Heinrich Kemmler

Heinrich Kemmler, es uno de los personajes especiales más antiguos de Warhammer, pues apareció por primera vez en la segunda edición de Warhammer, en la campaña "Terror of the Lichemaster" junto con Krell.

Historia[]

Heinrich Kemmler arde con sus ansias de poder. Después de reconocer los límites que la mortalidad le ha mostrado estos últimos años, Kemmler ha dedicado su vida a superarlos. Se sumergió en el mundo de la nigromancia desde joven, y para cuando contaba cuarenta años ya era capaz de levantar cementerios enteros de cadáveres que cumplieran sus órdenes.

Kemmler se convirtió en un Nigromante muy poderoso y temido, que recorría toda torre de hechicería y cada templo antiguo que pudo encontrar en su búsqueda por las verdades oscuras. Kemmler estuvo en lo más alto durante varias décadas, pero rivales ambiciosos juraron no descansar hasta destruirle y usurpar su poder. Cuando todos aquellos a los que Kemmler había derrotado se unieron, demostraron ser más poderosos que este señor de los muertos. En la batalla de las Diez mil Calaveras, los enemigos de Kemmler casi consiguieron matar al Señor de Nigromantes. A pesar de que consiguió dispersar a sus atacantes con un hechizo de confusión, su cuerpo y su mente habían quedado rotas durante la batalla.

Durante varios años, Kemmler vagó por las Montañas Grises y los Reinos Fronterizos como poco más que un pordiosero medio loco. Por un golpe del destino, descubrió la tumba de Krell, un campeón del Caos muerto hace tiempo, cuyo mausoleo era tan fantástico que se elevaba muchos metros hacia el cielo. Aquí es donde Kemmler firmó un terrible pacto con los dioses. Le devolverían su anterior poder y a cambio Kemmler juró que mataría y destruiría en su nombre. Actualmente, el nombre del Señor de Nigromantes despierta el terror en los corazones de la gente sencilla una vez más, y el relato de sus actos es susurrado y repetido por todo el Viejo Mundo.

Heinrich mide un poco menos de un metro ochenta, y tiene un pelo largo y sucio de color blanco. Bajo las ropas de Kemmler se esconde un cuerpo lleno de cicatrices, cortes y señales producto de sus años de locura. Va tapado con larga capa oscura que se arremolina y mueve con vida propia, que puede transportar a su portados entre el velo de ambos mundos. Cuando se dirige a la batalla, una mano va equipada con el Filo Funerario del Caos, que le fue otorgada cuando selló su innombrable pacto con las fuerzas del Caos, y en la otra sostiene su Báculo del Cráneo, un mortífero objeto mágico rematado en un cráneo que parlotea y balbucea constantemente.

A pesar de que no es consciente de ello, los caminos que Kemmler recorrió por las montañas estaban sutilmente guiados por el espíritu de Nagash, como parte de un plan malvado en el que liberaría a Krell para unirle a él en las fuerzas de los No Muertos. Los planes de Nagash han sufrido un pequeño revés por las numerosas bajas que los ejércitos del Señor de los Muertos sufrieron en la Batalla de la Abadía de Maisontaal, pero con el tiempo seguro que le reportarán pingües y terribles beneficios.

El Fin de los Tiempos[]

El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

La Batalla de la Maisontaal[]

Kemmler había sido durante mucho tiempo una plaga sobre Bretonia, y cuando se unió a fuerzas con Krell se convirtió en algo mucho más peligroso.

Con la dirección de Arkhan el Negro, ayudaron en el fallido golpe de Mallobaude, y saquearon las tierras devastadas por la guerra civil. Aunque Kemmler y Krell eran notorios en Bretonia, nadie puede decir con certeza cuál de los dos era el que guiaba la fuerza. Eventualmente como en otras batallas de La Maisontaal, Krell estaba obligado a la voluntad de Kemmler, como un mero observador. En otras ocasiones, los supervivientes insistieron en que el alma en pena era el maestro y el nigromante su esclavo.

La Batalla de La Maisontaal.

Trasfondo Antiguo de Rol[]

Trasfondo Antiguo

El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo posee cierta antigüedad, por lo que ha podido quedar obsoleto y/o ha dejado de ser canon en revisiones oficiales más recientes.

El trasfondo de Kemmler la aventura El Señor de los Nigromantes de la primera edición Warhammer Fantasía el juego de rol, tiene diferencias y conflictos de canon.

Orígenes[]

La carrera de Kemmler comenzó hace más de un siglo, cuando este comenzó sus estudios en la Universidad de Nuln. Kemmler, poseedor de una naturaleza solitaria y reservada, se interesó en aquellas artes mágicas arcanas cuya practica forzaba a un hombre en cualquier lugar civilizado a estudiarlas en secreto: la nigromancia, la transmutación mágica de la forma y la sustancia de las cosas vivas, además de otros muchos horrores. Kemmler, con el paso de los años y las décadas, se hacía poderoso al tiempo que su depravación crecía, hasta que un día el laboratorio secreto situado en su residencia fue descubierto por las autoridades.

Kemmler luchó para escapar del destacamento de los milicianos enviados para arrestarle. Muchos de ellos huyeron al ver que sus camaradas muertos se alzaban para atacarles bajo las órdenes de Kemmler. Kemmler escapo de la ciudad antes de que sus hechiceros más poderosos le pusieron las mano encima, y huyó rio abajo por el Reik, con pocas horas de ventaja sobre los hechiceros y cazadores de brujas enviado para matarle. Mientras la alarma se extendía por el Reik mediante la cadena de torres semáforo que une Nuln y Altdorf, Kemmler vio que se estrechaba el cerco sobre él. Emprendió la marcha al oeste huyendo hacia las Montañas Grises, hacia el paso de Helmgart y Bretonia.

En las montañas, Kemmler llegó al monasterio de La Maisontaal. Los monjes que allí había le recibieron con cortesía y él pensó que, al fin, había encontrado un refugio seguro durante un tiempo. Pero estaba equivocado. René de Muscadet, el Abad de La Maisontaal, era un hechicero de cierto poder y estaba bien informado. De Muscadet pilló a Kemmler desprevenido. Pero la mayor desgracia para el nigromante fue que De Muscadet le golpeó con una Vara Purificación Etérea, un raro y poderoso objeto mágico que privó de manera permanente al nigromante de todo su poder mágico. Enloquecido de furia, disminuido física y mentalmente, Kemmler consiguió escapar sólo gracias a un Anillo de Vuelo. Huyó hacia las montañas y De Muscadet pensó que había acabado con él, aunque Kemmler seguía con vida, su poder se había roto y pronto sería llevado ante la justicia. Se enviaron grupos de búsqueda hacia las montañas pero no se encontró rastro de Kemmler, y se le creyó muerto.

Resurgimiento[]

Kemmler no murió en las montañas, pues anduvo perdido durante años, animado sólo por el odio y la idea de venganza. En las zonas altas de las Montañas Grises, cubiertas de pastos en verano, se propagaron las historias del Fantasma de los Riscos: una figura divisada ocasionalmente por pastores que cuidaban de sus ovejas en los altos páramos y que se recortaba contra el cielo mientras deambula entre los elevados picos. Vivía de la carroña y del robo de gallinas de las granjas aisladas de las tierras altas, hasta el tempestuoso día que todavía está por venir.

Ese día se encontrará por casualidad con un túmulo funerario, en lo alto del valle Frugelhorn. Allí, un Demonio que antiguamente había ayudado a Adolphus Zwemmer, realizará a Heinrich Kemmler una oferta que no podrá rechazar. A cambio de su servicio, el Demonio le devolverá su poder perdido y le dará los medios para vengarse.

leer más: Contrato Mortal.

[En construcción, disculpe las molestias]

Objetos Mágicos[]

Espada Funeraria del Caos.
Capa de Niebla y Oscuridad - Kemmler esa rodeado de una capa oscura que aletea en el aire con vida propia, permitiendo que el cuerpo de Heinrich se funda en una niebla oscura que se desplaza por el campo de batalla.
Báculo del Cráneo - Las mandíbulas del Báculo del Cráneo castañean y rechinan sus dientespara advertir a Kemmler de la proximidad de la magia enemiga, ya sean hechizos utilizados contra él, o de los objetos mágicos ocultos en las cercanías.