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| Miembro a cargo: Adeptus Hispanus | Fecha de inicio: 17/3/16 | Estado: Esperando revisión | ||
"¡Allá vamoz, allá vamoz, allá vamoz!"
- —Cántico de guerra Orco.
El jabalí de guerra es un animal tozudo y salvaje, casi tan alto como un caballo y considerablemente más corpulento. Se trata de una bestia extremadamente resistente, peligrosa, con muy mal temperamento, con un comportamiento impredecible, y que para acabarlo de arreglar suelta unas flatulencias horrorosas. Los Orcos valoran mucho todas estas cualidades, por lo que era natural que acabasen adoptando como monturas a los jabalíes de guerra. Cuando estas bestias bajan sus colmillos y se lanzan a la carga, son capaces de abrir brecha en las líneas enemiga con la facilidad con que un hachazo certero puede atravesar una caja torácica.
No todos los Orcos que intentan montar una de estas truculentas bestias tienen éxito. Los jabalíes de guerra son bien conocidos por atacar violentamente a cualquiera que intente subirse a sus peludos lomos. La criatura puede usar sus colmillos para desgarrar a cualquiera que la ataque por delante, mientras que por detrás sus cortas pero poderosas patas pueden soltar terribles coces. Una vez que el jabalí de guerra tiene a su víctima derribada en el suelo, llegó el momento de pisotearla; de hecho, no pocos Orcos aspirantes a jinetez de jabalíes de guerra han acabado su carrera prematuramente, aplastados en el fango. Aunque ciertamente impresiona ver a un jabalí enfurecido pateando las entrañas de un enemigo derribado, lo que resulta de verdad escalofriante es contemplar la atronadora carga de la criatura. La primera señal de que dicho espectáculo está a punto de producirse es que el jabalí se retira una buena distancia de su aturdida víctima, se da media vuelta y empieza a rascar el suelo con sus pezuñas duras como el metal. Cuando finalmente la bestia baja su hocico y se lanza a la carrera, hasta los Orcos más ruidosos contienen la respiración y tan solo se atreven a hablar en susurros, expectantes. El jabalí necesita correr cierta distancia para poder acelerar, pero finalmente logrará alcanzar una velocidad de crucero absolutamente inesperada para una masa tan rechoncha y paticorta como la suya. Con cada nueva zancada el suelo tiembla, y cuando por fin se produce el impacto contra el enemigo, la carga del jabalí desgarra la carne, quiebra los huesos, y manda a la víctima (o al menos a parte de ella) volando a bastantes metros de distancia.
El constante peligro que representan sus propias monturas asegura que sólo los Orcos más audaces conseguirán convertirse en jinetez de jabalí. En la batalla, las peñas de jinetez de jabalí cumplen el papel de la caballería pesada, capaz de encajar hasta el más tupido fuego de proyectiles enemigo y llevar a cabo cargas devastadoras. Los jinetez de jabalí suelen tener un aspecto especialmente duro, que incluye muchas más cicatrices de las que pueda mostrar ninguno de sus congéneres que combaten a pie. Muchas de estas viejas heridas son producto de una vida entera combatiendo, pero muchas otras han sido provocadas por sus propias monturas. Los jinetez de jabalí disfrutan de lo lindo mostrando a los demás sus heridas más impresionantes. Algunos Goblins dicen que, con sus largos colmillos y sus ojos de mirada bobalicona pero maliciosa, muchos jabalíes de guerra han acabado por tener el mismo aspecto (y el mismo olor) que sus jinetes Orcos, si bien este comentario podría no ser otra cosa que un burdo intento de hacer la pelota a los poderosos e influyentes jinetez de jabalí.
La mayoría de peñas de jinetez de jabalí tienen nombres cortos pero coloristas como "Loz Kolmilludoz", "Los Kiebra-Napiaz" o "Los Rompelíneaz". Muchas decoran sus estandartes y escudos con toscos motivos de jabalíes como largos colmillos, pezuñas ensangrentadas, y otros similares. Cuando no se está utilizando en batalla, todo este material de guerra se cuelga bien visible en los destartalados cobertizos donde los jinetez mantienen encerrados a sus jabalíes. También es una práctica común guardar en estos recintos los trofeos capturados durante las batallas, tales como cabezas decapitadas o estandartes enemigos. Los jinetez de jabalí aprovechan su estatus de tropas de élite para lograr preferencia sobre todos los demás pieles verdes excepto los líderes y los Orcos Negros. En algunas tribus, es normal que una peña de jinetez de jabalí se acabe convirtiendo en una peña de Grandotez. En estos casos, la combinación de Orcos especialmente grandes y fuertes, montados sobre jabalíes de peña con tendencias asesinas, da lugar a cargas aún más salvajes y (como era de esperar) a un comportamiento todavía más arrogante y bravucón en el campamento piel verde.
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Imágenes
Fuentes
- Libro de Ejército: Orcos y Goblins (8ª Edición).
- Libro de Ejército: Orcos y Goblins (7ª Edición).