
Imagen ilustrativa
Khaled al Muntasir es un poderoso vampiro, nacido de la familia real árabe, con gran poder en la sociedad de la noche. Tenia una hermana, Anmar bin Muntasir, con la cual estaba muy unido. Llegó a ser lugarteniente y embajador de Nagash cuando este último lanzó su primer ataque contra un recién nacido Imperio para recuperar su Corona de la Hechicería alrededor del 15 CI.
Porta una armadura reluciente de oro y plata y una capa de seda blanca cuelga de sus hombros y resalta su piel marrón oscura y el negro aceitoso de su lustroso cabello. Su espada con empuñadura de azabache descansa en una delgada vaina de madera clara con incrustaciones de nácar y jade, que brilla a la luz de Mannslieb, por lo que se dice que es un arma nacida de la misma luna. Además, fue entrenado por Abhorash en el más excelente arte de la espada. Afirma haber sido un influyente príncipe en el sur en vida, y se considera un hombre culto, un artista, un escritor en su tiempo libre y un amante de todo lo místico. Tiene algunos conocimientos de astrología, es un sastre bastante bueno, forja armas y engarza valiosas joyas.
Historia[]
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Khaled al Muntasir era el hijo del Gran Sultán Muntasir y de una de las concubinas de su harén. Como príncipe de Bel-Aliad, siempre fue un destacado miembro de la sociedad árabe, y en vida era un coleccionista de objetos y artefactos mágicos, y un sabio en multitud de campos. Con la llegada de Abhorash a la capital árabe, fue entrenado como uno de los Kontois, siendo un guerrero de maestría marcial casi insuperable. Durante la fracasada invasión de Neferata a Bel-Aliad, fue él quien tomó el cadáver de la vampiresa como trofeo, pero lentamente, la ladina bruja pudo tentarle y convencerle para liberarla. Se unió a Neferata en su nueva sociedad, le ayudó a extender el Culto a Mordig y finalmente participó de sus intrigas, intentando ganarse el favor y el apoyo de su padre. Pero finalmente, con la llegada de Arkhan y la destrucción de Bel-Aliad, la ambición de Khaled de transformarse en el gobernante de la ciudad y Gran Sultán se desvanecieron. El vampiro siguió a su señora y amante Neferata cuando esta decidió emigrar hasta las ciudades occidentales de Arabia, y comenzó a aumentar su influencia en la Costa de Arabia, especialmente tras la Batalla de la Viuda.
Como un fiel sirviente se mantuvo durante los viajes de Neferata por todo el Viejo Mundo. Combatió a los Pieles Verdes que asaltaron la ciudad de Mourkain, y acabaron con las amenazantes hordas de Hombres Bestia que moraban en las Montañas del Fin del Mundo. Y a Neferta siguió en el asalto a Karaz Bryn, que posteriormente fuese conocido como el Pináculo de Plata, donde la vampiresa pudo contemplar la crueldad y ferocidad de Khaled en batalla, así como su incontrolable individualismo. Durante el asalto a las puertas, Khaled se había enfrentado al rey enano Borri Pie de Plata, mas su enfrentamiento quedó inconcluso, para desgracia del vampiro. Neferata le ordenó entonces tomar cautivos a los niños y a las mujeres enanas, para obligar a los enanos a rendirse, pero Khaled se infiltró en la fortaleza solo para masacrarlos. La desconfianza comenzó a surgir en ella hacia el incontrolable Khaled, y su ira acabó por materializarse en un brutal duelo con el mismo, donde su hermana, Anmar bin Muntasir, murió a manos de Khaled por accidente mientras esta defendía a su amante Neferata. Como castigo por su insolencia, Khaled fue empalado y enterrado en un sarcófago de hierro, para el desprecio de la vampiresa.
Neferata lo envió como heraldo cuando Arkhan el Negro solicitó su ayuda durante la invasión de Nagash al Imperio, para así librarse del problemático vampiro. Khaled atacó particularmente a las tribus del sur del Imperio: comenzó masacrando a la familia real de los Merogenos, luego a los habitantes de su capital Hyrstdunn y transformando a su conde, Markus, en un vampiro. Luego comenzó de nuevo con la tribu de los brigundianos, su capital Siggurdheim y su conde Siggurd. Los asoborneos se salvaron de este destino con la llegada de Sigmar acompañado de refuerzos de unberógenos y taleutenos. Finalmente participó en el asedio de Nagash contra Altdorf y su derrota, lo que le llevó a la huida. Siempre repite que su derrota vino precedida por la pasividad de Nagash, quien le obligó a permanecer demasiado tiempo en las ruinas de Athel Tamara. Tras aquel día, Khaled deseó por siempre gobernar a los habitantes del Imperio, pues quedó impresionado con su fuerza y su tenacidad.
Contradicción[]
- Algunas fuentes hablan que este vampiro regresaría al Imperio varios siglos después de su derrota, bajo otro nombre, y tomaría como esposa a la hija de Otto van Drak. Por tanto significaría que Khaled al Muntasir es realmente Vlad von Carstein, pero su destino no concuerda en todas las fuentes, por lo que no podemos confirmar que este sea el verdadero origen del misterioso vampiro.
Fuentes[]
- Novela: El Rey Dios, por Graham McNeill.
- Capítulo 4.
- Capítulo 5.
- Capítulo 6.
- Capítulo 10.
- Capítulo 12.
- Capítulo 18.
- Capítulo 20.
- Capítulo 23.
- Novela: Master of Death, por Josh Reynolds.
- Capítulo 7.
- Novela: Neferata, por Josh Reynolds.
- Capítulo 1.
- Capítulo 2.
- Capítulo 3.
- Capítulo 5.
- Capítulo 6.
- Capítulo 7.
- Capítulo 8.
- Capítulo 9.
- Capítulo 10.
- Capítulo 11.
- Capítulo 12.
- Capítulo 13.
- Capítulo 14.
- Capítulo 15.
- Capítulo 16.
- Capítulo 17.
- Epílogo.