|
|
Trasfondo Antiguo
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo posee cierta antigüedad, por lo que ha podido quedar obsoleto y/o ha dejado de ser canon en revisiones oficiales más recientes. |
|
Barda von Micklestein no era ni el más famoso ni el más poderoso hechicero que haya vivido en el puerto marítimo de Marienburgo. Sin embargo, era casi con toda seguridad el más descuidado.
Fue a causa de su propia ineptitud por la que una horda de gárgolas voladoras fueron liberadas sobre los inocentes habitantes de la ciudad. La orgía de destrucción siguiente duró una semana; siete días en que infernales y abominables formas acechaban y mataban a la asustada ciudadanía. Cuando las cosas se calmaron, gran parte de la ciudad estaba desolada, y Barda von Micklestein terminó colgado en una jaula improvisada apresuradamente fuera de la posada “El Perro y el Pato”.
Los Gárgolas Voladoras de Barda eran un nuevo y desconocido tipo de Demonio Menor, pero otros magos pronto aprenderían cómo convocarlos y controlarlos de manera segura. Las Gárgolas tienen una afinidad por el fuego, y no puede ser afectado de ninguna manera por llamas naturales o mágicas. Aunque tras el ataque a Marienburgo parece que estas criaturas le han cogido gusto a la sangre humana, han peleado en numerosas ocasiones en nombre de los magos de la ciudad, siempre con ferocidad bárbara. El Gran Estandarte que portan estos demonios parece llevar el símbolo de algún Dios desconocido, pero indudablemente poderoso, pues mientras la lleven, ningún otro demonio se atreverá a atacarlos, ni siquiera los Demonios Mayores.
