
Los Funerales de los Elfos Silvanos tienen lugar en la profundidad de los bosques, lejos de los ojos humanos y, para tranquilidad de los otros pueblos, lo suficientemente lejos de cualquier comunidad de humanos como para que sólo los Caballeros del Cuervo más fanáticos se preocupen de si evitan o no la creación involuntaria de No Muertos.
Descripción[]
Cuando un Asrai muere, su cuerpo se devuelve al bosque. De este forma pasa a nutrir a los árboles que le han alimentado a él durante su vida. La forma en que se devuelve el cuerpo varía dependiendo de la familia y el clan. Algunos incineran a sus seres queridos en grandes piras imitando el ritual que acaba con la vida de Orión anualmente. Otros entierran a sus muertos a gran profundidad, donde las raíces hambrientas de los árboles pueden obtener sus nutrientes rápidamente.
Semejantes tradiciones son importantes para los Elfos Silvanos y forman una parte clave de su pacto con el bosque. Si un Elfo muere en tierras distantes, aunque sea a miles de millas, su cuerpo se transporta hasta Athel Loren. Si es imposible, tal y como sucede en tiempos de guerra, los Hombres Árbol y las Dríades se alimentan del cuerpo, de forma que se obtiene un beneficio de la tragedia. Estas prácticas horrorizan a los Elfos de otras tierras, pero para los Elfos Silvanos no son más que otro aspecto del Tapiz.