
"¿Hacer que carguen? No hacemos nada para que carguen. La parte difícil es evitar que carguen cuando aún no estás listo para hacerlo
Si puedes evitar que un Rinobuey te siga, ya habrás ganado la mitad de la batalla"
- —Maestro de fiestas Grumbus, Jinete de Rinobuey
Los Jinetes de Rinobueyes Cuernosombrío suelen transportar con ellos todas sus pertenencias, ya que en su montura disponen de espacio suficiente, y un Rinobuey domesticado resulta una excelente bestia de carga. Esto también sirve para mostrar su éxito como mercenarios, exhibiendo la vasta riqueza que han acumulado, pues aunque los Jinetes de Rinobuey obtienen la victoria en casi todas las batallas en las que intervienen, contratar a estos brutos y sus gigantescas monturas no resulta barato. De hecho, muchos pagadores del bando victorioso hacen referencia a un profundo sentimiento de pérdida llegado el momento de dividir las ganancias de la guerra, y se sabe de muchos que acaban llorando.
Es un hecho bien conocido que casi todos los Jinetes de Rinobuey que están lejos de los Reinos Ogros aclaman a la Tribu de los Pielférrea, habitada por una tribu de Ogros que venera a su poderoso Déspota, Ghark Pielférrea, tanto como al propio hierro.
Descripción[]
Las tribus ogras que sobreviven brutalmente en las duras laderas superiores de las Montañas de los Lamentos practican un rito de paso que realizan los aspirantes a Ogros Toro que han llegado a la edad adulta. Cada año, los más duros y poderosos de ellos se reúnen para acechar y dar caza a la raza más salvaje de Rinobuey, la que vive en el Monte Cuernosombrío. Son bestias tan feroces que los Ogros más mayores las evitan, buscando especímenes más pequeños y manejables para tirar de sus destartaladas máquinas de guerra.
Durante sus luchas anuales por el territorio, los violentos rituales de combate y cortejo de los Rinobueyes (prolongadas exhibiciones de fuerza bruta acompañadas de colisiones a gran velocidad y mucha sangre) suelen acabar con la muerte del ejemplar perdedor, ya que incluso estas temperamentales masas de pelo apelmazado y músculos pueden sangrar hasta la muerte. Pero el Rinobuey, igual que todas las especies de las Montañas de los Lamentos, es muy resistente e, incluso cuando su cerebro deja de funcionar, sigue luchando, acuchillando y mordiendo la garganta de su adversario. Este momento suele ser aprovechado por el Ogro para tenderle una emboscada al exhausto vencedor.
La victoria en un desafío por la supremacía entre Rinobueyes es agotadora y conlleva grandes pérdidas de sangre como resultado de su prueba. Este suele ser el único estado en el que un Ogro puede encontrar y capturar a un Rinobuey vivo. El Ogro aspirante corre hacia el Rinobuey herido y salta sobre su lomo. Normalmente a esta acción siguen embestidas y mugidos frenéticos hasta que la bestia se ve obligada a parar para no morir desangrada. Los Ogros que caen durante este rodeo violento son corneados y posteriormente devorados por su rival.
Los aspirantes triunfadores deben pasar un período a lomos del animal y no pueden desmontar del Rinobuey en ningún momento y únicamente pueden dirigirlo a base de garrotazos. Como el Rinobuey tiene el cerebro del tamaño de un cacahuete, se acostumbra lentamente a los repetidos golpes hasta que el jinete consigue aplacarlo. De esta forma el Ogro consigue la aceptación de la bestia. Cuando un Rinobuey se acostumbra a su jinete, es posible incluso que el ogro llegue a domesticarlo.
Los Ogros que tienen éxito regresan a su tribu con su premio, convirtiéndose en unos de sus miembros más respetados, aunque las bestias no suelen durarles mucho. Los Ogros más veteranos que logran ser lo bastante fuertes para dominar sus monturas suelen agruparse y vender sus servicios como una de las caballerías más pesadas conocidas en todo el Viejo Mundo, siendo tan famosos como los mercenarios Comehombres.
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Imágenes[]
Curiosidades[]
- En Total War: Warhammer III a los Jinetes de Rinobuey son llamados Aplastadores.