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"¿Quién puede olvidar a los Ogros? Nadie con sentido del olfato, eso seguro. Tienen peores modales que los Trolls, que ya es decir, pero pocas tropas más hay que prefieras tener a tu lado en el fragor del combate"

Elodhir Crinmarina, Caballero Aventurero Élfico

De Golgfag Comehombres se cuentan más historias que de cualquier Ogro vivo, y el propio Comehombres es quien ha echo correr gran parte de ellas. Aunque las exagera a más no poder, Golgfag sigue siendo el mercenario Ogro que ha alcanzado más éxito. Ha viajado por todo el Mundo, ha ganado infinidad de batallas, ha saqueado la sagrada isla de Ulthuan, ha fijado su objetivo en la ruinosa Plagaskaven y ha sobrevivido, ha engullido más cerveza de la que la mayoría de Enanos verán jamás, y ha llegado a ser condecorado por el mismísimo emperador Karl Franz. En cuanto a sus compinches, conocidos por el poco imaginativo sobrenombre de "Comehombres de Golgfag", han obtenido gran notoriedad como combatientes absolutamente letales.

Historia[]

Golgfag es el Ogro más grande, feo y desde luego más ruidoso que se recuerda haya salido de las Montañas de los Lamentos. En poco tiempo estuvo al mando de un grupo de guerreros Ogros casi igual de brutales que él. Desarrolló rápidamente un gran apetito por la carne humana, y se unió a un señor de la guerra Orco llamado Gnashrak Maldiente. Éste estaba en plena guerra con los Enanos de Karak-Kadrin, en las cimas de las Montañas del Fin del Mundo. Golgfag no estaba seguro de que le gustara la carne de Enano, ¡pero estaba encantado de tener la oportunidad de hacerlo!.

Gnashrak pensó que los Ogros serían el tipo de tropa que necesitaba para derrotar a los Enanos. Sin embargo, se cansó pronto del apetito de los Ogros por los Goblins, sus borracheras y sus canciones desafinadas. Después de una borrachera especialmente ruidosa, Golgfag y Gnashrak se enzarzaron en una pelea. En poco tiempo, los Ogros y los Orcos estaban combatiendo por todo el campamento. Golgfag le arrancó el brazo al jefe Orco y lo utilizó para abrirse camino a porrazos por todo el campamento antes de sacar a sus chicos del aprieto. Gnashrak estaba completamente enfurecido (y manco).

Golgfag Retrato

Golgfag ofreció en seguida sus servicios al Rey Enano Ungrim Puñohierro. Le mostró a Ungrim el brazo de Gnashrak como prueba de su sinceridad. Puñohierro no pudo rechazar un ofrecimiento tan sincero (él amaba su brazo). Golgfag encabezó a sus Ogros y a un grupo de Enanos por una senda secreta hasta el campamento orco en el Barranco de la Pierna Rota (llamado así por lo traicionero del terreno y sus horribles laderas escarpadas). Los Orcos fueron horriblemente masacrados. Gnashrak en persona fue capturado y encadenado, y así se le envió a Ungrim Puñohierro.

Deteniéndose sólo para saquear el tesoro del Rey Enano durante las celebraciones que tuvieron lugar, Golgfag se dirigió hacia el Oeste y el Imperio. Allí se alistó en las filas del ejército imperial, y descubrió lo que sería su comida favorita: Halflings. Poco después llegó a las tierras de Tilea al servicio de un tal Lorenzo Lupo. Lorenzo descubrió que los Ogros eran tropas excelentes, pero una molestia considerable. Los ciudadanos de Luccini se quejaban constantemente de ser golpeados, robados o avasallados por los Ogros. Una noche, Golgfag decidió beber más vino del que le tocaba, directamente de las bodegas de Lorenzo. Cuando los Ogros cayeron borrachos, Lorenzo envió una compañía de Piqueros para arrestarlos y los metió en los calabozos.

Por suerte para Lorenzo, se presentó la oportunidad de librarse de los Ogros cuando llegó un mensajero de uno de los Reinos Fronterizos. El mensajero estaba reclutando mercenarios para su señor, y Lorenzo le cedió alegremente los Ogros, cobró por su comisión y soltó a Golgfag y sus guerreros. Golgfag estaba comprensiblemente enfadado, pero frente a una nueva oferta de empleo, toda una caravana de comida y una escuadra de Ballesteros Tileanos listos para disparar, el Ogro decidió dejar el asunto de momento.

La estancia de Golgfag en los Reinos Fronterizos fue provechosa y todo un éxito. Los Ogros engordaron y se enriquecieron. Se mantuvieron muy ocupados de un lado a otro, y tuvieron multitud de oportunidades para satisfacer su apetito por carne fresca. La única queja de Golgfag era la escasez de Halflings por los alrededores. Cuando oyó que se recrudecía la guerra entre los Orcos y los Enanos, se dirigió de nuevo al Norte. Se unió a una horda de Orcos y Goblins y pronto estuvo hartándose de nuevo de carne de enano.

Después de una incursión contra los Enanos, fue emboscado por nada menos que Ungrim Puñohierro, su antiguo jefe. El astuto rey Enano atrajo al ejército Orco a una trampa, utilizando un convoy de provisiones como cebo. El convoy estaba compuesto en su totalidad por barriles de cerveza barata que los pielesverdes capturaron y vaciaron. Golgfag y los Ogros bebieron valientemente hasta quedar inconscientes junto con el resto del ejército. Cuando se despertaron, los Ogros se encontraron encerrados en las mazmorras de las profundidades de Karak-Kadrin, junto a los restos del ejército Orco. Sin duda, los Enanos esperaban que Golgfag muriera en la estrecha y abarrotada celda, y probablemente pensaron que era la forma más fácil y segura de matar al Ogro.

Cuando por fin los Enanos abrieron la mazmorra meses después, quedaron sorprendidos de encontrar a Golgfag vivo todavía. Se había comido a todos los ocupantes de la celda, incluidos el resto de los Ogros, excepto Skaff. Por respeto a su camarada de juergas más antiguo, Golgfag sólo se había comido, de momento, una pierna de Skaff. En una de las esquinas se hallaba una enorme pila de huesos de Goblins, Orcos y Ogros. Ungrim Puñohierro quedó tan impresionado al oír esto que ordenó que Golgfag fuera liberado y llevado muy lejos.

Ogros de Golfang Comehombres por Wayne England

Golgfag reunió de nuevo en poco tiempo algunos de sus antiguos compañeros y jóvenes Ogros acudieron a alistarse. Skaff decidió continuar con Golgfag a pesar de todo y aceptó agradecido ser el portaestandarte, ya que le proporcionaba algo sobre lo que apoyarse. Antes de que se acabara el verano, Golgfag se dirigió al Sur a través de las Montañas Grises junto a una compañía de incursores orcos. Allí fue donde se enfrentó por primera vez a los Bretonianos, y donde “abrió unas pocas latas” y probó de nuevo la carne humana.

En el transcurso de sus aventuras, Golgfag ha ganado y perdido muchas más fortunas que Gnoblars habitan en las colinas. Sus irrefrenables ganas de ver mundo le impiden llegar a convertirse en un gran líder, pero a cambio le reportan mucho dinero y renombre, convirtiendo a los Comehombres de Golgfag son el regimiento de Ogros Mercenarios más famosos del Viejo Mundo. Su título de "Comehombres" fue acuñado después de que se comiera a su pagador humano y huyera con sus cofres de paga. Sin embargo dicho apodo puede llevar a engaño, pues a Golgfag no le importa lo más mínimo qué o a quién se coma. Sea como sea, tal es la fama que ha alcanzado que el término "Comehombres", que actualmente se le adjudica a cualquier ogro errante que se gane la vida como mercenario y no solo a la banda de Golgfag. Sin embargo, como dice Golgaf "¡Somos los primeros Comehombres, y seguimos siendo los mejores!".

La última vez que se supo de él, Golgfag había vuelto a los Reinos Ogros a fin de reclutar más tropas para su famoso regimiento. ¿Y a dónde ira después? Ah, eso nadie lo sabe. Todavía tiene unas cuentas que saldar, sobre todo con los Enanos de Karak Kadrin y con el traicionero Lorenzo Lupo. Sin embargo, los Ogros son gente sencilla, y cosas así son secundarias respecto a, por ejemplo, ¡una buena pelea y tener la barriga llena!.

La Fiesta del Gran Jabalí[]

Una de las hazañas más famosas de los Comehombres de Golgfag fue el asedio del Risco de Ceniza. Tras su derrota en el Desvió Orco, los guerreros que quedaron del ejército Orco huyeron a las Montañas Grises. Los Comehombres de Golgfaf habían sido contratados por el ejército del Imperio para cazar a los Orcos, pero lo que iba a ser una búsqueda rápida se convirtió en un largo asedio cuando los Orcos les plantaron cara en la meseta Risco de Ceniza. La entrada a la meseta fue fácilmente defendida por los Orcos, que habían conseguido derrotar un ataque imperial tras otro.

Los Comehombres de Golgfag rápidamente se aburrieron de la línea de asefio, por no hablar de la dieta miserable, de modo que no sorprendió a nadie cuando decidieron tomar cartas en el asunto después de escuchar que el ejército Orco incluía un gran regimiento de Jinetez de Jabalí. Los Orcos eran una mala alimentación, pero la posibilidad de conseguir un poco de jabalí asado fresco era demasiado tentador. Gracias a sus habilidades para el rastreo y la escalada aprendidas en su tierra natal montañosa, los exploradores de Golgfag encontraron una ruta intransitable para alcanzar la cima del Risco de Ceniza.

Entre rugidos y vítores, los Ogros recorrieron las montañas de los alrededores hasta alcanzar el campamento Orco, dirigiéndose directamente a los corrales donde el ejército Orco tenía los jabalíes que usaban como monturas. Como era de esperar, la repentina aparición de Golgfag provocó el desconcierto entre los Orcos. La consternación reino en el campamento y los Guerreroz que habían recibido la orden de defender la entrada del Risco de Ceniza decidieron hacer frente a los Ogros, dejando el camino abierto para el ejército del Imperio. Y como a caballo regalado no se le mira el diente, las tropas del Imperio formaron y persiguieron a los Orcos hasta el Risco de Ceniza, sembrando la confusión y el pánico entre ellos, que salieron huyendo.

Entretanto, Golgfag y sus comehombres defendieron firmemente los corrales de los animales frente a una oleada tras otra de ataques Orcos, al grito de "Ahora son nuestros", "Perderos ya, enanos de piel verde, es nuestra vena lo que usáis como montura" y "Jur, jur, jur, quien los encuentra se los queda". Atrapados a pie entre los Ogros y el ejército del Imperio, los Orcos fueron aniquilados, y solo un puñado logró escapar hacia las montañas. Como recompensa por su participación en la victoria, a Golgfag y sus Comehombres se les permitió conservar (¡y comerse!) a los jabalíes capturados. A decir verdad, nadie en el ejército del Imperio tuvo el valor de negarle a los Ogros su recompensa; después de todo, era preferible que fuesen comejabalíes que Comehombres, al menos por un corto período de tiempo.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

Batalla de la Ruptura de las Montañas[]

Golgfag comehombres

Con los Reinos Ogros destruidos por las erupciones volcánicas y la guerra barriendo el Viejo Mundo, Golgfag se dirigió al oeste. Había reunido un ejército a su alrededor y planeaba vender sus brutales servicios al mejor postor. Mientras cruzaba el Paso de la Muerte bajo una tormenta de nieve, Golgfag recibió una oferta que no pudo rechazar. Para el más exitoso capitán mercenario ogro de todos los tiempos, la épica batalla de Karak Ocho Picos no era más que una enorme oportunidad.

Curiosidades[]

  • Golgfag Comehombres es un personaje clásico del universo de Warhammer. Aparecido ya en las primeras ediciones del juego, gran parte de su trasfondo se establecería en el libro de ejercito Mercenarios de la 5ª edición donde Golgfag y sus chicos aparecen como Regimiento de Renombre. Golgfag volvería a reaparecer en el libro Reinos Ogros de la octava, ahora bajo la categoría de Héroe.
  • En Total War: Warhammer III los Comehombres de Golgfag son una unidad regular y no un Regimiento de Renombre.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]