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Grimgor Piel'ierro por Adrian Smith

"Voy a haceroz fozfatina. Voy a machakaroz todoz loz huezoz. Voy a kemar todoz vueztroz puebloz y ziudadez. Voy a golpear vueztraz kabezaz, voy a romper vueztraz karaz y zaltaré y zaltaré zobre lo ke kede de vozotroz. Y zerá entonzez kuando entendáiz lo ke kiero dezir."

Grimgor Piel'ierro, Kaudillo Orco Negro

Nadie sabe mucho del pasado de Grimgor Piel'ierro antes de que irrumpiera desde los Desiertos Marchitos con los Inmortalez, su escolta sedienta de sangre. Estaban cansados y hambrientos, pero eran Orcos Negros por encima de todo, y además de los más duros. De modo que procedieron a imponerse sobre una tribu de Pieles Verdes tras otra hasta establecerse rápidamente como fuerza dominante en la región. A las tribus que lucharon bien, como los Rompekraneoz, les permitieron irse renqueantes, pero la mayoría, como los Goblins "Pikahuezoz" o los "Lanzas Rojaz", fueron aniquiladas. En poco tiempo, las tribus más formidables de ambos lados del norte de las Montañas del Fin del Mundo seguían a Grimgor o habían caído bajo el peso de su hacha ensangrentada.

Descripción[]

Grimgor Piel´ierro Karl Kopinski

Incluso para el estándar de un Orco Negro, la sed de guerra de Grimgor era excepcional. Si pasa un solo día sin luchar, busca provocar una pelea sangrienta en su propio campamento con cualquier excusa, observando con su único ojo, desde la masa de cicatrices que componen su cara, a alguien que pueda ofenderle. Si pasan dos días de relativa tranquilidad, pulveriza a cualquier Goblin lo bastante desafortunado como para ponerse a su alcance y es capaz de golpear a cualquiera que se le pusiera por delante, salvo (quizás) a sus compañeros Orcos Negros. Y si pasan tres días sin poder dar rienda suelta a la violencia nadie sabe lo que sucedería, ya que nunca ha descansado tanto tiempo en su búsqueda de acción, pero incluso los veteranos más curtidos tiemblan solo de pensar lo que sucedería. Esta sed insaciable de batalla es una señal inequívoca de que Grimgor es un Kaudillo nacido para liderar, un distintivo de que es un Orco favorecido por Gorko. La impresionante figura de un Orco Negro con una habilidad de combate y ferocidad sin parangón han marcado a Grimgor para la grandeza como profeta y heraldo de Gorko.

Grimgor mantiene una escolta de élite de robustos guerreros Orcos Negros a su alrededor. A esta peña que es dura como el acero se le conoce como "loz Inmortalez", un apodo que se debe a su alta tasa de supervivencia incluso en las batallas casi imposibles. Esta escolta de veteranos ha visto muchas batallas junto a Grimgor y disfrutan de su trabajo. La verdad es que Grimgor prefiere a los Orcos Negros por encima del resto de Pieles Verdes, aunque muchos otros Orcos enclenques han aparecido en su campamento cuando la mirada férrea de su único ojo sano estaba fija en otro lugar. Mientras las cosas vayan bien (es decir, mientras haya cosas con las que luchar), Grimgor tolera la compañía de otros Orcos y Goblins, al menos mientras permanezcan apartados fuera de su vista. Sin embargo, cuando a Grimgor se le acaban los enemigos, las muchas tribus que se le pegaron a su paso, acaban pagando la frustración de Grimgor bajo su hacha, Gitsnik. Es en ese momento cuando las tribus más astutas procuran mantenerse bien alejadas del campamento de Grimgor durante un tiempo.

Grimgor ha sembrado el pánico por todo el territorio de los Desiertos Marchitos hasta el centro del Imperio. A pesar de haber conseguido muchas victorias, Grimgor regresó a la Montaña del Ojo Rojo. Allí, en sus profundidades, habitan Goblins Nocturnos Ojo Rojo y también pueden hallarse innumerables hordas de Skavens. En este lugar, parece que Grimgor por fin ha encontrado un lugar donde saciar su necesidad de matar a diario. Los Skavens sirven de alimento para los suyos y Grimgor aplaca su furia matándolos en solitario. Sin embargo, se cansará de la rutina y saldrá en busca de nuevos desafíos, y entonces el mundo temblará.

Historia[]

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
Grimgor end times

Grimgor Piel’ierro ascendió de la oscuridad para convertirse en uno de los más grandes señores de la guerra orcos de todos los tiempos. De ocho pies de alto, monstruoso cuerpo grueso con anudados músculos y vestido con una armadura mágica casi impenetrable, Grimgor era una imponente bestia. Sin embargo, la amenaza de su presencia física no era nada comparada con el abrumador salvajismo que Grimgor mostraba en la lucha. A Grimgor le gustaba luchar. Mucho.

Para Grimgor, la lucha era su propia recompensa. Además, tenía poca ambición en reclutar seguidores o capturar territorios. De hecho, el elegido de Gorko estaba motivado por un simple deseo: quería demostrar que era el guerrero más duro, más brutal y más consumado del mundo.

La aparición del Fin de los Tiempos encontró a Grimgor combatiendo en los túneles bajo la Montaña del Ojo Rojo. Durante largos meses, él y sus Inmortalez habían aguantado contra una constante marea de Skavens que surgían de las profundidades. Sin embargo, a medida que los hombres rata comenzaron a ahorrar fuerzas para prepararse para la gran invasión del mundo exterior, la incesante marea de enemigos de Grimgor se secó repentinamente. Decir que el jefe de guerra estaba disgustado sería un eufemismo: durante largas horas, los túneles bajo la Montaña del Ojo Rojo resonaron con furiosos rugidos.

Sin embargo, cuando Grimgor salió de las cuevas a la luz de la luna, percibió algo nuevo en el aire. Alrededor de Grimgor colgaba una palpable sensación de energía, que flotaba como un espeso humo en la brisa. Sus nervios ardían y sus sentidos nadaban. Mirando a su alrededor, pudo ver que sus chicoz también lo sentían. Algo venía. Algo enorme. El tiempo de luchar en su propio beneficio había terminado. Ahora era el momento de reunir el ¡Waaagh!

Siguieron meses de derramamientos de sangre: el ¡Waaagh! de Grimgor marchó hacia el sur, a través de las Montañas del Fin del Mundo, quemando y matando a medida que avanzaban. Los tambores de guerra resonaban y retumbaban. Más pielesverdes de los que se pueden contar acudieron bajo la ensangrentada bandera de Grimgor. Cada día se veían innumerables conflictos. Los asentamientos enanos corrían. Las tribus de pielesverdes hincaban las rodillas, o morían sangrientamente. Grupos enteros de Skavens fueron sacados de sus madrigueras y llevados a la batalla, sepultados por una avalancha de músculos verdes y ataques.

Entonces, el ¡Waaagh! Grimgor se encontró con las tribus ogras que fluían del sur y el este, al principio lucharon, pero solo hasta que Gorko hizo saber su voluntad. Fue en medio de una gran batalla contra tribus enteras de ogros cuando el terremoto golpeó. Temblores masivos crearon deslizamientos de tierra que se estrellaron por las pendientes enterrando cientos de pielesverdes. Los ogros rugieron de sorpresa mientras el suelo se agrietaba bajo sus pies y los sumergía en pozos llenos de lava. Cuando el terremoto alcanzó su cumbre, Grimgor calló en una inmensa y hambrienta energía que lo infundió, derramándose desde los cielos para llenar cada centímetro de su ser. Grimgor echó la cabeza hacia atrás y lanzó un gran y ensordecedor rugido que parecía no tener fin.

Cuando finalmente cesaron los ecos del rugido de Grimgor, también lo hizo el temblor de tierra. Los pielesverdes y ogros supervivientes no tenían ni idea de que Grimgor había sido infundido por el Ghur, el Viento de las Bestias. Sin embargo, sintieron la oleada de poder divino y bestial que salía del jefe de guerra, y se miraron los unos a los otros con asombro mutuo. Casi como uno, orcos, goblins y ogros se arrodillaron y humillaron ante el Encarnado de las Bestias. De ahora en adelante, Grimgor conduciría el ¡Waaagh Bestial! y sería un ejército como el que nadie había visto jamás.

Batalla del Fin de Todas las Cosas[]

Grimgor batalla del fin de todas las cosas

Grimgor no era del todo estúpido. Sabía que Malekith había tratado de manipularlo para que se uniera a la batalla contra el Caos, simplemente no le importaba. El Kaudillo vivía para demostrar su destreza en la batalla, y se había dado cuenta astutamente de que ninguno de los elfos o humanos que lo aceptaban a regañadientes como un aliado serían un desafío significativo. Si lo contrario hubiera sido cierto, entonces ¿por qué habrían buscado su ayuda en primer lugar? No, para Grimgor el desafío consistía en derrotar al emisario de los Dioses Oscuros, demostrando así que él era verdaderamente el más fuerte.

Objetos Mágicos[]

Relatos[]

Miniatura[]

Imágenes[]

Videos[]

Total War: WARHAMMER - Grimgor Ironhide - Cinematic Trailer

Fuentes[]