Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Advertisement
Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Blighted empire warhammer by faroldjo-d69gwna Nigromante No Muertos

Frederick van Hal, o simplemente Vanhal como fue conocido por las generaciones posteriores, fue uno de los nigromantes más infames en la historia imperial. Estudió nigromancia para organizar un enorme ejército de No Muertos con las víctimas de la Plaga Negra y obligar a retroceder a los invasores Skavens.

Independientemente de si lo que hizo estaba bien o mal, controló la hueste de No Muertos con su voluntad y construyó la fortaleza denominada Vanhaldenschlosse, alzando en torno a ella un poderoso reino No Muerto, desde donde hizo frente a las hordas Skavens hasta su muerte. Su herencia al mundo es el infame Liber Mortis.

Historia[]

El Barón Frederick van Hal fue el gobernante de Sylvania durante las Guerras Skavens. Había llegado al poder en el año 1106 CI e inmediatamente puso en marcha una política enérgica contra la corrupción endémica dentro de las autoridades del Imperio, que había proliferado desde que el incompetente Emperador Boris el Avaro subiera al trono imperial unos años antes. Su caída hacia el oscuro arte de la nigromancia empezó cuando los Skavens liberaron la Plaga Negra en el año 1111. 

Aunque todas las provincias del Imperio sufrieron los estragos de la enfermedad, ninguna región sufrió más que la de Sylvania, donde nueve de cada diez habitantes perecieron a causa de la peste. Pero lo peor aún estaba por llegar, ya que ese mismo año se produjo una lluvia de meteoritos de piedra bruja procedentes de Morrslieb que cayeron en la región. Esto, además de atraer a numerosas bandas de Skavens a la región, provocó que los numerosos fallecidos por la enfermedad resucitaran como hordas de No Muertos y atacaran a los pocos vivos que aún quedaban.

La situación se había vuelto desesperada para van Hal. A causa de la enfermedad, la población se había reducido considerablemente, por lo que carecía de la fuerza militar necesaria para hacer frente a los No Muertos y a las hordas Skavens que amenazaban con invadir la provincia. Tampoco podía recibir ayuda exterior porque el resto de provincias también estaban debilitadas por la plaga y los supervivientes trataban de contener como podían a los ejércitos Skavens que estaban invadiendo y conquistando progresivamente un muy debilitado Imperio. Entonces, un misterioso noble pálido llegó a las puertas de su castillo y le ofreció una oferta que el desesperado barón no pudo rechazar. 

El noble, que se presentó a sí mismo como el príncipe Vladimir, le ofreció una forma de controlar a los No Muertos que estaban arrasando su provincia y expulsar a los Skavens al mismo tiempo. Le habló de la herencia de Kadon, un hombre de gran poder cuya historia está envuelta en el mito y el miedo, pues Kadon estaba en posesión de objetos antiguos de poder que podrían cambiar el curso de los acontecimientos para van Hal (o eso es lo que afirmaba el príncipe Vladimir). Vladimir reveló que había traído a estos artefactos para van Hal, aunque no dio ninguna razón de por qué estaba siendo tan generoso. De hecho, eran los Nueve Libros de Nagash.

Van Hal sólo había oído hablar de Nagash en varias leyendas de Sigmar, pero tenía curiosidad por saber lo que los libros podían enseñarle. Con la ayuda del príncipe Vladimir, van Hal utilizó los conocimientos obtenidos de los libros para convertirse en un nigromante y tomar el control de las errantes hordas de No Muertos que plagaban las tierras de Sylvania. Con los conocimientos recién adquiridos, escribió el Liber Mortis, considerado hoy la mejor fuente de conocimientos sobre la nigromancia a disposición de los estudiosos del Viejo Mundo. También, acompañado siempre por Vladimir, realizó varias peregrinaciones a la Tierra de los Muertos.

Finalmente, deseosos de hacerse con el control de los fragmentos de piedra bruja que habían caído en Sylvania, la largamente esperada invasión Skaven se produjo. En ausencia de suficientes soldados mortales, van Hal volvió a los muertos vivientes en contra de los hombres rata que estaban tratando de conquistar la provincia. Aunque perturbado por el poder que tenía frente a él, van Hal estaba encantado de que los caóticos enemigos fueran rechazados con un coste mínimo de vidas de su pueblo. Siempre que su ejército de zombis fue abatido, simplemente los resucitó para continuar la lucha.

Durante la Plaga Negra, el Imperio se retorció de dolor bajo las peludas garras de la opresión Skaven, y sólo el dominio nigromántico de Vanhal contuvo la expansión de estos malignos roedores. Al enfrentarse contra un ejército inmune tanto al miedo como a la enfermedad, y casi tan numeroso como ellos mismos, los Skavens se encontraron sin ninguna de sus ventajas tácticas tradicionales. Los Skavens respondieron ante esta nueva amenaza de la única forma que sabían: lanzando oleadas tras oleadas de tropas contra aquella provincia para aplastar a este nuevo enemigo. La guerra entre las dos razas abominables duró varios años, y ninguno de los dos bandos se hizo con la victoria. A la larga, tanto los Skavens y como los No Muertos agotaron sus fuerzas en una fútil guerra de la que los únicos beneficiados fueron los supervivientes del Imperio

Comandados por el Graf Mandred, las fuerzas restantes del Imperio derrotaron a los debilitados Skavens, que se vieron obligados a regresar a sus madrigueras subterráneas, ganándose el apelativo de Mataskavens por esta victoria. Por su parte, Vanhal sería asesinado por su ambicioso aprendiz Lothar von Diehl, que a su vez fue expulsado de Vanhaldenschlosse por un grupo de caballeros, aparentemente bajo el mando del fantasma de su maestro. 

Después de la desaparición de von Diehl, al no tener una inteligencia que los guiara, los ejércitos de No Muertos vagaron sin rumbo por estas tierras, degollando a los vivos, pero también siendo destruidos por sus enemigos humanos, Skavens y Orcos. Del misterioso príncipe Vladimir, no existen registros sobre su destino en el período inmediatamente posterior a la Guerras Skavens.

Tras la muerte de Frederick van Hal, sus descendientes, avergonzados por compartir su infame nombre, se convirtieron en una dinastía de Cazadores de Brujas, que tratan de expiar las diabólicas fechorías cometidas por su antepasado.

Fuentes[]

Advertisement