Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Falhedar it Toorissi fue el príncipe y califa de la ciudad árabe de Ras Karim, gobernando a su pueblo con puño de hierro. Su tiránico reinado finalizó con un golpe de estado orquestado por su prima, Yuleh it Toorissi, y un antiguo miembro de su corte, Halim it Saredi, en el cual Falhedar perdió la vida y el poder.

Historia

Falhedar fue el heredero del gobernante de Ras Karim. El anterior príncipe gobernante era un hombre sabio y justo, cualidades que Falhedar no compartía. Desde el comienzo del reinado, se rodeó de excesos, eliminó a sus competidores políticos y llenó la corte de lacayos y aduladores. No tardaron en intentar acabar con su vida, y tras ese incidente, el mago de la corte, Dujedi it Kaadiq, fabricó para él una corona mágica, la Corona de la Serpiente. Esta le protegería contra todo ataque, y Falhedar, en su obsesión, se la cosió al cuero cabelludo. Kaadiq creó además a unos portentosos guerreros, utilizando su hechicería, para proteger al príncipe. La conocida como Guardia Carmesí, guerreros hechos de piedra y magia, luchan como uno solo, siendo casi invencibles para cualquier guerrero que los enfrentase. Solo matando al mago se podría acabar con ellos. Pero nada de esto pudo garantizar la seguridad de Falhedar. Durante la revuelta en Ras Karim, su prima se infiltró en el Palacio de la Penitencia junto a los rebeldes, y tras un arduo combate, esta acabó por apuñalar a Falhedar en la cara, acabando así con su vida.

Falhedar es descrito como un hombre de edad, constitución y altura media, pero magníficamente vestido con ropas blancas como la nieve. Su rostro era redondo e infantil, siempre engarzado por las bobinas de oro de la Corona de la Serpiente. Su carácter impaciente, caprichoso y cruel provocaba que muchos repudiaran al príncipe, lo cual hizo que amasará multitud de enemigos con el paso de los años.

Objetos Mágicos

  • Corona de la Serpiente: Esta portentosa corona le protegía de cualquier ataque con hierro y acero, desviando las flechas y los tajos. Es por ello que Falhedar jamás se quito la corona, hasta el punto de coserla a la piel de su cabeza. Además, la magia de la corona hechizaba a los guardias de palacio, doblegando sus voluntades y controlándolos a placer. La Corona de la Serpiente tienta con su llamada a cualquiera que la pueda poseer, llegando a quebrar y esclavizar la mente del propio portador.

Fuentes

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