
Imagen ilustrativa
La disciplina y el honor entre caballeros de Bretonia se mantiene por la tradición del Juicio de Dios. Si un caballero acusa a otro de un crimen que ponga en duda su honor, el acusador y el acusado deberán enfrentarse en combate singular. El combate puede ser a muerte, o hasta que uno de los caballeros decida perdonar la vida de su derrotado adversario, habiendo puesto a prueba su honor. El Juicio de Dios empieza como una justa a lanza, y prosigue con ambos caballeros desmontados y golpeándose entre sí con armas de mano.
El Campo del Honor está rodeado por Hombres de Armas que forman un muro de escudos para impedir a ninguno de los contendientes abandonar el campo hasta que el asunto quede zanjado y el honor satisfecho. Un Noble más importante, que puede ser un Barón, un Duque o incluso el Rey según cual sea el rango de los adversarios, presidirá el Juicio. Los objetos mágicos están prohibidos en estos juicios, y como sucede en los torneos, es una falta muy grave el atacar al caballo del adversario. Si se perdona la vida al caballero derrotado, éste deberá cumplir una penitencia exiliándose del reino hasta que se redima realizando una segunda hazaña de la Caballería. Esta misión se denomina Misión Redentora, ¡y normalmente es extremadamente peligrosa!
Fuente[]
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (5ª Edición). Pag 40.