Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Kharibdyss imagen

Los Kharibdyss son unas bestias abominables de las ignotas profundidades del mar, a las que rara vez se ha visto en tierra, excepto cuando los Elfos Oscuros provocan a uno para ir a la guerra. Un número incontable de estos horrores primigenios agitan las profundidades turbias frente a la costa occidental de Naggaroth, saciando su hambre con las criaturas tan necias como para cruzarse en su camino. En ocasiones, se avistan Kharibdyss en las islas accidentadas de la costa occidental de Naggaroth, con sus tentáculos retorciéndose en el cieno y la espuma de mar cuando la bestia caza sabrosos bocados.

Los Señores de las Bestias de Clar Karond codician a los Kharibdyss como un tesoro incalculable aunque solo los muy ricos adquieren uno. Hasta un ejército de Elfos Oscuros sería presa fácil de esta criatura en su entorno, y solo las Hechiceras logran atraer a un Kharibdyss a la superficie para que un Señor de las Bestias lo capture y someta a su voluntad. 

Muchos Señores de las Bestias alardean de haber domado a un Kharibdyss, pero en verdad la criatura necesita poco para ir a la batalla. Es una bestia brutal y torpe y ataca con violencia allí donde el hambre le conduce. Esta senda de destrucción en ocasiones se altera por un golpe puntual de látigo para evitar que se abalance sobre los Elfos Oscuros en vez de contra sus enemigos. A veces se producen accidentes desafortunados si la criatura no está debidamente entrenada. Más de un Señor de las Bestias ha recibido una sangrienta represalia de sus compañeros después de que un Kharibdyss se abriera camino a través de las filas de los Naggarothi, aunque eso ocurre poco.

Una vez domado, un Kharibdyss es una de las armas más formidables al mando de un Señor de las Bestias. Su cuerpo viscoso, adaptado para resistir las grandes presiones del océano, es imparable una vez en tierra, ya que posee una gran fuerza y una resistencia increíble. Los enemigos más pequeños son arrancados del campo de batalla e introducidos en las fauces del Kharibdyss con sus tentáculos; los más grandes enredan y golpean mientras sus dientes afilados dan buena cuenta de su suculenta carne. 

Los jugos digestivos del Kharibdyss son muy eficaces y disuelven carne, metal y hueso en cuestión de minutos. No puede decirse lo mismo de los objetos encantados y algunas piedras preciosas, que son resistentes a las atenciones de la garganta del monstruo. En efecto, el vientre de un Kharibdyss muerto es una especie de cueva del tesoro, lleno de las posesiones mágicas que adornaban a sus víctimas en el momento de la digestión. Estos objetos pueden servir de consuelo a un Señor de las Bestias que pierda a su Kharibdyss en batalla. Si tiene suerte, el valor de estos tesoros compensará al menos parcialmente el coste de uno nuevo. 

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Fuente

  • Libro de Ejército: Elfos Oscuros (8ª Edición).
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