Hallt es un pueblo aislado que se encuentra en el fondo de la cuenca de las Montañas Grises, donde confluyen dos de los afluentes del río Schilder.
Descripción[]
Hallt es un pueblo principalmente agrícola, que produce lúpulo, maíz y calabazas, y es conocida por la lana que se obtiene de sus rebaños de ovejas. Muchas de las granjas locales llevan sus productos a Hallt para comercializarlos en lugar de ir al pueblo más grande de Eilhart. Hallt es también el último pueblo antes de que los viajeros se adentren en las montañas. Las posadas son acogedoras para los viajeros, conocidas por ofrecer buena comida, principalmente a base de calabaza, y cálidas mantas de lana, aunque no son baratas.
Hallt se asienta sobre dos afluentes que desembocan en el Reik; ese flujo constante de agua permite el giro de los molinos que muelen el grano para la cerveza bien lupulada por la que Hallt es conocido. Por lo tanto, la población es próspera, pero aislada.
La alguacil Elva Fellgiebel supervisa el pueblo. Su difunto marido, Karsten, ocupó el cargo de alguacil durante veintiséis años, pero a su muerte su joven esposa asumió el puesto. Los habitantes del pueblo se refieren a ella como ‘su señoría’ como muestra de respeto. Elva vive gracias a sus tierras y a la elaboración de cerveza. Alquila varias morgen (= un morgen son dos tercios de acre) de buenas tierras a los agricultores locales. Es propietaria de la mayor fábrica de cerveza del pueblo, que también le reporta considerables ingresos.
A medida que uno se adentra en el verde valle en dirección a Hallt, un alto y antiguo molino de viento domina el paisaje. Hay grandes y viejos hitos de piedra por todo el valle y en la propia población, monumentos perdurables de la fe que impregnaba estas tierras antes de la ascensión de Sigmar. Las antiguas piedras llevan inscritas runas que señalan que Hallt fue en su día un lugar importante para las tribus que precedieron al Imperio, aunque unas cuantas están dañadas, ya sea por el paso del tiempo o por la extracción de materiales de construcción por parte de los despreocupados lugareños.
El bullicioso pueblo está rodeado de imponentes murallas de piedra. Dentro de sus límites hay varias posadas, un templo sigmarita, un ayuntamiento y un mercado cubierto. También cuenta con una serie de grandes almacenes de grano con cervecerías adyacentes, de las que emana el embriagador olor de diferentes tipos de cerveza, cada una con el característico y amargo olor del lúpulo favorito de los cerveceros.
Incluso en estos meses de invierno, cuando muchos pueblos estarían tranquilos y con el comercio casi parado, Hallt sigue siendo un hervidero de actividad. Esta es la época del año en la que los granos que se han cosechado se convierten en las finas cervezas por las que Hallt es conocido, y a medida que el año llega a su fin se consumen los primeros barriles, utilizados en bebidas calientes y especiadas. Se enciende una hoguera y se realizan ofrendas a Sigmar, Taal y quizá a otros poderes, para alejar a los espíritus malignos y dar la bienvenida a la llegada de los días más largos y la primavera.
Como pueblo dedicado a la elaboración de cerveza, también hay una historia de herboristería y alquimia en Hallt, con elixires destilados localmente y bálsamos medicinales enviados a todos los rincones del Imperio.
Lugares de Interés[]
El Sapo Tranquilo[]
Templo de Sigmar y Cementerio[]
El padre Lothar Schmitt reside en el templo, aunque también deambula por el mercado ofreciendo bendiciones. Dentro del templo hay un pequeño santuario a Magnus el Piadoso.
Lothar también se encarga de dar sepultura a los muertos. Aunque tales deberes recaerían normalmente en un sacerdote de Morr, Hallt depende de los sacerdotes de Morr itinerantes para atender a los muertos, por lo que los caídos serán enterrados hasta que uno pase por aquí.
Granja de Hunfried Mauss[]
La granja de Hunfried es típica de la región: una casita rural de dos dormitorios enclavada al abrigo de una pequeña colina, con campos de cebada, lúpulo y, por supuesto, calabazas a su alrededor. Los campos no se han cuidado adecuadamente durante algún tiempo, aunque los vecinos se han esforzado por cuidar los cultivos de invierno que ellos mismos podrían cosechar; al fin y al cabo, es poco probable que la familia Mauss los eche de menos ahora.
El interior de la granja está escasamente decorado, aunque abundan los fetiches a los dioses locales de la fertilidad, muchos de los cuales presentan una figura humanoide adornada con plumas arrancadas que parece moverse por la habitación cada vez que alguien se da la vuelta. En cualquier caso, son inofensivos.
Molino de Viento[]
El molino es una vieja y desvencijada estructura de piedra, con las pesadas puertas y ventanas de madera encadenadas y cerradas. La piedra de la que está hecha fue tallada a partir de los hitos de la zona, y cualquiera que haya visto una de estas piedras erguidas de cerca se da cuenta, ya que todavía se pueden ver algunos de los grabados en algunos bloques. Si se observan con atención, las cadenas y las cerraduras son claramente nuevas, y la puerta está en buen estado en comparación con el resto del edificio.
En el molino hay un amasijo de sacos de cereales enmohecidos junto a los mecanismos y las grandes piedras de moler. Un mecanismo abre una trampilla oculta en el suelo. Conduce al santuario utilizado por la secta el Consejo de Vicisitud. La cámara está dominada por un círculo de runas alrededor de su centro y con una gran cantidad de pociones esparcidas por todas partes. También hay un banco de trabajo, ocupado por varias piezas de cristal utilizadas para la alquimia.
Aún más espeluznante es la colección de cabezas cortadas. Todas tienen la boca cosida. Las energías de las líneas Ley bajo el santuario hacen que estas cabezas en descomposición se agiten, sus ojos se muevan y sus bocas murmuren incomprensiblemente a través de las costuras. Si se les corta el hilo de las bocas, lo que dicen las cabezas se hace comprensible: narran el relato de su muerte.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR: El Infierno Cabalga Hacia Hallt (4ª Ed. Rol), págs. 4-5, 10, 15, 16, 17 y 19.