Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Handrich
Handrich por Tony Ackland WD121

Detalles
Sede del culto Marienburgo, con pequeñas capillas por todo el Imperio
Líder del culto Sumo sacerdote Simón Goudenkruin de Marienburgo
Principales órdenes No se conocen
Principales festividades Ninguna, aunque Marktag se considera un día sagrado
Libros sagrados Die Kunst der Gier, Todos los que Brillan
Símbolos sagrados Disco de oro, dedos cruzados, un almacén con las puertas abiertas

Handrich es el dios del comercio y patrón de los comerciantes. Sus fieles consideran que la prosperidad terrenal es una señal del favor de su dios. Según el dicho, a un hombre de negocios astuto “Handrich le habla al oído”.

Descripción[]

Handrich es un dios menor que goza de cierta popularidad entre comerciantes, mercaderes, burgueses y demás individuos que obtienen beneficios mediante transacciones comerciales. Aunque la mayoría de los campesinos opinan que todos los hombres de negocios son unos estafadores, los adoradores de Handrich están más interesados en prosperar mediante el comercio; lo que beneficia al mercader también suele beneficiar a quienes le rodean.

Fuera de Marienburgo (donde se encuentra la sede del culto y su influencia es mayor), mucha gente confunde a Handrich con un aspecto de Ranald conocido como el Negociador. Sin embargo, para quienes conocen la verdad la distinción es evidente: Handrich es el dios de los negocios legítimos, mientras que Ranald es venerado por ladrones, contrabandistas y timadores (aunque existen numerosos ejemplos en ambos lados que demuestran que esto no siempre es así). Existe una sana rivalidad entre ambos cultos que por el momento no ha provocado reacciones violentas, aunque el robo, los tratos clandestinos y demás trucos sucios se consideran prácticas válidas.

Símbolo[]

Maestre del Gremio por Pat Loboyko

El principal símbolo de Handrich es un disco de oro, que comúnmente se interpreta como una moneda. La moneda no tiene efigie: está en blanco por ambas caras, ya que todas las monedas, sin importar su procedencia y acuñación, pertenecen a Handrich. Los miembros de su culto suelen llevar una moneda de este tipo en el bolsillo o colgada del cuello para mostrar su devoción por la deidad.

Otro símbolo de Handrich es una mano con los dedos cruzados (el mismo que suele asociarse a Ranald). Esto ha sido la manzana de la discordia para los fieles de Handrich y los de Ranald el Negociador, pues cada uno de ellos reivindica el símbolo para su culto. En Marienburgo, los devotos de Handrich muestran este gesto secreto a sus compañeros utilizando la mano derecha, mientras que los seguidores de Ranald emplean la izquierda. Sin embargo, las confusiones entre ambos son muy frecuentes, y ya se han producido varios altercados cuando los miembros de un culto han utilizado por error este saludo con adoradores del culto rival.

Otro símbolo frecuente es un apretón de manos, que representa un trato justo.

Área de Culto[]

Por lo que en general se le adora en todo el Viejo Mundo, sin embargo, con diferentes nombres. Handrich es el nombre imperial y el más conocido pero tiene conocido por una serie de nombres por todo el Viejo Mundo: Handrich también es conocido como Haendryk, en las Tierras Desoladas se le denomina Handrijk, Affairiche en Bretonia, Prospero en Estalia y Mercopio en Tilea.

Comerciante

El culto a Handrich se localiza principalmente a las ciudades más grandes, donde el comercio es una actividad importante y vital, por lo que el culto a Handrich se da principalmente en la ciudad-estado de Marienburgo, donde ha demostrado ser tremendamente popular; incluso llega a eclipsar la importancia del mismísimo Manann. Ningún mercader de la ciudad que se precie de serlo pasaría por alto la oportunidad de realizar una ofrenda al Dios del Comercio.

Fuera de Marienburgo, Handrich puede encontrarse en las mayores ciudades del Imperio. Posee un pequeño templo en Altdorf, aunque hay planes para ampliar el edificio o crear una estructura nueva y más grande en el futuro. En otras ciudades hay santuarios consagrados a Handrich en los alrededores de los mercados públicos y en los hogares de los mercaderes. Los fieles devotos de Handrich están encantados de predicar su palabra mientras se dedican a sus negocios cotidianos de compraventa.

Handrich también es popular en Estalia, Tilea y algunas de las ciudades-estado de los Reinos Fronterizos, y esta popularidad está aumentando a un ritmo constante. Los pueblos y ciudades que desconfían o persiguen a los miembros del culto de Ranald son mucho más propensos a abrir sus puertas a los adoradores de Handrich. Por este motivo, los seguidores de Ranald suelen robar los colgantes de los devotos de Handrich para fingir “legitimidad”.

Culto[]

Es adorado generalmente por todos aquellos que se dedican a la actividad comercial, siendo su culto especialmente fuerte en la ciudad de Marienburgo, donde también se encuentra el mayor templo dedicado a esta deidad.

Bretonia Comerciantes por Christophe Swal

En muchas ciudades, el culto tiene lazos con los gremios comerciales locales. Los miembros aceptados en el culto siempre deben seguir una de las formas de comercio. Sus fieles son sobre todo mercaderes, comerciantes y buhoneros (en algunos sitios, suponen el 90% de todos los creyentes). Es poco usual que se acepte en el culto a alguien que no haya practicado alguna carrera mercantil. El nivel económico es el principal factor a la hora de determinar la categoría dentro del culto: después de todo, la prosperidad es una señal del favor del dios.

El culto de Handrich se organiza en hermandades y sociedades secretas compuestas por mercaderes y burgueses adinerados. Los objetivos de estos grupos pasan por fomentar un espíritu competitivo, obligar a los rivales a abandonar sus negocios y alcanzar la comprensión espiritual que deriva de la comunión con sus camaradas y con la propia deidad. Estos grupos están extremadamente jerarquizados, y es preciso superar diversas iniciaciones antes de acceder al círculo interior. Muchos miembros creen que están uniéndose a una especie de gremio e ignoran las conspiraciones que se urden entre bambalinas. Sin embargo, el circulo interior del culto trabaja fijando precios, reduciendo impuestos y recaudando más dinero para la construcción de templos, así como extendiendo la palabra y la influencia de Handrich. Se rumorea que los miembros de más alto nivel practican magia ritual para incrementar sus riquezas.

Ritos de Iniciación[]

Los ritos de iniciación del culto han sufrido cambios. Desde su inicio, los futuros iniciados presentaban una ofrenda a un sacerdote local. Luego, el sacerdote establecía un examen matemático para asegurarse de que pudieran mejorar (algunos especulan que la dificultad de esto dependía de la ofrenda). Una vez que el sacerdote estaba satisfecho, se instruía al iniciado en los principios de Handrich, antes de ser colocado en una caravana comercial para experimentar el comercio por sí mismo.

Una vez terminado este período de viaje, el iniciado regresaba al templo y presentaba al sacerdote una ofrenda mayor. Luego se enfrentaban a una prueba final. Por lo general, completaban un trato comercial difícil, como vender pescado a los pescadores o persuadir a un sacerdote de Sigmar para que vendiera su martillo. Esto les valió un lugar completo dentro de la orden, al igual que Handrich se ganó su divinidad.

El Sumo Sacerdote Simón Goudenkruin presentó recientemente "La Pirámide de Oro". Aquellos que tienen una gran riqueza, argumenta, ya cuentan con el favor de Haendryk, y es una arrogancia poner a esas personas bendecidas a más pruebas. Por lo tanto, a cambio de una ofrenda mucho mayor, una persona puede unirse al culto y convertirse en sacerdote completo sin pasar por las pruebas. Sin embargo, si desean avanzar, deben introducir a otros en el culto, quienes también deben comprar su entrada. Esto ha triplicado las ganancias del templo, y las familias, incluso fuera de Marienburgo, están enviando niños para asegurar posiciones ventajosas. A algunos les preocupa que tales prácticas sean insostenibles, pero hasta ahora ha demostrado ser un gran éxito.

Carácter[]

Casa de Comercio

Handrich está representado como un comerciante entrado en la mediana edad, con aspecto regordete, vigoroso, alegre y jovial y, obviamente, muy próspero, que disfruta adquiriendo riquezas tanto como gastándolas. Es un vendedor consumado: carismático, locuaz y simpático, y no parece tratar a sus creyentes como adoradores, sino más bien como socios. Handrich es astuto en sus transacciones y espera que sus devotos sean más listos y rápidos que aquellos con quienes negocian. Sus seguidores creen que Handrich vigila toda transacción y negocio. También se fomenta la celebración de obras benéficas, aunque a menudo tienen un propósito secundario, como evadir impuestos o evitar que se inspeccione la mercancía.

Pero Handrich también tiene un lado negativo: es una deidad avariciosa y manipuladora que propugna el ideal de que el fin justifica los medios. A ojos de Handrich, si te beneficias de la estupidez o la ignorancia de alguien, debes invertir las ganancias en mejores negocios. Se exhorta a los miembros del culto a presentar esta doble apariencia: han de mostrarse respetables de cara al público a la vez que los despluman fijando precios y fingiendo escasez.

Amigos y Enemigos[]

El culto está en buenos términos con el resto del panteón del Viejo Mundo, con la excepción del culto de Ranald, que suele causarles muchos problemas (especialmente robos y humillaciones por parte de sus adeptos). En particular tienen rivalidad con la secta de Ranald el Negociador, ya que se percibe como un competidor. Aún así, algunos comerciantes adoran a Ranald para que les de buena suerte en sus negocios. A los cínicos no les sorprende: para ellos, Handrich y Ranald son dos caras de la misma moneda.

¿Es Handrich un aspecto de Ranald?[]

A pesar de que Handrich es una deidad relativamente nueva, nadie ha confirmado si se trata o no de un aspecto de Ranald. En casi todo el Imperio están considerados como la misma divinidad, aunque se rinde culto a ambas identidades sin darle mayor importancia. Quienes viajan a los confines más remotos del Imperio se esfuerzan por mostrar las diferencias entre estos dioses, y poco a poco la distinción entre ambos está siendo cada vez más aceptada. De hecho, debido al auge de la clase media (compuesta por mercaderes y burgueses), posiblemente sea el culto de Handrich el que más rápidamente se esté extendiendo por todo el Imperio.

En Marienburgo, sin embargo, la división entre ambos dioses es muy distinta. Los dos tienen sus propios templos, cada uno de los cuales trata de superar al otro en términos de tamaño y derroche de riquezas. Los adoradores de Handrich muestran abiertamente su símbolo, mientras que los seguidores de Ranald lo mantienen bien oculto. Ambos ejercen aproximadamente la misma influencia en la política local, aunque el culto de Handrich es más transparente en sus relaciones.

El pueblo llano prefiere mucho más a Ranald que a Handrich, pues opinan que éste último es sólo otra figura de autoridad más que pretende arrebatarles sus monedas; al menos Ranald no disimula su ansia de dinero, pero Handrich no hace más que aumentar los precios para conseguirlo. Algunas personas consideran que lo más aconsejable es adorar a ambas deidades para hacerse con su favor, aun teniendo en cuenta el hecho de que posiblemente sean la misma. Después de todo, el Imperio está lleno de dioses a los que se debe reverenciar, ¿qué mal puede haber en reconocerlos a los dos?

Templos[]

Handrich

Sólo los templos de las grandes ciudades tienen clérigos dedicados, los servicios religiosos en las demás capillas y altares los dirige un hermano seglar, normalmente un miembro importante del Gremio de Mercaderes. Los templos se componen de una sala principal con un ábside semicircular en el que hay capillas privadas y un ofertorio donde se hacen las ofrendas. Pocas ciudades pequeñas tienen un templo de Haendryk; en su lugar el culto se realiza en una capilla aneja a la sede del Gremio de Mercaderes. Muchos mercaderes y comerciantes tienen en su casa altares privados, y algunos buhoneros en su carro. Una forma común de altar es una reproducción de un almacén pequeño, en arcilla o madera, con puertas que al abrirse revelan una estatuilla del dios.

Reliquias[]

Se dice que, tras la ascensión de Handrich, cada moneda que tocó en su vida tomó su huella dactilar. Estas monedas - casi invariablemente de oro - aunque también se ha informado de otras de menor valor, son muy apreciadas por el culto y se guardan en relicarios ornamentados con joyas, o se convierten en talismanes que usan los sacerdotes de alto rango. La regla vigente es que cualquier miembro del culto que encuentre uno debe devolverlo al gran templo de Marienburgo, pero hay más de unas pocas capillas distantes que encuentran que poseer uno es una buena atracción para los peregrinos.

La práctica Imperial de honrar las calaveras de los santos no encontró en un principio mucho favor entre los seguidores de Handrich, dado que el suyo es un dios totalmente dedicado a la vida material. Desde entonces, estas reliquias han comenzado a ganar popularidad como un medio para mostrar la riqueza lograda a lo largo de la vida. Muchos comerciantes dejan grandes sumas de dinero para preparar sus cráneos con plata y colocarlos en osarios dedicados, donde cualquiera que los vea sabrá que aquí yace alguien que realmente siguió el ejemplo de Handrich.

Incluso los comerciantes que no solicitan este tratamiento pueden encontrarse decorando un estante de la capilla, y sus familias se dan cuenta de que es útil ser vistos como influyentes y lo suficientemente ricos como para permitirse un lugar tan honrado para los difuntos.

Días Festivos[]

En las ciudades portuarias, el día santo de Handrich es el primer día de la primavera de vela, el inicio de la temporada de navegación, está tradicionalmente consagrado a Haendryk, auspiciando un buen año para el comercio. En otros lugares, el Marktag (“Día del Mercado”) es un día de culto para los fieles, y las ferias y mercados suelen empezar con una ceremonia para los mercaderes locales en una capilla próxima.

Creencias[]

Templo de Haendryk por Ralph Horsley

Existen diversas teorías mitológicas en cuanto a su origen. En algunas teorías, se relaciona con alguno de los otros Dioses. En el dogma oficial del culto en Marienburgo por ejemplo, dice que es hijo de Manann, algo bastante razonable a tener en cuenta la dependencia del mar del comercio de la ciudad. Otros dicen que es el hermano menos imaginativo de Ranald.

En otros mitos, se dice que nació siendo un mortal pero que adquirió su estatus divino gracias a su habilidad sobrenatural con los negocios. Según otra variante de esta teoría, era el hermano mortal de Ranald que compró su divinidad ofreciendo a los dioses un negocio que no podían rechazar, y, al contrario que Ranald, cumplió su palabra.

Los Marienburgeses afirman que nació en su ciudad; más de una de las ricas familias de mercaderes, incluyendo alguna de las Diez, han contratado eruditos para que tracen su linaje hasta “Papá Handrich”.

Preceptos[]

Prácticamente todos los devotos de Handrich son mercaderes o están implicados de alguna forma en un negocio que les proporciona beneficios. Como resultado, muchos de sus preceptos son propios de un gremio mercantil, aunque los miembros del culto se toman mucho más en serio sus obligaciones.

  • Consigue algún tipo de beneficio cada día: Un seguidor de Handrich debe asegurarse de que el día sea rentable. Se prefiere el dinero, pero las ganancias pueden significar muchas cosas dependiendo de la persona. Lo importante es que el adorador debe actuar para su propia ganancia neta, ya sea cerrando un trato comercial importante o haciendo que los compañeros compren la próxima ronda de bebidas. Se entiende que cuanto mayor es la posición de una persona, más demanda Handrich de este precepto.
  • Si te asocias a una persona para algún negocio, has de sellar un pacto con ella.
  • Haz donaciones benéficas, pero dentro de lo razonable: Handrich se ganó su divinidad y menosprecia a cualquiera que no esté dispuesto a hacer lo mismo. Si bien los seguidores de Handrich están llamados a compartir sus ganancias en beneficio de la sociedad, no debe ser de una manera que Handrich considere que fomenta la pereza. Un sacerdote de Handrich nunca le daría dinero a un mendigo para cobijo, por ejemplo. En cambio, podrían dirigirlos a una casa de trabajo para ganarse la vida y contribuir al funcionamiento de la institución. Algunos en el culto interpretan esto como una condena de los impuestos, que ven como gobiernos que toman dinero que no es suyo por derecho. Cumplen con esta restricción presionando a las figuras políticas para que promulguen recortes de impuestos, lo que les permite distribuir su dinero como mejor les parezca.
  • No recurras nunca a la violencia para obtener ganancias.
  • No permitas que descubran ninguna de tus mentiras hasta haberte marchado del pueblo: El Culto de Handrich prohíbe los tratos falsos, ya que el engaño erosiona la confianza en la que se basa todo el comercio. Los seguidores no pueden oscurecer el valor de sus productos, ni vender algo a lo que no tienen derecho. Si bien deben tratar con sinceridad, esto no es lo mismo que tratar con honestidad. Los seguidores son libres de exagerar los beneficios, olvidarse de mencionar las complicaciones o usar la información a su disposición para tomar ventaja. Mentir para obtener una ventaja sería una violación de este mandamiento, pero usar información privilegiada sobre la situación financiera de un competidor no lo haría.
  • Obtener siempre el mejor trato: El comercio es un acto sagrado, una pura competencia de ingenio con un solo vencedor. Por lo tanto, un seguidor de Handrich siempre debe obtener el mejor trato posible, independientemente de las circunstancias. Si una persona está buscando comprar grano, debe pagarlo. El hecho de que su aldea se esté muriendo de hambre no debería justificar un trato misericordioso. Sin embargo, la mejor oferta no siempre significa la más rentable. Después de todo, si tomas todo lo que tiene una persona, ¿quién negociará contigo la próxima vez? A veces, el mejor trato es el que construye relaciones y deja a todos contentos, de modo que se puedan extraer más ganancias en el futuro.

Fuentes[]

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