Situado en el corazón del Hogar del Dragón, el Gremio de Mercaderes de Talabheim se asemeja más a un tribunal de justicia que una sede de negocios. Además de los mercaderes y sus representantes, multitud de litigantes van y vienen desde el Gremio de Mercaderes, manejando disputas comerciales, estableciendo precios y cosas similares. Afortunadamente Talabheim se salvó de lo peor en la reciente guerra, por lo que los negocios están en alza, ya que las mercancías se envían a otras ciudades con precios inflados.
Con el Conde desaparecido en acción y la Condesa asumiendo más poder, los mercaderes locales están preocupados por los cambios que con seguridad ocurrirán. Continúan con sus negocios como siempre, pero la mayoría de mercaderes esconden dinero y activos para capear una posible tormenta financiera. Sin embargo, están contentos con la política de la Condesa de intensificar el comercio (e inflar los precios) con las otras ciudades-estados del Imperio.
Los mercaderes forasteros que visitan Talabheim están obligados a registrarse en el Gremio de Mercaderes y proporcionar un manifiesto de carga así como los nombres de todos los de su caravana. Esto generalmente deriva en un masivo atasco de tráfico frente a la casa del gremio en las horas puntas.