Kleindorf está situado alrededor del Río Frisch, un afluente del Río Reik, cerca de la ciudad de Grünburgo y a unos 110 kilómetros de Altdorf. La mayor parte del Imperio está cubierta de enormes zonas de bosque sin civilizar, habitado por todo tipo de criaturas salvajes y poco amistosas (grandes osos, goblins y hombres bestia), los pueblos suelen estar protegidos por algún tipo de muro defensivo y/o foso. El pueblo de Kleindorf es lo bastante afortunado como para tener ambas cosas. La protección se consigue gracias a una combinación de muros secos, empalizadas de troncos y cercas de estacas, muy poco como para detener un ataque organizado, pero lo suficiente como para retrasar los ataques de bandidos y mantener fuera a los animales salvajes.
El número de habitantes en Kleindorf es de 74 habitantes, comprendiendo 31 mujeres adultas, 27 hombres adultos y 16 niños. No existe administración o gobierno formal, es el Consejo de la cercana ciudad de Grünburgo en quien confía el pueblo para su producción y para conseguir mercados, fijar impuestos y demás. El pueblo realiza reuniones según precise, bien en el templo del pueblo (dedicado a Sigmar Heldenhammer) o la Taberna Haywain. Los lugareños más antiguos y adinerados presiden las reuniones, normalmente Herr Braun, el molinero del pueblo, o Frau Weisskopf, la sacerdotisa del templo.
Este pueblo no tiene una milicia organizada, pero la milicia de Grünburgo a veces precisa de sus habitantes para proporcionar soldados en lugar de obligaciones monetarias. Para defender Kleindorf, cada familia se turna para proporcionar un guardia para las dos puertas del pueblo, situadas en el único camino real.
Lugares de Interés[]
Además de la taberna y algún templo decrépito, el pueblo goza de un molino de trigo movido por una desvencijada noria, tres grandes granjas, varios artesanos, un herbalista y un pescador. La mayoría de los edificios están construidos según el estilo típico de Reikland: techos en parte de madera y teja y excusados y casas anejas de madera. Los otros habitantes del pueblo son una combinación de pescadores, pequeños propietarios y algún leñador, cazador, etc..
La Taberna Haywain[]
La taberna Haywain está a un lado del pueblo y justo al lado del estrecho puente de piedra sobre el Frisch. Es similar en distribución a la posada típica, pero no está tan bien mantenida o amueblada. Hay establos para media docena de caballos y varias habitaciones para los nuevos viajeros que pasan por aquí. Los precios están por debajo de la media, pero también lo está el servicio. La cerveza se hace a petición, y la comida es casera, producida aquí. El personal se compone de Herr Obers, su mujer, dos hijas y un viejo criado.
Las Chozas de los Artesanos[]
Situadas entre el prado del pueblo y su encantador estanque de carpas están las chozas de los artesanos que albergan a un herrero, un carpintero/carretero, un curtidor y un peletero.
Las Granjas[]
Las tres grandes granjas del pueblo albergan a las familias más grandes y adineradas de la comunidad: los Bruckner, los Hildebrand y los Düber. Cada familia posee diverso ganado, incluyendo algunas vacas, media docena de ovejas, dos o tres cabras y una docena o así de pollos. Los Hildebrand también tienen cuatro caballos. Además, cada familia cultiva varios campos situados a ambos lados de los muros del pueblo.
El Molino[]
Herr Braun es el molinero local y supervisa la muela del trigo cultivado por los granjeros Kleindorf y los labriegos del lugar. Una figura alegre y rolliza muy respetada por los lugareños, tiene un profundo interés por los asuntos de todo el vecindario.
El Templo[]
El otro edificio digno de distinción en Kleindorf es el templo de piedra dedicado a Sigmar Heldenhammer. Su sacerdotisa es la envejecida Frau Weisskopf y hay dos muchachos del pueblo que la ayudan. Estos dos muchachos consideran la educación que les proporciona como un billete a cosas más excitantes en la gran ciudad.
La Almenara[]
Hay una pequeña almenara encima de la única elevación importante de Kleindorf, y si los rumores lo aconsejan, el pueblo situará aquí a un vigía para avisar de problemas que se acerquen: sin embargo, la mayor parte del tiempo no está ocupada.