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Símbolo Hombres Lagarto por Wayne England

Desde las junglas de Lustria y las Tierras del Sur, los Hombres Lagarto miran hacia el exterior y ven un mundo que se ha desarrollado de manera incorrecta. Como enemigos acérrimos de los Dioses Oscuros y verdaderos herederos del planeta, los Hombres Lagarto saben que su único recurso para arreglar las cosas es hacer la guerra. Es el deber sagrado de estos seres de sangre fría llevar a cabo los enigmáticos planes de los Ancestrales, y eliminar sin piedad a todo el que se interponga en su camino.

Desde los días de su creación, los Hombres Lagarto han estado a la cabeza de la batalla por la supervivencia del mundo. Sus ejércitos están compuestos por guerreros salvajes desovados únicamente para la guerra y reforzados por titánicas bestias reptilianas cuyo avance hace temblar el suelo. Sus misteriosos líderes, los Slann, son hechiceros poderosos, y utilizan la magia a un nivel muy superior al de los meros mortales. Aunque se ha perdido mucho durante los largos años de guerra contra muchos enemigos, los Hombres Lagarto siguen al pie del cañón liberando su salvajismo a sangre fría sobre todo aquel que se oponga a su sagrada misión.

Orígenes[]

Portada Libro de Ejército Hombres Lagarto Sexta por Alex Boyd

Hace muchos miles de años, antes de la Era del Caos, antes de que los ancestros de los Elfos y los Enanos aprendieran a hablar o cantar, el mundo fue visitado por una raza de viajeros procedentes del otro extremo del Universo. Las leyendas élficas denominan a esta raza "los Ancestrales". Vinieron de más allá de las estrellas por medio de un portal interdimensional que los Ancestrales habían abierto sobre el polo Norte del Mundo, descubrieron a los antepasados de los Elfos y de los Enanos, y los educaron. Sin embargo lo hicieron en secreto, permaneciendo siempre ocultos y mostrándose solo para dar consejos y enseñar las artes de la civilización. Así fueron reverenciados y pasaron a las leyendas como dioses creadores. Por qué actuaron así los Ancestrales sigue siendo un profundo misterio.

Los Ancestrales construyeron templos y ciudades fantásticas, lejos de las zonas donde habitaban las razas que estaban evolucionando, edificando su civilización en las junglas del mega-continente que eran Lustria y las Tierras del Sur. Nadie sabe por qué escogieron precisamente este lugar pero es de suponer que lo hicieron porque las condiciones climáticas eran las propicias para su metabolismo alienígena.

Hombre lagarto

La tecnología que poseían los Ancestrales era inimaginable, ni los testarudos enanos en su época mas gloriosa podían siquiera imaginar tal nivel de tecnología, tal era su poder. Los Ancestrales dominaban por completo la magia; en realidad, magia y ciencia era para ellos lo mismo, dos aspectos de la misma tecnología galáctica arcana que está más allá de nuestra comprensión. El portal polar era un artefacto creado por medio de esta tecnología como un portal entre las dimensiones de la realidad.

Nadie sabe qué desastre cayó sobre los Ancestrales y destruyó el mundo perfecto que habían creado. Puesto que su sabiduría era total y su tecnología perfecta, la respuesta debe hallarse pues en los propios Ancestrales. El portal creado en el polo Norte, que era la fuente de todo su poder en este mundo y su medio de contacto con su hogar de origen, quedó destruido. Esto creo una región rebosante de energía, un desierto saturado de energía mágica. Y lo que era peor, la destrucción del portal creó un agujero abierto a otra dimensión habitada por Demonios. Así empezó la Era del Caos, cuando los Demonios penetraron a través del agujero hasta el mundo, donde sembraron el terror. La región polar se convirtió en los temidos Desiertos del Caos que han perdurado hasta la actualidad; un lugar habitado por Demonios y desde el que la magia pura fluye hacia el mundo como las corrientes marinas.

Los Ancestrales que habitaban el mundo fueron destruidos en el cataclismo, quizás devorados por los demonios, quizás eliminados al intentar enfrentarse a ellos. Nadie conoce su destino. Los Ancestrales y sus obras quedaron enterrados en el olvido. Los Elfos y los Enanos, en quienes habían sembrado la semilla de la civilización, sobrevivieron milagrosamente a la Era del Caos. Quizá sea este el último legado de los últimos y desesperados Ancestrales antes de extinguirse. Al faltar la guía de los Ancestrales, sus descendientes empezaron a desarrollar sus propias civilizaciones. La Humanidad, la obra más reciente y vulnerable de los Ancestrales, tuvo que aprender por medio del contacto con las razas más antiguas, sin conservar prácticamente ningún recuerdo de los Ancestrales.

Historia[]

Hombres lagarto Tapiz Historico

Los Hombres Lagarto fueron la primera raza creada por los Ancestrales, y hasta el día de hoy obedecen las directrices que datan de la prehistoria más antigua del mundo, intentando discernir el Gran Plan de sus maestros. Cada especie de la raza Hombres Lagarto fue creada con un papel específico en mente por sus creadores casi omnipotentes. La tarea más importante que se les asignó a los Hombres Lagarto fue imponer la ley de sus amos en todo el mundo y, como tales, se esfuerzan por contener las hirvientes mareas del Caos que amenazan con consumir todo a su paso.

Sociedad[]

Símbolo Hombres Lagarto

Temidos e incomprendidos por todos aquellos que conocen de su existencia, los Hombres Lagarto no son una única raza sino una unidad cohesionada compuesta por varias especies distintas: Slann, Saurios, Eslizones y Kroxigores. Todas cumplen un papel distinto dentro del Gran Plan, y todas son igualmente consideradas abominaciones por las demás razas, debido a su impasibilidad extrema, su firmeza gélida y su total falta de compasión.

Los líderes indiscutidos de los Hombres Lagarto son los Slann, criaturas abotargadas y apenas capaces de moverse que parecen sapos gigantes, cuyos poderes mágicos son incluso mayores que los de los Señores del Conocimiento de los Altos Elfos. De todas las especies de Hombres Lagarto, los Slann son los menos numerosos. Quizás solo queden vivos unos pocos centenares, y no hay señales de que su población se renueve. Cuando se lo proponen, los longevos Slann son capaces hasta de mover montañas con su mente, demostrando una maestría de las artes sortílegas que desafía su obesa y torpe apariencia física.

Por debajo de los Slann se encuentran los Saurios, los soldados de los Hombres Lagarto. Son guerreros fuertes y obedientes, cuyos cuerpos están protegidos por escamas naturales y duras placas de hueso. En combate, blanden pesados garrotes dentados con pinchos de obsinita o metal. Sus garras, colas y poderosas mandíbulas llenas de hileras de afilados dientes también son armas muy efectivas. El papel de los Saurios es el de atacar a quienquiera que los Slann declaren como enemigo, y ellos siguen estas órdenes con una determinación salvaje, que resulta escalofriante y eficiente en igual medida.

Funeral hombres lagarto warhammer total war por Milek Jakubiec

Funeral de los Hombres Lagarto

En contraste con la correosa ferocidad de los Saurios, que son utilizados para labores de combate y vigilancia, los Eslizones son criaturas más ágiles, tanto física como mentalmente. Ellos son los artesanos y administradores de la sociedad de los Hombres Lagarto. Pese a ser diminutos y asustadizos, también tienen su rol en el campo de batalla, sirviendo como exploradores rápidos y dinámicos. Cuando forman en cohortes lo bastante numerosas, demuestran ser un complemento muy útil a los Saurios, haciendo llover jabalinas y dardos envenenados sobre el oponente. Los Eslizones operan de forma muy organizada, y son los más sociables de todos los Hombres Lagarto. Ellos se encargan de dirigir a los Kroxigores, enormes criaturas bípedas similares a cocodrilos, cuya fuerza bruta es utilizada tanto para construir Ciudades-Templo como para convertir en pulpa a los enemigos de los Hombres Lagarto. Por último, los Eslizones son también los encargados de capturar y entrenar a muchas de las bestias reptilianas que pueden encontrarse en las junglas de Lustria y las Tierras del Sur.

Hábitats[]

Cascada camino magico hombres lagarto warhammer total war por Stoyan Stoyanov

Aunque antaño sus ejércitos se llegaron a extender por el mundo entero, hace ya muchas eras que los Hombres Lagarto se retiraron de vuelta a su bastión original: los vastos territorios selváticos de Lustria. Gran parte de estas extensas tierras son zonas salvajes habitadas por temibles depredadores que ya se han extinguido en todas partes menos aquí. A lo largo de siglos de práctica, los Hombres Lagarto han aprendido a criar o domesticar a muchas de estas criaturas reptilianas, usándolas a la vez como bestias de carga y como devastadoras tropas de choque en tiempos de guerra.

La fuerza física de brutos acorazados como los Estegadones y los Bastiodones es utilizada para clarear la jungla, tumbando árboles como si fueran juncos y abriendo en su lugar senderos y toscas carreteras. Los Gélidos son capturados y convertidos en monturas para los Saurios. Arriba en los cielos, puede verse a Eslizones planeando a lomos de reptiles voladores de alas membranosas. También hay lagartos grandes como un caballo que escupen veneno, otros cuyos cuerpos están cubiertos de afiladas púas, y colosales saurios que superan en tamaño a los Gigantes del norte. Desde el sanguinario rugido del Carnosaurio hasta el ondulante aullido del Troglodón, las junglas están plagadas por los sonidos primordiales de todo tipo de monstruos reptilianos.

Lustria[]

Jungla de Lustria por Jonathan Kirtz

Durante largas eras el misterioso continente de Lustria permaneció oculto a los extraños. Eso no había sucedido por accidente ni por ninguna casualidad geográfica, sino gracias a las protecciones mágicas creadas por sus habitantes para desorientar a los intrusos. Los pocos que lograban atravesar estas barreras invisibles se encontraban con aún más peligros, pues las costas de Lustria albergan mareas traicioneras, remolinos antinaturales y grandes tifones, y en sus claras aguas azules acechan bestias reptilianas cuyas mandíbulas pueden partir en dos el casco de un barco.

Y si las aguas que rodean Lustria son peligrosas, el enorme continente es una de las regiones más hostiles del mundo. La mayor parte de su masa está cubierta de jungla, un lugar oscuro donde la muerte llega con una miríada de disfraces. Carnívoros prehistóricos gobiernan los bosques; unos persiguen activamente a sus presas y otros las emboscan. Sin embargo, los pequeños depredadores resultan igual de mortales, esperando la oportunidad de aferrarse a un nuevo huésped y desangrarlo hasta que su cuerpo caiga al suelo. Pocas razas, aparte de los Hombres Lagarto y otras criaturas de sangre fría, son capaces de soportar el calor sofocante y la humedad durante tanto tiempo, la mayoría enferman y mueren. Por contra, Lustria es un paraíso para los Hombres Lagarto, una trampa mortal para los invasores y un bastión contra los desórdenes del mundo provocados por el Caos.

Lustria contiene grandes ríos, enormes zonas pantanosas, desiertos áridos, montañas escarpadas y vastas llanuras fértiles; enormes pastizales y sabanas que se extienden hasta el horizonte. Aun así, las junglas lo dominan todo. Al menos cuatro quintas partes de Lustria están cubiertas por una jungla tan espesa que en muchas ocasiones no se puede ver el cielo. Se dice que una criatura arbórea puede cruzar todo el continente sin poner un pie en el suelo. En algunos lugares los árboles se alzan muchos cientos de metros y son más antiguos que la raza de los hombres. El suelo de la jungla está protegido por un sotobosque denso y hay pocos caminos más allá de las sendas que trazan los animales. La visibilidad es limitada y el aire es espeso y a menudo está envuelto en brumas.

Para un forastero, las junglas de Lustria pueden resultar claustrofóbicas, pero para sus criaturas nativas son un paraíso. Los valles de helechos, los bosques titánicos y las zonas inundadas ofrecen sus propios peligros mortales, pero las criaturas que han vivido allí toda su vida detectan instintivamente los diversos lugares y se anticipan a las plantas y criaturas que pueden acechar ocultas. En la jungla siempre hay algo observándote; saber el qué puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Para los intrusos, es un paisaje extraño, un infierno verde donde algo (o todo) está intentando devorarte.

Carnosaurio Tormenta

Gran cantidad de las plantas de Lustria son carnívoras. Pero incluso los peligros omnipresentes de la flora letal palidecen en comparación con la cantidad de criaturas que hacen de la jungla su terreno de caza. Las vides reptantes son el hogar de insectos del tamaño de puños, y la jungla reluce con las escamas de los innumerables reptiles que aguardan pacientemente a que sus víctimas pasen cerca de ellos para lanzarse sobre ellas y atacarlas por sorpresa. Lustria es una zona de batalla plagada de grandes felinos, simios caníbales y enjambres rugientes de insectos enormes; la supervivencia es un combate constante para evitar ser devorado por cualquiera de ellos. Sin embargo, los mayores depredadores son los reptiles gigantes, bestias gigantescas que hace siglos que están extintas en el resto del mundo pero que reinan sin rival en Lustria.

Colonias de picos afilados bípedos corren entre el sotobosque, mientras las manadas de Gélidos buscan carne fresca cerca del suelo. Todo tipo de reptiles alados se abaten desde las cúpulas de los árboles, y el suelo tiembla al paso de los poderosos Estegadones que desarraigan árboles y aplastan a las pequeñas criaturas que encuentran a su paso. Los enormes saurópodos estiran sus cuellos para capturar criaturas y los Lagartos Rugientes se sumergen en los cielos devorando bancos de nubes y alterando patrones climáticos en kilómetros a la redonda para cargar los terribles ataques con los que derriban a sus presas. En las profundidades de la selva, escondidos incluso a ojos de los Hombres Lagarto, se ocultan las extrañas serpientes emplumadas y los misteriosos Arcanadones. Pero todas estas criaturas sienten el miedo cuando escuchan el rugido de los Carnosaurios, ya que nadie está a salvo de la ferocidad sin par de estos asesinos salvajes.

Tierras del Sur[]

Exploradores Orcos Zalvajes Salvajes Lustria Hombres Lagarto

Hace muchas eras, los Magos Sacerdote Slann manipularon la superficie del mundo y dividieron la masa de tierras meridionales en dos continentes. Así se escindió Lustria de las Tierras del Sur. Esto explica que las junglas de las Tierras del Sur sean tan similares a las de Lustria, incluida su fauna carnívora reptiliana. En un momento dado, hubo una Ciudad-Templo solitaria (la ciudad perdida de Zlatlan y algunas estructuras de los Hombres Lagarto al otro lado del Gran Charco, pero conforme quedaron fuera de la red geomántica, también se desvanecieron del recuerdo de los Magos Sacerdote Slann.

Alejados de la sabiduría de los más venerables Magos Sacerdote Slann de Lustria, los Hombres Lagarto de las Tierras del Sur han caído presa de sus más básicos instintos animales. Solo los Slann más jóvenes (una juventud relativa), desovados en la Cuarta y Quinta Generación, permanecen en las Tierras del Sur para dar guía y consejo a los Hombres Lagarto, y hace mucho que no logran contactar con sus maestros de más allá del mar. Además, los pocos pozos de desove que aún existen desovan cada vez menos individuos y menos frecuentemente, por lo que los Saurios empiezan a escasear. Como resultado, la sociedad de los Hombres Lagarto ha empezado a decaer. Los pozos de desove de las cavernas que hay debajo de Zlatlan simplemente no desovan tan regularmente como los Slann piensan que deberían hacerlo, aunque aceptan que este es el deseo de los Ancestrales. Debido a esto, en las Tierras del Sur se han acostumbrado a confiar en las capacidades bélicas de los Eslizones, que son entrenados para la guerra por los pocos Saurios que son desovados. Estos Saurios suelen estar predestinados a convertirse en parte de la Guardia del Templo, y esto ha sido interpretado como un signo de que los planes de los Ancestrales se están cumpliendo tal y como estos habían dispuesto.

Islas Dragón[]

De manera parecida a lo que ocurre en las Tierras del Sur, las colonias de Hombres Lagarto de las Islas Dragón (al este de aquellas, y al sur de las Tierras Oscuras) también se vieron separadas de sus maestros, pero la degradación de su cultura ha sido mucho más rápida y pronunciada. No tienen la tutela de ningún Slann, por lo que el barbarismo se ha apoderado de ellos y se han convertido en animales que han destrozado su gloria pasada combatiendo entre sí.

No está claro si los Slann de Lustria han intentado retomar la comunicación con estos Hombres Lagarto o los han abandonado a su suerte. Lo único evidente es que no ha habido mucho contacto entre ambos en los últimos siglos. Ninguno de los exploradores que han intentado establecer un puesto avanzado allí lo ha conseguido y, por lo tanto, la situación de las Islas Dragón también se ha aceptado como parte del plan de los Ancestrales.

Ciudades-Templo[]

Ciudad Hombres Lagarto 8ª Lustria

En las tupidas junglas de estos territorios es casi imposible ver nada más allá de unas docenas de pasos, y mucho menos vislumbrar qué se oculta a mayores distancias. Únicamente las criaturas más enormes, o aquellas dotadas con la capacidad de volar, pueden contemplar el que sin duda es uno de los espectáculos más gloriosos del continente: las grandes Ciudades-Templo de los Hombres Lagarto, que se alzan resplandecientes y magníficas por encima del follaje.

Las Ciudades-Templo se encuentran entre las estructuras más antiguas del mundo y se alzaron durante la era de los Ancestrales. Debido a su tamaño y grandeza nunca han sido igualadas por las construcciones de ninguna raza joven. Son estructuras monolíticas formadas por enormes pirámides que quitan el aliento al contemplarlas. En su momento eran un hervidero de actividad; los Magos Sacerdote Slann y sus visires supervisaban la crianza de las diversas especies creadas por los Ancestrales, los Eslizones se aseguraban de que las tareas diarias funcionaran perfectamente y las legiones de Saurios marchaban bajo los arcos decorativos. Docenas de reptiles de la jungla fueron capturados y domesticados: los Estegadones acarreaban materiales de construcción para los Kroxigores, los Pliodones actuaban como transbordadores vivientes en los canales, y los Voxosaurios emitían sus gritos agudos para dar la alarma. Los propios Ancestrales se movían a su antojo, aterrizando sus naves en los grandes lugares.

Cada Ciudad-Templo se construyó de forma diferente, aunque todas ellas estaban situadas cuidadosamente en relación con un cuerpo celestial específico o con un fenómeno astral en particular. De esta forma, las estructuras servían como nexos centrales de una Red Geomántica, la fuente del gran poder y la energía vital que utilizaban los Slann para mantener la Gran Protección. Desde la llegada del Caos y la desviación del Gran Plan, muchos de esos alineamientos se han alterado. Muchas Ciudades-Templo han sido destruidas y otras muchas restan perdidas. Siempre es posible que sus ruinas estén vigiladas, pero a lo largo de los siglos algunos lugares han sido olvidados y su poder y población perdidos para siempre.

Ciudad Templo por John Blanche

En el corazón de cada Ciudad-Templo hay un Templo Pirámide. Estos zigurats escalonados se elevan enormes y majestuosos. En su cumbre, lejos del mundo, reposan los Magos Sacerdote Slann más antiguos de la ciudad. Esa habitación se conoce como la Cámara Estelar y en su espacio sagrado los Slann pueden ordenar sus pensamientos y conversar con otros como ellos aunque se encuentren lejos. Desde este asiento de poder, los Slann pueden dedicar su atención a las constelaciones, buscando signos del regreso de los Ancestrales. Las pirámides más altas albergan a los Magos Sacerdote más poderosos y en las estructuras más pequeñas que los rodean habitan los Sacerdotes menores. De esta forma las generaciones más antiguas pueden mantener su mente clara, sin perturbaciones debidas a cuestiones menores planteadas por los Slann más jóvenes o, aún peor, por los impertinentes e impacientes Chamanes Eslizones.

En las profundidades de cada pirámide se esconden criptas y cámaras accesibles únicamente a través de pasajes secretos y protegidos. Allí se esconden los restos momificados de antiguos Slann venerados, estanques como espejos desde los que observar lugares lejanos, antiguos artefactos que los Ancestrales dejaron atrás, y otras reliquias como las Tablillas Sagradas de la Ciudad-Templo.

Cuatro grandes Ciudades-Templo (Itza, Hexoatl, Tlaxtlan y Xlanhuapec) se mantienen intactas, aunque esto no ha sido siempre así. En las eras desde la Gran Catástrofe la suerte de las Ciudades-Templo ha ido y venido de acuerdo a la voluntad insondable de los Ancestrales. Algunas ciudades se han abandonado sin ninguna razón aparente, y su población se ha marchado para reconstruir alguna antigua ruina situada a millas de distancia. En ocasiones un Mago Sacerdote Slann ha pedido volver a fundarla en otro lugar, restableciendo temporalmente una residencia entre sus ruinas para poder meditar en paz sobre cuestiones profundas que requieren estar en ese alineamiento en particular.

Los Hombres Lagarto en la Guerra[]

Hombres Lagarto por John Blanche Saurio Kroxigor Eslizón

Los Hombres Lagarto son una raza antiquísima que ya cosechaba victorias en los campos de batalla mucho antes de que las razas jóvenes como los Elfos, los Enanos y los humanos caminasen erguidos. Su poder devastó razas ignotas y moldeó la superficie del mundo. Su voluntad y el poder de sus ejércitos han frustrado los planes de los Dioses Oscuros. Pero defenderse no basta y, de nuevo, los Hombres Lagarto despiertan para cumplir su gran propósito y lanzar una nueva cruzada que restaure el equilibrio.

Una hueste de Hombres Lagarto desplegada para la batalla es una visión formidable. Primero se despliega una pantalla de ágiles hostigadores Eslizones, y luego fila tras fila de letales guerreros Saurios. Están dirigidos por los Slann, los hechiceros más poderosos del mundo, y sus líderes de guerra son veteranos de mil y una batallas que combatirán hasta la muerte. En el aire, bestias aladas aúllan; en las junglas, enormes monstruos reptilianos lo pisotean todo. Son asesinos sin piedad, criaturas salvajes de una época antigua. Pero los Hombres Lagarto no combaten por territorios, sino porque tienen que cumplir una orden impuesta por los desaparecidos Ancestrales.

Héroes[]

Unidades[]

Hombres Lagarto destacados[]

Slann[]

Saurios[]

Eslizones[]

Kroxigores[]

Galería[]

Heráldica de los Hombres Lagarto[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (6ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (8ª Edición).
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