Conocido como Gulgraz Krannak en el idioma de los Enanos, el Kraken Negro es una maravilla de la tecnología, hecha posible sólo gracias a las más oscuras y extrañas formas de ciencia.
Como bien indica su nombre, la nave de Tordrek Hackhart tiene la forma de un monstruoso cefalópodo metálico. Los tentáculos articulados le confieren un aspecto siniestro al ya de por sí esotérico sumergible. Con una distribución irregular del motor, es posible apreciar sus palas metálicas protegidas bajo su "abdomen".
Descripción[]
El Kraken Negro no tiene (ni necesita) más que un único tripulante: el propio Tordrek. Desde la sala de control, lleno de cables y diales e iluminada por filas y filas de crepitantes orbes verdes, Tordrek maneja su nave enredando de un nido de palancas y zarcillos segmentados que se retuercen y se aferran a él. Brotando de su barbilla hay un nido de cables mecánicos y enchufes colgantes, como una extraña reminiscencia de una barba.
El antaño orgulloso Enano ya no es un ser mortal, pues los poderes oscuros lo reclamaron hace ya muchas lunas. Pese a eso el Kraken Negro dispone de sus propias defensas, pues se trata de una criatura viva, poseída por una inteligencia impía que se alimenta de los actos de destrucción gratuita. Tal vez nunca llegue a saberse qué pactos demoniacos estableció Hackhart desde que él y su máquina fueron expulsados del Gremio de Ingenieros de Barak Varr, a fin de dotar a su barco de una inteligencia tan desarrollada y maligna, pero su eficacia está más allá de toda duda.
Los tentáculos metálicos están hechos de Gromril, y cada segmento con púas tiene el tamaño de una casa. Estos abominable apéndices que surgen de su proa son capaces de atrapar a los tripulantes de las naves enemigas, o de constreñir a un galeón hasta hacer estallar su casco y reducirlo a astillas. De hecho, son lo suficientemente fuertes como para aplastar a un Acorazado Enano sin problemas.
Los pocos Marineros que han visto al Kraken Negro en acción y han sobrevivido para contarlo hablan de innumerables baterías de cañones, que están dispuestas a lo largo de todo su casco metálico y son capaces de disparar tanto munición convencional como torpedos o minas explosivas.
Además, Tordrek dispone de un arma secreta de la que nadie sabe nada, pues reserva su uso exclusivamente para aquellas acciones en las que logra localizar y atacar a una de las naves que integran la flota de Barak Varr. El Capitán Hackhart llama a este ataque "el Mordisco del Kraken": una enorme perforadora con cabeza de diamante que surge de pronto por entre la masa de tentáculos de la bestia metálica, y que está diseñada para atravesar los cascos blindados de los más resistentes barcos fortaleza Enanos. En particular; el casco de uno de ellos...
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Imágenes[]
Fuentes[]
- Manual de Dreadfleet, pág. 67.
- White Dwarf 198, pág. 25.
- Novela Dreadfleet, por Phil Kelly.
- Capítulo 2.
- Capítulo 10.
- Capítulo 17.