Las competiciones de Justas son la actividad preferida de los Caballeros de Bretonia, ¡con la excepción quizás de participar en una guerra por el honor y la gloria! Es una competición donde caballeros blindados sobre corceles equipados del mismo modo se enfrentan con lanzas destinadas a desmontar a sus oponentes. Cuando no hay guerras que mantengan ocupados a los Caballeros Bretonianos, estos practican sus habilidades marciales en certámenes y lides denominados justas, o en su forma más espectacular, torneos.
Descripción[]
Cada año tienen lugar numerosos torneos en los grandes Ducados de Bretonia. Los más importantes son los torneos reales, que tienen lugar en Couronne dos o cuatro veces al año, al inicio de cada nueva estación. También existen numerosos torneos organizados por los Duques, e innumerables torneos locales organizados por los Barones. Estos magníficos acontecimientos duran bastantes días y en ellos participan caballeros de todo el reino. Los equivalentes más pequeños tienen lugar en los castillos de nobles de rango inferior deseosos de alardear de su riqueza e influencia. Un caballero puede vagar por todo el reino, viajando de un torneo a otro. Si consigue la victoria en muchos de ellos, podrá obtener una gran cantidad de trofeos como armaduras, tesoros y caballos de guerra, sin mencionar admiradores, juglares que cantarán sus hazañas, así como numerosos mozos y escuderos que intentarán entrar a su servicio.
Para los Caballeros Noveles que participen en ellos, conseguir la victoria en un torneo puede ser una buena forma de ser ordenado caballero. En ocasiones los torneos se celebran para atraer a Caballeros Noveles que puedan convertirse en pretendientes de la mano de la hija de un Duque o un Barón, o incluso del Rey. Ésta es una recompensa muy deseable, y que mejor manera para el caballero de más valía que demostrarlo con un hecho de armas compitiendo con los mejores caballeros de Bretonia. Si el trofeo del torneo no es la mano de una doncella o un feudo y su castillo, puede ser un objeto mágico o un honor especial.
El punto culminante del torneo, que se prolonga durante varios días e incluye numerosos banquetes, cacerías y festejos, es obviamente la justa. De dos en dos, los adversarios se enfrentan entre sí en el campo del honor. La tradición exige utilizar lanzas con bolas en la punta, excepto si la justa es un Juicio de Dios, o si la rivalidad entre los contendientes es especialmente encarnizada. Aún así, pueden sufrir graves heridas al ser desmontados, ¡o incluso morir! A veces, grupos enteros de caballeros justan juntos, como si se tratara de una pequeña batalla. Este tipo de combates sirve para practicar sus habilidades marciales, y les mantiene permanentemente preparados para la guerra.
Entre los jóvenes y vigorosos Caballeros Noveles es costumbre buscar entre los espectadores una dama que les conceda sus favores. ¡Obviamente, estos favores no son mágicos! Las damas atan pequeños objetos personales en la lanza del caballero. Cuanto más complazca a la dama la presencia y la gallardía del caballero, más íntima será la prenda que se ate a su lanza. Si consigue la victoria, el caballero se sentirá obligado por su honor a casarse con la dama. Al iniciarse la justa, muchas damas empiezan a sentir escalofríos, ¡especialmente en los torneos que tienen lugar en invierno! Todo ello sirve de inspiración a las baladas obscenas que cantan los juglares durante los festejos que tienen lugar después del torneo.
Justas en el Imperio[]
La popularidad de las justas no es exclusiva de Bretonia ya que el espíritu de competición es también fuerte entre los habitantes del Imperio. La gente se reúne para ver eventos deportivos, jugar y otra serie de pasatiempos, enfrentándose a un rival. Ninguna competición, no obstante, atrae a la gente como esta costumbre bretoniana que se ha extendido al Imperio.
Antes de la terrible Tormenta del Caos, la gente de las provincias occidentales del Imperio adoptó la práctica. A veces los mejores de Bretonia cruzan las montañas para competir con sus vecinos orientales. Pero desde la devastación de la invasión de Archaón, la gente del Imperio no está dispuesta a arriesgar a sus guerreros con tales locuras.
Conducta[]
Hay ciertas reglas que todos los que justan deben respetar, y violadas es motivo de deshonor. Las reglas claves son las siguientes:
- Los que justen nunca golpearán a los atacantes por detrás.
- Los que justen nunca golpearán al corcel del oponente.
- Los que justen no continuarán luchando después de desmontar a su enemigo, a menos que tal acción haya sido sancionada antes del enfrentamiento.
- Los que justen no podrán mejorar sus habilidades con conjuros, ni emplear armas y armaduras encantadas.
Recompensas[]
Lo típico es que el botín de un enfrentamiento sea el caballo del perdedor, su armadura y armas, con el vencedor quedándose los objetos como rescate hasta que el perdedor pueda igualar su valor en oro. Los torneos más raros y elaborados ofrecen una bolsa para el ganador conteniendo cualquier cosa desde gemas, monedas u otros tesoros hasta un título de tierra y título nobiliario o incluso la mano de una heredera noble. Además, a un caballero que triunfe en un torneo se le podría dar la oportunidad de escoger la reina o rey ritual del torneo, embarcarse en una misión importante, o convenirse en un miembro de pleno derecho de la corte local.
Los Campos del Honor de Bretonia[]
Los torneos más importantes se celebran todos los años en las ciudades ducales de Couronne, Quenelles, Parravon, Brionne, Bordeleaux, Gisoreux y L'Anguille, pero ya nunca más en Mousillon (que actualmente está ocupada por no muertos). Los torneos bretonianos normalmente son asuntos puramente bretonianos a los que asisten caballeros de distintos Ducados pero, aunque es raro, a veces un Caballero Élfico o del Imperio toma parte en ellos. Normalmente, los Caballeros Élficos sólo tomarán parte si el premio es un antiguo objeto mágico de sus antepasados, y quieren recuperarlo.
Como ya se ha indicado, va contra el Código de Honor Bretoniano el utilizar objetos mágicos en el torneo. Ésta es una regla que cualquier Bretoniano auténtico ni siquiera pensaría en romper, ya que si lo hace mancillaría su honor y el nombre de su familia. Los Elfos y los de su clase, por supuesto ignoran esta regla si consiguen que no les pillen. Algunas veces se ha descubierto rompiendo este código de honor incluso a algún bretoniano, que se ha visto obligado a partir para realizar una misión y así redimir su honor. También va contra las reglas tomar parte en un torneo montado en un monstruo en lugar de un caballo de guerra, pero tal infracción es tan fácilmente detectable, ¡que ni siquiera los Elfos se atreverían a intentarlo!
No hace falta decir que los torneos bretonianos son muy populares, extremadamente ruidosos y desvergonzados, a los que asisten hordas de plebeyos de los pueblos vecinos y todos los nobles de los alrededores. Las posadas y tabernas están llenas hasta los topes; y banquetes, las borracheras y los festejos duran muchos días. Algunos Caballeros, normalmente los Caballeros Andantes o Noveles, recorren los gastados caminos de Bretonia participando en un torneo tras otro, labrándose una reputación de valientes. De hecho, vencer en un torneo a veces puede ser la misión para lograr convertirse en un Caballero, y un modo de reunir un séquito, ya que un Caballero con éxito puede esperar ser seguido por un convoy de trofeos, armaduras y caballos de guerra y una comitiva de criados, escuderos y trovadores dispuestos a inmortalizar sus hazañas en una canción.
La Justa y el Campo del Honor[]
Los torneos en Bretonia han ido refinándose a lo largo de siglos hasta convertirse en una forma de arte con multitud de convenciones y tradiciones, que pueden resultar desconcertantes para los extranjeros, que no entienden las sutiles referencias que implican. La tradición dicta que durante el primer día no se realiza ningún combate. En vez de ello, los caballeros efectúan un desfile y solicitan favores a las damas bretonianas para los enfrentamientos que se avecinan. En un torneo tienen lugar dos tipos de enfrentamientos; en primer lugar la justa, que dura todo un día; y al día siguiente, la batalla en el campo del honor. En los acontecimientos menores de este tipo a menudo sólo se celebra la justa, o se intenta celebrar todo el mismo día para reducir gastos, pero un torneo no puede estar completo sin la pompa del desfile o el dramático conflicto final en el campo del honor.
Los torneos se libran habitualmente a la pleasance, lo que significa que se lucha con armas sin filo. Muy rara vez se libran a l'autrance, lo que implica luchar con las armas afiladas. En la mayoría de los torneos se utilizan armas desafiladas para que la flor y nata de los Caballeros de Bretonia no perezca en ellos, ¡dejando indefensa a Bretonia! Pocas veces se producen heridas graves, por lo que el torneo es una excusa para pasarlo estupendamente. Sin embargo, si se utilizan armas afiladas, los contendientes pueden resultar heridos de muerte, por lo que este tipo de enfrentamientos quedan reservados a asuntos de honor o juicios divinos lo suficientemente importantes como para que se luche a muerte.
La Decisión de los Heraldos y las Listas del Torneo[]
En los torneos no puede participar cualquier Caballero, sino sólo aquellos elegibles por su renombre, habilidad, honor o alguna causa. Quienes deben decidirlo son los heraldos, que están especializados en todos los temas relativos a la caballería, la heráldica y el honor. Los heraldos dividen a los Caballeros que participan en grupos, normalmente en dos, uno compuesto por los Caballeros del Ducado y otro con los Caballeros del resto de Bretonia. Los heraldos son muy rigurosos a la hora de seguir las reglas, por lo que no sólo dejan a un lado a aquellos sin renombre o experiencia, ¡sino que también a los que son demasiado terribles!
Para llevar un control exhaustivo de todo, los heraldos poseen unas listas denominadas Listas de Torneo, en las que anotan los nombres de los Caballeros que pueden participar en los torneos. Si el nombre de un Caballero aparece en las listas del torneo, puede participar como contendiente. Los heraldos determinan los grupos que tomarán parte en base a la lista de los aspirantes a cada torneo. De esta forma se aseguran que los grupos están igualados y que el torneo será emocionante. A los bretonianos no les divierte ver cómo un paladín desmonta uno tras otro a una sucesión de adversarios inferiores, una hazaña con la que no se logra ni honor ni diversión.
Tipos de Justas[]
Hay tres tipos básicos de justas. El primero es la Justa de Paz, donde los caballeros usan lanzas romas para evitar que los juegos se vuelvan letales; aunque a veces se producen muertes. En muchos festivales, tal justa se presenta como una pas d'armes, un señor local sitúa una banderola en los muros de su fortaleza como invitación para que los caballeros errantes participen. Esos eventos son el mejor modo de que un caballero que no se ha probado se haga con un nombre.
El segundo torneo es la Justa de Guerra. En ella los caballeros usan lanzas afiladas, y el combate es letal. Las Justas de Guerra se usan para resolver disputas, duelos o arreglar injusticias de modo honorable. A veces estos torneos sirven para evitar una guerra o para iniciar otra. En cualquier caso, la batalla entre los caballeros continúa hasta que uno se rinde o muere. Existe una variante de esta denominada Juicio de Dios, que se mencionará más adelante.
La Justa General es una especie de combate general, con los caballeros organizados en equipos. Cada bando carga como en una justa normal, pero después de la carga inicial recurren a las armas de mano, luchando con espadas largas, hachas o mazas. Dependiendo de las reglas acordadas, el combate podría continuar después de que un caballero sea desmontado, y en muchos casos (sobre todo en caso de guerra), hay pocas diferencias entre una Justa General y el combate abierto real.
El Favor de una Dama[]
El día anterior a la justa, los participantes desfilan ante las multitudes reunidas. y los Caballeros, especialmente los Noveles, tienen la costumbre de cabalgar hacia el estrado de los espectadores y pedir el favor de su dama. El favor de una dama es considerado como un amuleto de buena suerte y sin duda esta creencia se debe a que algunas damas bretonianas son realmente hechiceras secretas capaces de atraer la fortuna hacia sus Caballeros favoritos. Estas prendas de ningún modo son consideradas mágicas, ya que esto estaría mal visto, sino que simplemente se considera que traen buena suerte de una forma perfectamente normal y justa.
El Caballero elige a la dama que considera más bella para pedirle un favor. Si esta se considera halagada por la petición, o tiene la esperanza de que el Caballero venza en el torneo (quizás porque la recompensa es su matrimonio), atará una prenda de su vestido a su Lanza. Cuanto mas íntima sea la prenda, mayor será la suerte que traiga y en mayor estima podrá considerarse el Caballero ante sus ojos.
Por supuesto, esta costumbre les encanta a las multitudes de incultos campesinos y pueblerinos cuyas observaciones y silbidos hacen que a menudo las damas enrojezcan. También requiere mucho valor por parte de las damas mas bellas, a las que invariablemente les pedirán sus favores multitud de Caballeros Noveles, puesto que se arriesgaran a resfriarse al terminar el día. Las doncellas bretonianas mas modestas normalmente asisten bien preparadas con bastantes velos.
Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (5ª Edición), pág. 41.
- White Dwarf 32, págs. 34-37
- Warhammer Fantasy JdR: Arsenal del Viejo Mundo (2ª Ed. Rol), págs. 34-35.