Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo

¡Estamos preparando el siguiente sorteo en nuestro Patreon!

LEE MÁS

Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Grasientus

Grasientus Dientedoro o, como reza su título oficial, Señor de Mercaderes Grasientus Robatribus, Matadragones, Atesorador Supremo, Dientedoro y Extremadamente Obeso, es el actual Déspota Soberano de los Reinos Ogros.

Historia[]

Grasientus fue uno de los cachorros del infame Gofg, Déspota del Valle de los Titanes. Al igual que sus hermanos de camada, Grasientus creció hasta ser muy fuerte y obeso. A diferencia de ellos, mató y se comió a su propio padre. Tras asumir el liderazgo de la Tribu Dientedoro y ante la necesidad de probarse a sí mismo, Grasientus empezó a pedir un diezmo a las tribus de los alrededores. Cuando los Déspotas de estas tribus se negaron y pidieron la cabeza de Grasientus, no sabían con quién estaban tratando.

Grasientus Dientedoro recibiendo tributos. Tras comerse a su padre guisado (no sabemos qué pasó con sus hermanos) se apoderó de la Tribu Dientedoro y de sus riquezas. Los Dientedoro siempre han sido más adinerados que las demás tribus: su territorio abarca la Ruta del Marfil, una de las pocas rutas comerciales fiables que atraviesan las Montañas de los Lamentos conectando la Gran Catai con el Viejo Mundo. El padre de Grasientus, y todos los Déspotas de la tribu antes que él, simplemente habían destruido y saqueado las caravanas que veían venir por esa ruta. Un buen puñado de ellas lograba escapar, lo que la convertía en un paso viable para los mercaderes y caravaneros más atrevidos, pero aun así esos actos se estaban ganando la furia del Imperio del Dragón Celestial. No es que a la tribu le importase: se estaban forrando con el saqueo.

Grasientus Dientedoro Karl Kopinski

Cuando Grasientus subió al poder, podría haber seguido haciendo lo mismo que sus antepasados, pero este Ogro era mucho más avaricioso y astuto. En vez de eso, organizó mediante enviados una reunión con Zhao Ming en la Torre de Ashshair. El Dragón de Hierro acudió a parlamentar en nombre del Emperador Dragón, y Grasientus bromeó diciendo que ambos tenían "relaciones difíciles" con sus padres. Aunque el séquito de Zhao se pasmó ante la audacia de la obesa criatura que se alzaba ante ellos, el Dragón de Hierro se calló, y después soltó una potente carcajada, a la que se unió rápidamente la profunda risa de Grasientus.

Ese día se cerró un acuerdo informal: las caravanas de Catai podrían atravesar el territorio Dientedoro, pero tendrían que pagar un peaje. De un solo golpe, Grasientus se había asegurado una tajada del valor de cada caravana que cruzase la Ruta del Marfil (algo mucho más beneficioso que las incursiones improvisadas de los Déspotas anteriores) y había calmado a sus enemigos del este, permitiéndole centrarse en sus ambiciones sobre los propios Reinos Ogros.

Grasientus trataba de maquinar alguna manera de hacerse con el título de Déspota Soberano. Sabía que, para ganarse el derecho a gobernar sobre los Reinos Ogros, sus hazañas debían ser legendarias, así que se dispuso a conquistar las tribus cercanas sin ayuda de nadie. La primera tribu conquistada por Grasientus con sus propias manos encontró su fin durante la Cuchipanda Padre de Invierno. Grasientus escaló la montaña en cuyo interior se encontraban las cavernas de dicha tribu y empezó a lanzar, una detrás de otra, enormes rocas desde lo alto del precipicio, al tiempo que gritaba lo más fuerte que podía hasta provocar una avalancha de nieve y piedras que enterró con vida a todos los miembros de la tribu enemiga. La segunda tribu, la de Tripachón Bocasucia, recibió la visita de Grasientus durante el festín primaveral de Pezuñas y Cuernos. El soberano en ciernes desafió al Déspota de la tribu a un combate singular.

Grasientus 3 total war warhammer 3

Bocasucia, mucho mayor y más grande, saltó inmediatamente al pozo-fauces de lucha, donde empezó a hacer crujir sus nudillos. En respuesta, Grasientus se lanzó con la panza por delante sobre la cabeza de su oponente y le partió el cuello. Algunos Ogros se molestaron pues Grasientus había vulnerado todas las tradiciones de los duelos de pozo Ogro. Otros en cambio, no le dieron tanta importancia, pues, aunque era cierto que se había saltado las tradiciones, lo había hecho con ingenio. Indiferente al debate, Grasientus empezó a devorar a Tripachón Bocasucia y, sin tiempo a limpiarse la barbilla, llamó a su siguiente contrincante. Después de derrotar y comerse a tres Matones seguidos, todos los Ogros de la tribu le juraron lealtad. Cuando se empezaron a extender los relatos de sus hazañas, los Déspotas aún vivos de las tribus vecinas decidieron que quizá era mejor pagar los diezmos y unirse a Grasientus. Y así fue como se forjó el reino del Soberano.

Hoy en día, el Soberano, mucho más viejo, grande, fuerte y rico, cobra tributos a todos los reinos y tribus que hay a lo largo de la Ruta del Marfil y, gracias a su estrategia financiera, que consiste en una avaricia desmedida y en la utilización de la fuerza bruta, sus cofres se llenan tan rápido que su séquito de Gnoblars no consigue tener al día las cuentas. Aunque Grasientus insiste en que ha ganado una a una las miles de millares de monedas de oro que posee, la realidad es que los diezmos se han convertido en algo escrito en piedra. Como todos aquellos que contradicen al Soberano suelen acabar condimentados en su próxima comida, son pocos los que le desafían sobre este tema, o sobre cualquier otro.

Grasientus dice que incluso es demasiado rico para rebajarse a caminar, y que prefiere recostarse en un trono transportado por Gnoblars (que mueren a montones por el esfuerzo). Aun así, el éxito desenfrenado de Grasientus no ha saciado ni mucho menos su avaricia ni de seguir conquistando todo lo que ve. Grasientus Dientedoro es tan enorme y falto de escrúpulos que mientras estaba de campaña en las ardientes Tierras de los Muertos vendía la sombra producida por su voluminoso cuerpo a sus propios sirvientes Gnoblars. De esa forma recuperaba una pequeña porción del dinero que esos pequeños ladrones le quitaban en primer lugar.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
Grasientus 2 total war warhammer 3

Durante los primeros meses del Fin de los Tiempos, los Ogros de las Montañas de los Lamentos dejaron de actuar como una nación unificada. La paz entre tribus que el Déspota Soberano había difundido a golpes tras su triunfo en la Batalla del Bocaenllamas se había disipado, al menos en parte. El gran poder y las tácticas intimidatorias de Grasientus aseguraron que un núcleo de tribus siguiese siéndole leal. No obstante, los Ogros siempre han sido de carácter independiente, y tienen tendencia a cambiar de idea sobre la marcha.

Muchas tribus, y en especial aquellas alejadas del alcance inmediato de Grasientus, se olvidaron de sus juramentos al Déspota Soberano a la primera señal de oportunidades para medrar por sí mismas. Ante la elección de obedecer los caprichos de un señor distante o aprovechar la ocasión para satisfacer de inmediato su hambre de comida y riquezas, muchos Ogros siguieron sus instintos más básicos.

Grasientus Dientedoro se enfureció al enterarse de que ya no se obedecían sus órdenes, y de que las tribus se estaban marchando para cumplir sus propias metas, ignorándole. Durante unos breves años, cuando Grasientus disponía de la obediencia de casi todas las tribus de las Montañas de los Lamentos, había podido presumir de un reino capaz de enfrentarse a cualquier otra nación del mundo. ¿Y ahora? Ahora lo veía escaparse fuera de su control, escurriéndosele entre los dedos como la grasa de una pata asada. Su ira aumentaba con cada explorador Gnoblar que venía a informarle de nuevas deserciones.

Grasientus 1 total war warhammer 3

Grasientus era un Ogro que podía comer más que ningún otro, o incluso que cinco otros Ogros. Pero ya había tenido suficientes banquetes por ahora. Era el momento, una vez más, de volver a mostrar a sus súbditos el vasto y tiránico poder que solo él podía ejercer. Grasientus y sus tribus leales eran una fuerza leal que podía inspirar terror en cualquier reino y hacer morder el polvo a cualquier oponente.

Sin embargo, justo cuando Grasientus reunía a sus tribus y se ponía en marcha tras los pasos de los traidores, el Bocaenllamas entró en erupción y desató una reacción en cadena por todas las Montañas de los Lamentos, provocando que otros volcanes se le uniesen en un coro infernal que sacudió la región y obligó a todas las tribus Ogras a partir en una migración como no se había visto desde que los Ogros abandonasen las Antiguas Tierras de los Gigantes.

Por desgracia, el gran Déspota Soberano caería más tarde, con el cráneo destrozado con su propio cetro a manos de Grimgor Piel'ierro.

Objetos Mágicos[]

  • Cetro de los Titanes - Cetro de gran tamaño cargado con hechizos de mando que permite a Grasientus infundir una gran determinación a sus siervos, además de ser igualmente ideal para aplastar al enemigo.
  • Corona del Soberano - Corona mágica que aumenta la capacidad intelectual de Grasientus al nivel de los humanos.

Miniatura[]

Imágenes[]

Curiosidades[]

Fuentes[]