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Las tribus de pieles verdes casi siempre están a las órdenes de un kaudillo Orco, que es el Orco más grande y más ruidoso de todos, al que el resto de pieles verdes obedece por respeto y para evitar recibir una paliza por no hacerlo. La prosperidad de una tribu depende básicamente de lo fuerte que le pegue el kaudillo a las cosas. Los Kaudillos apenas inspiran lealtad en sus seguidores aunque puede que alguno sea admirado por su habilidad para aplastar la nariz del oponente hasta clavársela en el cerebro. Los pieles verdes no son criaturas muy sentimentales, así que quizá recuerden a un gran líder, pero nunca llorarán su pérdida. Cuando muere el kaudillo, ya sea en combate o en otras circunstancias, el liderazgo recae rápida e inevitablemente en el siguiente Orco más grande y más ruidoso de todos los que haya por allí cerca. En la batalla de la Montaña del Destino, el cadáver de Nagrat Partecabezas ni siquiera había llegado a tocar el suelo todavía cuando su segundo al mando empezó a aporrear al rey enano con el brazo amputado de Nagrat que seguía dando los últimos espasmos.

Los Orcos son liderados por los más grandes y fuertes de su especie. Estos enormes individuos suelen abrirse su camino hasta la cima a mamporro limpio, pues no en vano forman parte de una cultura en la que sólo los más fuertes sobreviven. Los líderes Orcos no se consideran por encima de las peleas a puñetazo limpio que son tan comunes entre la raza piel Verde, sino que de hecho les encanta participar en ellas. Al menos, hasta que se ven superados por un oponente aún más poderoso que ellos. Un kaudillo debe hacer frente a los desafíos procedentes de sus propias filas, sobre todo si los "kombatez" y el "zakeo" no han ido muy bien últimamente. Para los Orcos, estos desafíos suelen ser directos y acostumbran a incluir un objeto grande con o sin filo, que en circunstancias desesperadas puede tratarse tranquilamente de un Goblin. Tras haber superado a todos sus competidores, los líderes Orcos toman el control de una peña o, si son lo bastante fuertes, de una tribu entera. Cualquiera que se cuestione el derecho de mando de su líder será inmediatamente liquidado, expulsado o apalizado sin contemplaciones hasta que entre en razón.

Los más poderosos líderes son conocidos como Kaudillos, aunque a este título se le pueden sumar cualquier cantidad de referencias a las actividades particularmente violentas, las Victorias importantes o los vastos dominios del comandante en cuestión. Por ejemplo, Jefe Arrankamolleraz, Gran Komebarbudoz, o Zupremo Jerarka de Pikoezpina. Los títulos más largos suelen ser los favoritos, y las gestas que el Kaudillo haya ido acumulando con el paso del tiempo pueden ser utilizadas como credenciales para aumentar su prestigio y poder. Aunque en algunos casos puedan exagerarse ligeramente (“mató atantoz barbudoz komo pacer una pila mazalta kuna montaña”), siempre tienen un fondo de verdad. Los Orcos rara vez van de farol, quizás porque son un poco cortos de mollera, pero más probablemente porque ni siquiera se les ocurre la posibilidad. Sencillamente, no entienden el concepto de intentar amedrentar al enemigo para que se rinda sin presentar batalla. Para ellos, el motivo de ponerse títulos rimbombantes es precisamente el contrario: atraer a enemigos más poderosos y dispuestos a pelear.

Los Kaudillos Orkos pueden llegar todo lo lejos que haga falta para mantenerse en el poder, lo cual en ocasiones da lugar a muestras de exhibicionismo bastante extravagantes. Los estandartes atados ala espalda o los cráneos enemigos colgando de su armadura a modo de adornos no son nada raros. Los líderes Orcos Negros, al ser los especímenes más militaristas de toda su raza, tienen tendencia a llevar grandes cuernos en los cascos y blandir las hachas de batalla más enormes que se puedan imaginar. Los Kaudillos Orcos Zalvajes son especialmente extrovertidos, a menudo mostrando impresionantes pinturas de guerra, adornos tribales tales como coletas de cabello y huesos perforándoles la carne, u otras ornamentaciones aún más extremas. Otros Kaudillos prefieren liderar a sus tropas desde lo alto de impresionantes monturas o vehículos que dejen bien patente su alto estatus, como por ejemplo carros de guerra, grandes y feroces jabalíes de guerra, o incluso una de las rarísimas (y por ello altamente apreciadas) Serpientes Aladas. Los Kaudillos forman un punto focal de cualquier ejército de pieles Verdes, pues sólo el líder de una tribu puede invocar el iWaaaghl, un ensordecedor rugido proferido desde el fondo de la garganta que hace que todos los Orcos se lancen contra el enemigo gritando a pleno pulmón, para desatar sobre él una imparable oleada de Violencia y destrucción. Los mejores líderes Orcos saben instintivamente cuándo es el mejor momento de activar dicha descarga adicional de energía y brutalidad, y suelen afinar para asegurarse de que se masacre y destruya sin compasión todo lo que se interponga en el camino de la horda Verde.

Miniaturas

Imágenes

Fuentes.

  • Libro de ejército "Orcos y Goblins" 8ª Edición.
  • Libro de ejército "Orcos y Goblins" 7ª Edición.
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