Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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===<u>'''Trono de Piedra.'''</u>===
 
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Se trata de un simple concurso a mamporrazos para derribar al oponente al suelo. Se emparejan a los competidores; los ganadores de los dos primeros combates entre ellos, el tercero contra el cuarto etc. El juego termina cuando solo quede un Gigante en pie.
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Se trata de un simple concurso a mamporrazos para derribar al oponente al suelo. Se emparejan a los competidores; los ganadores de los dos primeros combaten entre ellos, el tercero contra el cuarto etc. El juego termina cuando solo quede un Gigante en pie.
   
 
El ganador obtiene el privilegio de poder sentarse en el Trono de Piedra, el punto más alto de la Calzada de los Gigantes.
 
El ganador obtiene el privilegio de poder sentarse en el Trono de Piedra, el punto más alto de la Calzada de los Gigantes.

Revisión del 16:15 6 sep 2012

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Los gigantes son una de las criaturas más grandes que aún recorren la superficie del Viejo Mundo y mas allá, y su habilidad en batalla se teme con razón. De hecho, si estuvieran algo organizados, sus tribus esparcidas aún podrían suponer una terrible amenaza para el Imperio.

Por suerte para las razas "pequeñas", el pensamiento consciente parece ser algo doloroso para los gigantes, y prefieren el olvido del alcohol a los sueños de venganza. Varios estudiosos han ofrecido diversas opiniones sobre este fenómeno durante siglos, y no existe una respuesta definitiva.

Sociedad

Sea cual sea la razón, los gigantes beben en exceso y siempre están embriagados. Hasta el más sobrio de los gigantes suele estar algo bebido. Acabar bajo un gigante que se tambalea puede provocar como poco unos miembros rotos, y lo más probable es que uno quede reducido a pulpa. Los gigantes consumen prodigiosas cantidades de carne, y si están conscientes, están comiendo o pensando en su próxima comida. Un solo gigante puede devorar el equivalente de cinco vacas al día, y aún tener espacio para más. Su increíble necesidad de sustento suele ser lo que se cree que es la razón principal de que los gigantes recurran a un estilo de vida mercenario.

Los inexpugnables picos de las cordilleras del Viejo Mundo donde yacen parecen poco apropiados para la agricultura, aunque eso no significa que ningún gigante se incline a hacer tal cosa, lo que significa que tienen que encontrar su comida en algún otro sitio. Luchar como mercenario ofrece un suministro constante de comida y bebida, y ya que no tienen problemas en comerse a otras razas o a otros gigantes, y que el oro tiene pocos usos para un gigante aparte de la ornamentación, a menudo están dispuestos a luchar sólo por los despojos.

La frecuente presencia de gigantes entre las hordas de pieles verdes se explica así fácilmente: los orcos y goblins viven luchando continuamente, y eso provoca un suministro de comida constante. Además, a los pieles verdes les gustan los gigantes. A los orcos les gustan porque son todo lo que aspiran a ser: grandes, fuertes y sin problemas de conciencia. A los goblins porque son justo lo que necesitan: tontos como un trozo de madera y fáciles de manejar.

Juegos y tradiciones

El Gran Castañazo.

Cada estación y, a veces, incluso más a menudo, los gigantes se reúnen en torno a los ancestrales círculos de piedra para machacarse la cabeza unos a otros.

Gigantes

Gigantes, participando en el Gran Castañazo

Nadie sabe a ciencia cierta el significado de esta tradición, pero nadie va a perder el sueño por ello. Se trata simplemente de un bonito cambio: los gigantes en vez de golpear los cerebros de los demás, se golpean los suyos propios. Con el transcurso de los años, los habitantes de la zona han llegado a acostumbrase al Gran Castañazo; es un ejemplo más de lo violentos y locos que pueden llegar a ser los Gigantes. Las almas más trolerantes han llegado incluso a sugerir que no hay que inmiscuirse en esta tradición, ya que podría muy bien tratarse de un precepto religioso de estas criaturas. Esas mismas almas son las que, normalmente, suelen terminar con sus sesos desparramados por el suelo. En este juego vale casi todo, los Gigantes se lanzaran rocas, se golpearan, estrangularan y derribaran, todo vale para conseguir ser el ultimo Gigante en pie.

Cascotes Reales.

Tradicionalmente celebrado durante el festival veraniego de Beltem, consiste en una variante de "el Gran Castañazo" que se remonta a la época del primer rey de los Gigantes, Gogrogagog.

El juego funciona igual, con los primeros 4 Gigantes en el interior del círculo. Tan pronto como el primer Gigante salga del círculo, queda eliminado, pasando el siguente a ocupar su puesto. El combate continúa hasta que sólo quede un Gigante en pie.

¡Ah! Como el rey Gogrogagog se caracterizaba por su impaciencia, se entretenía lanzando piedras y la multitud ha seguido su ejemplo, lanzando rocas. De allí proviene el nombre Cascotes Reales.

Trono de Piedra.

Se trata de un simple concurso a mamporrazos para derribar al oponente al suelo. Se emparejan a los competidores; los ganadores de los dos primeros combaten entre ellos, el tercero contra el cuarto etc. El juego termina cuando solo quede un Gigante en pie.

El ganador obtiene el privilegio de poder sentarse en el Trono de Piedra, el punto más alto de la Calzada de los Gigantes.

Antiguos palacios de los Gigantes

La cadena montañosa al este de los Reinos Ogros es de escala colosal, tanto que los altos picos de las Montañas de los Lamentos parecen diminutos a su lado. Incluso sus laderas más bajas tocan la punta de las nubes, por lo que son pocos los que conocen sus verdaderas dimensiones y el aire que se respira a estas altitudes es tan puro que un hombre normal no podría explorar una fracción de terreno sin sufrir un colapso pulmonar. Antaño, en los orígenes del mundo, allí se fundó una civilización de gigantes inteligentes conocidos como los "Titanes de los Cielos". Los Titanes de los Cielos cortaron y modelaron las montañas hasta convertirlas en castillos megalíticos que se perdían en el cielo azul de cristal y que les permitían contemplar un océano de nubes salpicadas de grandes islas de roca en las que se asentaban otras ciudadelas. Estos Gigantes de los Cielos vivían como ermitaños e ignoraban la existencia de otras razas más jóvenes; solo descendían a las laderas de las montañas para pastorear los rebaños de grandes mamuts que habitaban en la meseta inferior.

Archivo:Giant8.png

A cientos de kilómetros de distancia, la llegada de las Grandes Fauces desencadenó la primera de las migraciones de los Ogros enviando a miles de ellos confundidos y hambrientos hacia la cima de las montañas en un intento de escapar de las letales atenciones de su nuevo dios. Su llegada anunció una escala de violencia sin precedentes en la cima de las montañas. Los Ogros eran como una plaga de langostas para los Titanes del Cielo, ya que devoraban todo cuanto encontraban a su paso esquilmando todo tipo de vida de las montañas y matando a sus rebaños de mamuts despreocupadamente. Una cruenta guerra estalló sobre las nubes y duró años, pero los Ogros eran más numerosos que los Titanes del Cielo y en poco tiempo se hicieron más fuertes. Al final, los Ogros derrocaron a los Titanes del Cielo y los devoraron a todos hasta el último hueso de los dedos en grandes cuchipandas, a veces incluso con sus desafortunadas víctimas aún vivas. Pero no contentos con destruir totalmente a sus enemigos, los Ogros irrumpieron a través de los picos, derrumbaron los castillos y lanzaron sus ruinas a los valles inferiores.

La única evidencia de la existencia de esta raza antaño orgullosa son las inmensas ruinas que han caído en los pasos de montaña al pie de la cadena montañosa. La famosa ruta comercial conocida como la Ruta del Marfil sigue uno de estos pasos rodeando enormes pedazos de mampostería que en el pasado fueron las piedras angulares de una ciudad de castillos en el cielo. La ciudad de megalitos abandonada es una de las zonas más seguras de la Ruta del Marfil, ya que los restos de las fortalezas de los gigantes son frecuentados por algo más que sombras y movimientos que pueden atisbarse por el rabillo del ojo.

Miniaturas

Fuentes

IGARol

Biblioteca del gran nigromante