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El Barón Heinrich von Torlichhelm fue elegido para el puesto de Gran Maestre de los Caballeros Pantera tanto por su diplomacia como por su pureza de fe. Se ha visto obligado a mediar en innumerables disputas entre sus propios caballeros y los del Lobo Blanco, ya que los Ulricanos tienen una memoria muy larga y se sabía públicamente que el predecesor de von Torlichhelm fuera un peón involuntario del Caos. Como resultado, los Lobos Blancos acusan frecuentemente a los Caballeros Pantera de otorgar misericordia a los mutantes y sectarios, lo que solo los impulsa a una mayor violencia. La indignidad sufrida por los Caballeros Pantera se ha convertido en algo así como una broma privada entre los Lobos Blancos. Torlichhelm mismo es un devoto seguidor tanto de Sigmar y como de Ulric, y era conocido antes de su elección como un generoso benefactor de ambos cultos.
Los Sigmaritas más celosos entre los Caballeros Pantera creen que von Torlichhelm fue elegido puramente para apaciguar a los Ulricanos, a los que consideran deshonrosos. Con todo, en general, von Torlichhelm ha logrado un progreso significativo haciendo las paces. Animó a los Caballeros Pantera a exhibir cabezas de Hombres Bestia en sus yelmos en lugar de los felinos tradicionales, y convenció al Graf de que designara a un hijo del Mariscal de Midden para la guardia de honor de sus Caballeros Pantera. El mayor desafío de Von Torlichhelm será preservar las antiguas tradiciones de los Caballeros Panteras durante este período de cambio.