
"Ningún Troll, Orco o escoria Grobi conseguirá detenerme. Esta vez..."
- —Halkenhaf Barbapiedra
Durante la Era de la Aflicción, una época de franco declive para el reino de los Enanos, Halkenhaf Barbapiedra y sus aliados lograron resistir las primeras oleadas y ataques contra Karak-Ocho-Picos. Como otros guardianes antes que él, Barbapiedra era un guerrero temible, célebre porque, en la batalla, movía su hacha con tal celeridad que esta apenas era visible a simple vista, como si de las hélices de un Girocóptero se tratara. Al final, los demás guerreros que defendían la fortaleza junto a él acabaron cayendo, lo que lo convirtió en el último Enano en pie. Barbapiedra se negó a dejar su puesto y siguió luchando, hasta que fue asesinado, y masticado, por un Troll hambriento. De él se cuenta que siguió haciendo girar su hacha en un frenesí de sangre y enemigos muertos hasta que el monstruo pudo engullirlo por entero. Una vez muerto el defensor, la fortaleza no tardó en caer.