Imagen ilustrativa de una maga de los Altos Elfos.
Ithilweil es una hechicera elfa que por una serie de circunstancias acabó en la ciudad maldita de Mousillon, en Bretonia. Para poder sobrevivir, se puso bajo la protección de un noble local llamado Marimund. A cambio de sus talentos mágicos, este la mantiene a salvo de los suspicaces campesinos y de los soldados de los otros nobles, que la odian y temen como la Hechicera Roja.
Quiere escapar de allí y regresar a su hogar. Tiene capacidades mágicas considerables, pero si se tropezara con problemas, sus habilidades no incluyen las artes de la espada. Por ello, Ithilweil espera pacientemente la llegada de un guerrero lo suficientemente fuerte y diestro para que la saque de este lugar condenado.
Historia[]
Ithilweil se encontraba a bordo de un barco fletado por los archimagos de Saphery para llevar un cabo un viaje de investigación. Su misión consistía en recoger ejemplares de las extrañas plantas que los místicos de Arabia usan en sus experimentos. Pero estalló una tormenta que ni siquiera su magia había vaticinado.
La tormenta arrastró el navío hacia el norte y acabó varado en los bancos de fango que rodean Mousillon. A pesar de la condición de la ciudad, los tripulantes decidieron solicitar la ayuda de los habitantes para reparar el barco, por desgracia una ignorante muchedumbre los tomó por demonios, y se abalanzaron sobre ellos, derribándolos y descuartizándolos por cuchillos de huesos de pescado y lanzas de madera de deriva. Los supervivientes trataron de escapar adentrándose aún más en el territorio maldito.
Al final, Ithilweil fue la única que logró escapar. Su huida la había llevado hasta una vieja capilla ruinosa, donde había percibido un eco débil de una época mágica que era afín a la suya propia, y allí se encontró con Marimund, que de inmediato exigió saber por qué había interrumpido sus devociones. Tras explicarle su situación, el caballero bretoniano le ofreció su protección a cambio de que estuviera dispuesta a servirle. Con el sonido de la turba acercándose cada vez más a la capilla, no tuvo más alternativa que aceptar la oferta.
Desde entonces ha buscado la manera de poder escapar y regresar a Ulthuan. Aunque técnicamente no es una prisionera, Marimund siempre se ha ocupado de mantenerla dentro de las murallas de su castillo. Y a pesar de sus habilidades mágicas, es demasiado peligroso incluso para ella caminar sola por las calles de Mousillon, no solo por que los plebeyos ignorantes y los nobles depravados la matarían sin contemplación, sino también por las antinaturales criaturas y seres que acechan por las calles y rincones más oscuros.