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{{Cita|Cita = Dejaremos la lengua para el final, la necesitará para confesar. En cuanto al resto... bueno, escoge una extremidad y pásame los alicates.|Autor = interrogador anónimo}}
 
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Los interrogadores saben cómo hacer hablar a la gente. Usan métodos tanto físicos como psicológicos para extraer información a sus víctimas, y ninguno de ellos es agradable. Los interrogadores trabajan para los cazadores de brujas y los nobles, y a veces para las iglesias más fanáticas. Se enorgullecen de su eficacia, aunque muchos la consiguen de una forma excesivamente brutal. Saben cómo causar un gran dolor con un mínimo daño físico. Algunos torturadores de alto novel pueden incluso aprender algunas habilidades médicas, para que sus víctimas no mueran demasiado pronto.
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Los '''interrogadores''' saben cómo hacer hablar a la gente. Usan métodos tanto físicos como psicológicos para extraer información a sus víctimas, y ninguno de ellos es agradable. Los interrogadores trabajan para los [[Cazadores de Brujas|cazadores de brujas]] y los [[nobles]], y a veces para las iglesias más fanáticas. Se enorgullecen de su eficacia, aunque muchos la consiguen de una forma excesivamente brutal.
   
Los mejores interrogadores saben que descubrir la verdad es todo un arte. La gente miente y confunde, y diría cualquier cosa con tal de poner fin al dolor. Obtener una confesión es fácil; obtener la verdad es bastante más complicado.
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Saben cómo causar un gran dolor con un mínimo daño físico. Algunos torturadores de alto novel pueden incluso aprender algunas habilidades médicas, para que sus víctimas no mueran demasiado pronto. Los mejores interrogadores saben que descubrir la verdad es todo un arte. La gente miente y confunde, y diría cualquier cosa con tal de poner fin al dolor. Obtener una confesión es fácil; obtener la verdad es bastante más complicado.
   
Los interrogadores viven sobre todo en mazmorras y calabozos, adquiriendo algunos de los hábitos menos agradables de los Carceleros. Tienden a ser un poco más limpios y un poco menos corruptibles, pero la diferencia suele ser mínima.
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Los interrogadores viven sobre todo en mazmorras y calabozos, adquiriendo algunos de los hábitos menos agradables de los [[Carcelero|Carceleros]]. Tienden a ser un poco más limpios y un poco menos corruptibles, pero la diferencia suele ser mínima.
   
 
==¡A sufrimiento!==
 
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Los interrogadores normalmente trabajan en un ambiente controlado, con sus sujetos adecuadamente asegurados y una amplia variedad de instrumentos afilados a su disposición, sin embargo, sus víctimas no siempre son tan complacientes.
 
Los interrogadores normalmente trabajan en un ambiente controlado, con sus sujetos adecuadamente asegurados y una amplia variedad de instrumentos afilados a su disposición, sin embargo, sus víctimas no siempre son tan complacientes.
   
El conocimiento de un interrogador sobre la anatomía humana y la presión aplicada con exactitud en los puntos nerviosos puede ser extremadamente útil en situaciones peligrosas. Muchos combatientes temerarios han subestimado la habilidad y la precisión de un interrogador. Ya estén armados con un escalpelo afilado, unas tenazas ardientes o incluso un simple punzón de hierro, en manos de un experto interrogador, tales objetos pueden ser tan temibles o mortales como una espada larga en manos de un caballero endurecido por la batalla.
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El conocimiento de un interrogador sobre la anatomía [[humana]] y la presión aplicada con exactitud en los puntos nerviosos puede ser extremadamente útil en situaciones peligrosas. Muchos combatientes temerarios han subestimado la habilidad y la precisión de un interrogador. Ya estén armados con un escalpelo afilado, unas tenazas ardientes o incluso un simple punzón de hierro, en manos de un experto interrogador, tales objetos pueden ser tan temibles o mortales como una [[espada]] larga en manos de un [[caballero]] endurecido por la batalla.
   
Un pectoral robusto o una pesada cota de mallas puede detener la mayoría de los golpes, pero siempre hay huecos en la armadura, exponiendo las áreas sensibles del cuerpo a las herramientas del interrogador. Con la cantidad correcta de fuerza aplicada en la zona adecuada, un solo golpe puede hacer caer incluso al guerrero más fuerte.
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Un pectoral robusto o una pesada [[Cota de malla|cota de mallas]] puede detener la mayoría de los golpes, pero siempre hay huecos en la [[armadura]], exponiendo las áreas sensibles del cuerpo a las herramientas del interrogador. Con la cantidad correcta de fuerza aplicada en la zona adecuada, un solo golpe puede hacer caer incluso al guerrero más fuerte.
   
 
==Karlos de Kislev==
 
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Muchos terminan trabajando de interrogador debido a una cierta despreocupación por el dolor de los demás y un talento razonable para infligirlo. El mundo a menudo pide a un individuo ser productor de dolor, o ser el dador del mismo, y no es antinatural que muchos elijan lo último. Sin embargo, algunas veces hay personas que parecen haber nacido para este trabajo.
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Muchos terminan trabajando de interrogador debido a una cierta despreocupación por el dolor de los demás y un talento razonable para infligirlo. El [[mundo]] a menudo pide a un individuo ser productor de dolor, o ser el dador del mismo, y no es antinatural que muchos elijan lo último. Sin embargo, algunas veces hay personas que parecen haber nacido para este trabajo.
   
Karlos de Kislev es un artista rodeado de patanes. Mientras que otros utilizarían el dolor como un medio para un fin, para él, el dolor es el propio fin, y el interrogatorio la parte más aburrida y banal del trabajo. Ha pasado de patrón a patrón, siempre contratado por su experiencia y siempre despedido por su despreocupación por descubrir información. Ha trabajado para cazadores de brujas, pero incluso ellos terminan por despedirlo, pues ni siquiera se preocupa por obtener las confesiones de herejes o brujos. Sólo quiere ganar dinero haciendo lo que ama, torturar a la gente.
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Karlos de [[Kislev]] es un artista rodeado de patanes. Mientras que otros utilizarían el dolor como un medio para un fin, para él, el dolor es el propio fin, y el interrogatorio la parte más aburrida y banal del trabajo. Ha pasado de patrón a patrón, siempre contratado por su experiencia y siempre despedido por su despreocupación por descubrir información. Ha trabajado para [[Cazador de Brujas del Imperio|cazadores de brujas]], pero incluso ellos terminan por despedirlo, pues ni siquiera se preocupa por obtener las confesiones de herejes o [[brujo|brujos]]. Sólo quiere ganar dinero haciendo lo que ama, torturar a la gente.
   
Se le puede encontrar casi en cualquier parte del Viejo Mundo, haciendo uso de su oficio para quien lo contrate. Si se encuentra con un compañero interrogador, puede decidir ponerlos a prueba para ver si tienen lo que deben tener, y enseñarles sus habilidades si la superan, y si no... bueno... a veces trabaja gratis.
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Se le puede encontrar casi en cualquier parte del [[Viejo Mundo]], haciendo uso de su oficio para quien lo contrate. Si se encuentra con un compañero interrogador, puede decidir ponerlos a prueba para ver si tienen lo que hay que tener, y enseñarles sus habilidades si la superan, y si no... bueno... a veces trabaja gratis.
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* En la primera edición del libro de rol esta profesión se denominaba Torturador
   
 
==Fuentes==
 
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Revisión del 20:57 30 ene 2017

Interrogador

"Dejaremos la lengua para el final, la necesitará para confesar. En cuanto al resto... bueno, escoge una extremidad y pásame los alicates."

interrogador anónimo

Los interrogadores saben cómo hacer hablar a la gente. Usan métodos tanto físicos como psicológicos para extraer información a sus víctimas, y ninguno de ellos es agradable. Los interrogadores trabajan para los cazadores de brujas y los nobles, y a veces para las iglesias más fanáticas. Se enorgullecen de su eficacia, aunque muchos la consiguen de una forma excesivamente brutal.

Saben cómo causar un gran dolor con un mínimo daño físico. Algunos torturadores de alto novel pueden incluso aprender algunas habilidades médicas, para que sus víctimas no mueran demasiado pronto. Los mejores interrogadores saben que descubrir la verdad es todo un arte. La gente miente y confunde, y diría cualquier cosa con tal de poner fin al dolor. Obtener una confesión es fácil; obtener la verdad es bastante más complicado.

Los interrogadores viven sobre todo en mazmorras y calabozos, adquiriendo algunos de los hábitos menos agradables de los Carceleros. Tienden a ser un poco más limpios y un poco menos corruptibles, pero la diferencia suele ser mínima.

¡A sufrimiento!

Los interrogadores normalmente trabajan en un ambiente controlado, con sus sujetos adecuadamente asegurados y una amplia variedad de instrumentos afilados a su disposición, sin embargo, sus víctimas no siempre son tan complacientes.

El conocimiento de un interrogador sobre la anatomía humana y la presión aplicada con exactitud en los puntos nerviosos puede ser extremadamente útil en situaciones peligrosas. Muchos combatientes temerarios han subestimado la habilidad y la precisión de un interrogador. Ya estén armados con un escalpelo afilado, unas tenazas ardientes o incluso un simple punzón de hierro, en manos de un experto interrogador, tales objetos pueden ser tan temibles o mortales como una espada larga en manos de un caballero endurecido por la batalla.

Un pectoral robusto o una pesada cota de mallas puede detener la mayoría de los golpes, pero siempre hay huecos en la armadura, exponiendo las áreas sensibles del cuerpo a las herramientas del interrogador. Con la cantidad correcta de fuerza aplicada en la zona adecuada, un solo golpe puede hacer caer incluso al guerrero más fuerte.

Karlos de Kislev

Torturador

Muchos terminan trabajando de interrogador debido a una cierta despreocupación por el dolor de los demás y un talento razonable para infligirlo. El mundo a menudo pide a un individuo ser productor de dolor, o ser el dador del mismo, y no es antinatural que muchos elijan lo último. Sin embargo, algunas veces hay personas que parecen haber nacido para este trabajo.

Karlos de Kislev es un artista rodeado de patanes. Mientras que otros utilizarían el dolor como un medio para un fin, para él, el dolor es el propio fin, y el interrogatorio la parte más aburrida y banal del trabajo. Ha pasado de patrón a patrón, siempre contratado por su experiencia y siempre despedido por su despreocupación por descubrir información. Ha trabajado para cazadores de brujas, pero incluso ellos terminan por despedirlo, pues ni siquiera se preocupa por obtener las confesiones de herejes o brujos. Sólo quiere ganar dinero haciendo lo que ama, torturar a la gente.

Se le puede encontrar casi en cualquier parte del Viejo Mundo, haciendo uso de su oficio para quien lo contrate. Si se encuentra con un compañero interrogador, puede decidir ponerlos a prueba para ver si tienen lo que hay que tener, y enseñarles sus habilidades si la superan, y si no... bueno... a veces trabaja gratis.

Trivia

  • En la primera edición del libro de rol esta profesión se denominaba Torturador

Fuentes

  • Warhammer Fantasy JdR: Career Compendium (2ª Ed. Rol).