usadas en las batallas, aunque son usadas con gran profusión por los Señores de las Bestias tanto de Karond Kar como los Señores de las Bestias del Clan Moulder, ya que les sirven tanto para adiestrar, controlar y azuzar a las salvajes bestias y monstruos que tanto los ejército Elfos Oscuros como Skavens emplean en el campo de batalla. Suelen mejorar sus látigos para que inflijan más daño y dolor, convirtiéndolos en armas aún más mortíferas.
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Apócrifo 1 (1ª Ed. Rol), pág. 36.
- Warhammer Fantasy JdR 1ª Edición.
- Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición, pág. 111.
- Ejércitos Warhammer: Skavens (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (7ª Edición).