
Los Hijos de Ulríc son una sociedad secreta de Middenheim, denunciada como hereje por el culto de Ulric. Los Hijos de Ulric creen que son descendientes de sangre del mismísimo dios quien, según ellos, ha engendrado a decenas de miles de hijos mortales, y que por tanto solo ellos son dignos de ser sus sacerdotes y deberían controlar el culto. Aparte de eso, la mayoría piensa que también deberían gobernar el mundo, pero el culto de Ulric es su principal prioridad.
La suya es una secta fundamentalista que niega los derechos de los demás cultos a la práctica y la adoración en las tierras del norte, el territorio sagrado de Ulric.
Descripción[]
Los Hijos de Ulric son una secta extrema y ampliamente proscrita del culto, que cree en su derecho natural a controlar el culto por virtud de su supuesta descendencia directa del mismísimo Ulric. Según la leyenda, los dioses caminaban por el mundo en tiempos antiguos. En estos relatos (más historias orales que relatos bien documentados) Ulric aparece como un guerrero viril, una imagen que muchos teutógenos aspiraban a alcanzar o de la que se sentían atraídos. Los relatos presentan un número interminable de hijos de Ulric que alcanzan una buena posición, obteniendo altos cargos y fundando poderosas familias. Si tales leyendas tienen algo de cierto, la sangre de Ulric debe correr fuerte por las venas de los teutógenos.

Los Hijos de Ulric son fanáticos del dios, apoyan a los que creen que son literalmente sus herederos y se toman las leyendas en serio, mortalmente en serio. Comparten una misión política, así como lazos de clan. Consideran que aquellos que remontan su linaje a Ulric tienen derecho a liderar su culto. Algunos Hijos de Ulric persiguieron activamente a los que consideraban que no eran de sangre pura y teutógena, y todos se oponían implacablemente al creciente poder del intruso sureño Sigmar y sus sacerdotes
Siendo un grupo díscolo y desorganizado, el grupo es dado a formar constantemente facciones más pequeñas que seguir a uno u otro líder carismático, incapaces de ponerse de acuerdo sobre qué sangre era la más pura y quién debía liderarlos. Los Hijos de Ulric suelen pensar que el mejor candidato para el liderazgo son ellos mismos, y que sus compañeros deben conformarse con papeles subordinados. Las luchas internas entre grupos se convirtieron en una amenaza para el orden público, y los grupos escindidos atentaban unos contra otros aún más que contra los no creyentes, los laxos en la fe o los seguidores de Sigmar. Aunque eran capaces de causar grandes problemas, simplemente estaban demasiado fragmentados para constituir una amenaza seria y las autoridades hicieron poco por erradicarles.
El culto establecido de Ulric considera a los Hijos como una oposición peligrosa y radical, y en Middenheim es ilegal identificarse como Hijo de Ulric o asociarse con quienes lo hacen. Las autoridades de la ciudad son circunspectas a la hora de imponer castigos por este delito porque temen crear mártires, así que los Hijos de Ulric suelen recibir un tirón de orejas más que una sanción grave.
Los Hijos son más populares en Middenland, donde son estrictamente ilegales, pero pueden encontrarse en cualquier parte, teniendo una cantidad considerable de partidarios en Nordland y Carroburgo. Algunos de los grupos que operan en otras regiones no son de sangre teutógena pura. Lógicamente, esto tiene mucho sentido: los descendientes de Ulric podían haberse casado con gente de otras tribus.
Los que afirman tener sangre de Ulric fuera de Middenland suelen hacerlo rastreando su linaje hasta una tribu teutógena conocida o tienen sus propias historias de encuentros con el dios. Los Hijos de Ulric nativos de Middenland, por el contrario, no respetan tales afirmaciones, e incluso la consideran la peor y más blasfema de las herejías que deben ser castigadas, y persiguen a todo Hijo de Ulric no teutógeno con el mismo entusiasmo que el culto ortodoxo muestra con ellos.
Objetivos[]
Los Hijos de Ulric suelen guardar las distancias, pero se consideran los legítimos amos del culto de Ulric (después de todo, son sus hijos). Aprovecharán cualquier oportunidad para menoscabar al culto si pueden hacerlo silenciosa y cuidadosamente. La secta fue prohibida hace mucho tiempo como parte del acuerdo religioso de Magnus y sus miembros, si son descubiertos, se consideran forajidos y pueden ser ejecutados nada más verlos. Cooperar con los Hijos de Ulric (o peor aún, unirse a ellos) es una herejía castigada con la muerte en Middenland.
Si el grupo estuviera unido tendría grandes posibilidades de éxito. Sin embargo, aunque todos sus miembros coinciden en que el culto debería ser dirigido por un descendiente de Ulric, no son capaces de ponerse de acuerdo en cuanto a cuál de ellos merece semejante honor; cada uno de ellos cree ser el más digno. Un líder carismático y experimentado podría conseguir unirlos a todos prometiéndoles cargos influyentes dentro del culto, pero hasta ahora no ha aparecido nadie así. En su lugar, el grupo está dividido en docenas de facciones disidentes que compiten entre sí tanto como con la organización central del culto.
Pese a ello, los Hijos colaboran para socavar la influencia del culto ortodoxo. Las manifestaciones directas del poder de Ulric se tratan con respeto, por lo que todo sacerdote que obre milagros está a salvo; pero todos los demás son considerados obstáculos en el camino a la legítima supremacía de los Hijos, y por tanto se designan como objetivos a eliminar. La mayoría trata de no matar a los seguidores de su deidad y se conforma con desacreditarlos o incapacitarlos para obligarlos a retirarse.
La Tormenta del Caos[]
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo se basa en la campaña mundial de La Tormenta del Caos, que ha sido sustituida por la de El Fin de los Tiempos.
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Los líderes de los Hijos ven en la guerra contra Archaón una oportunidad, y en los problemas del culto ortodoxo una señal de que ha perdido el favor de Ulric (que, naturalmente, pertenece a sus Hijos). El tema de discusión en la secta es ahora si ha llegado o no el momento de actuar; entre tanto ya se está planeando “purifica” el culto asesinando al Ar-Ulric y al graf Boris.
Contra el culto sigmarita[]
Hay una facción radical dentro de los Hijos que incluso niega la divinidad de Sigmar, pues afirma que el mito de su ascensión a deidad es una mentira o un engaño para ocultar sus influencias demoniacas. Algunos Hijos de Ulric persiguieron activamente a los que consideraban que no eran de sangre pura y teutógena, y todos se oponían implacablemente al creciente poder del intruso sureño Sigmar y sus sacerdotes
Como la Herejía sigmarita ha levantado su fea cabeza en los últimos meses y las tensiones norte-sur (tanto religiosas como de otro tipo) han crecido hasta su peligroso nivel actual, los Hijos de Ulric se han vuelto más activos, y aparentemente más organizados. Han aumentado en número y gravedad las atrocidades contra la minoría sigmarita en Middenland, Nordland, y las zonas circundantes, y los ataques a las diligencias y caravanas mercantes que viajan al norte desde Altdorf, hasta el punto de que el Gran Teogonista ha convocado un congreso de emergencia de sacerdotes y eruditos sigmaritas para discutir la Herejía sigmarita y buscar algún compromiso permanente para restaurar la paz.
En este momento no está claro si los Hijos de Ulric están realmente detrás de la escalada de violencia, o si otros grupos de fanáticos religiosos, separatistas del norte y bandidos oportunistas se han apropiado de su nombre. Lo que está fuera de toda duda es que su nombre nunca ha sido tan prominente ni tan temido.
Reclutamiento[]
Los Hijos reclutan a sus miembros con mucho cuidado y en secreto. Sólo admiten a hombres y mujeres de familias ulricanas establecidas y del norte, y únicamente tras un cuidadoso escrutinio que asegure su devoción fanática a Ulric. El adiestramiento y la adoración tienen lugar en lugares ocultos: las cámaras del sótano de mansiones nobles, almacenes y granjas abandonadas, o cualquier otra parte. El entrenamiento supletorio se desarrolla en las espesuras del Bosque de las Sombras y el Drakwald, donde los reclutas han de demostrar su valentía matando bestias salvajes con las manos desnudas y los dientes. Cuando los iniciados que fracasan en estas pruebas no mueren en el intento, suden morir en combate con quien los reclutó en un esfuerzo por limpiar la mácula de su honor.
Desde que fueran prohibidos, los Hijos se han vuelto muy hábiles y discretos, ocultándose entre la población e incluso ocupando altos cargos en el propio culto de Ulric. Buscan debilitar desde dentro la ortodoxa jerarquía y el poder del graf, hasta que puedan hacerse con el poder y establecer una teocracia.
Nota Aclaratoria[]
Debido a las traducciones de algunas ediciones españolas, esta secta podía ser confundida con una raza de licántropos, que también recibieron el nombre de Hijos de Ulric. Esto se debe a que en inglés a los licántropos se conocen como "Children of Ulric", mientras que la organización religiosa es "Sons of Ulric", pero ambas se traducen al español como "Hijos de Ulric" en español. En la 4ª edición española la raza de licántropos fueron renombrada como Vástagos de Ulric para evitar confusiones.
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Herederos de Sigmar (2ª Ed. Rol), pág. 41.
- Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición, pág. 187.
- Warhammer Fantasy JdR: Tomo de Salvación (2ª Ed. Rol), pág. 109.
- Warhammer Fantasy JdR: Middenheim: La Ciudad del Lobo Blanco (4ª Ed. Rol), pág. 138.
- Warhammer Fantasy JdR: Compendio de El Poder tras el Trono (4ª Ed. Rol), pág. 49.