Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Estegadón contra Bárbaros

Las hostiles junglas de Lustria son el hogar de fantásticas criaturas a cual más mortífera, entre ellos el Estegadón se encuentra entre algunas de las más grandes y peligrosas; una colosal bestia de sangre fría cuyas lentas y poderosas pisadas hacen que el suelo tiemble.

Estegadones[]

Los Estegadones son una raza de enormes y poderosas bestias que han habitado en las junglas primordiales desde mucho antes de la llegada de los Ancestrales. Son criaturas gigantescas cuyas cabezas están cubiertas con una cresta blindada de la que surgen unos cuernos macizos. Hay pocos depredadores que se atrevan a enfrentarse a sus escamas cubiertas de espinas y placas óseas. Estos gigantes son una de las bestias más grandes que habitan en Lustria, y pueden partir rocas con sus patas, además de tener pesadas colas rematadas en pinchos que agitan con efectos devastadores. Para protegerse del calor de la selva, los Estegadones enfrían su cuerpo sumergiéndose en los pantanos y confían en que su dura piel les proteja de los cocodrilos y de los voraces peces que infestan esas aguas.

Estegadón por John Wigley

Por lo general, es una criatura relativamente perezosa, pese a lo cual se trata de un oponente formidable (después de todo su pesado cuerpo le impide huir la mayoría de veces, así que no le queda otra que mantenerse firme y luchar). Cuando se le provoca, el Estegadón puede lanzarse a la carga con la potencia de una avalancha viviente, una fuerza más peligrosa que la estampida de una manada entera de criaturas menores. El impacto de un Estegadón a la carga puede arrancar árboles de cuajo, arrollar a regimientos enteros de tropas, y incluso hacer salir volando por los aires a otros monstruos de tamaño similar al suyo.

Los Estegadones se alimentan de casi cualquier cosa con la que se crucen, devorando tanto la variada vegetación como la carne de cualquier criatura que comete la equivocación de interponerse en su camino. Se necesita una gran cantidad de comida para alimentar a semejante bestia y crecen hasta ser tan grandes y pesadas que sus pisadas pueden romper la piedra. Los Estegadones son territoriales y extremadamente agresivos, que acostumbran a atacar con saña a cualquiera criatura que se atreva a entrar en sus dominios, aunque la mayor parte de criaturas se mantienen alejadas de estas enormes bestias por miedo a ser pisoteadas o corneadas hasta una horrible muerte. Hasta los más grandes depredadores se lo pensaran dos veces antes de enfrentarse a un Estegadón, y pocos serán lo bastante insensatos como para asaltarle abiertamente y de frente, pues los Estegadones son enemigos muy potentes: su gruesa piel está protegida por duras escamas, en las cuales las flechas y las lanzas rebotan igual que si fuesen agua de lluvia. Incluso la jungla de Lustria es víctima de su enorme volumen; los árboles acaban destrozados y aplastados tras el estruendoso paso de los Estegadones. Se dice que solo hay una bestia en Lustria que pueda hacer que un Estegadón cambie su rumbo, y ese es el colosal Lagarto Rugiente, aunque en caso de estar defendiendo su territorio en época de reproducción el Estegadón puede llegar a plantarle cara e incluso ahuyentarlo.

Estegadon 2

Los Hombres Lagarto han usado a los Estegadones como bestias de carga desde hace mucho tiempo, en especial para limpiar la densa jungla y arrastrar enormes bloques de piedra para construir templos. También se les usa para lanzar ataques devastadores en época de guerra y añaden fuerza a las patrullas terrestres. Estas criaturas están criadas por equipos de Eslizones que permanecen con ellos toda su vida y los Estegadones son muy protectores con aquellos Eslizones a los que conocen desde su nacimiento. Se colocan grandes castillos sobre su lomo y desde ese punto aventajado, los Eslizones disparan una tormenta de jabalinas envenenadas, así como enormes flechas disparadas mediante los grandes arcos conocidos como la "Maldición de Sotek".

Al atacar el Estegadón agacha su cabeza cornuda y carga al combate. Gracias a su enorme masa y su paso firme, los Estegadones pueden crear un devastador camino de destrucción. Para aumentar la potencia destructiva de un Estagadón, los eslizones atan enormes colmillos y troncos de árboles afilados a un lado de la criatura. Algunos Eslizones han construido grandes máscaras reforzadas que se atan sobre la cornuda cabeza del Estegadón. La autentica fuerza de esta increíble criatura se demuestra cuando ataca en combate. Los Estegadones son criaturas terroríficas en batalla; convierten en una pasta roja a todo lo que se encuentre bajo su enorme cuerpo y dispersa a los enemigos de los hombres lagarto que hay frente a ellos. Aquellos enemigos que no quedan destrozados por el impacto de su carga, lo harán gracias a su volumen o los ataques de su dotación.

Estegadones Pellejoduro[]

Los Estegadones Pellejoduro son el nombre por el que se le conoce a aquellos Estegadones más antiguos y reverenciados entre los Hombres Lagarto. Se encuentran entre los más antiguos y feroces de toda su especie, poderosos gigantes que han soportado la vida más dura posible para cualquier criatura que viva en las peligrosas junglas de Lustria. Cubierto de cicatrices que recorren todo su cuerpo, esto muestra a todos que este monstruo ha luchado, sangrado y matado todo lo que la jungla ha enviado contra él, y lo volverá a hacer.

Los Rebaños Atronadores[]

Estegadón Imagen Tormenta

Los Estegodones vagan por el continente de Lustria en rebaños de tamaño variable desde un grupo familiar hasta enormes migraciones de muchos miles. Algunos de esos grupos tienen colores y marcas distintitas como las de las bestias a rayas que dominan lo tierra agrietada del desierto de Huahuan o los Estegadones con manchas verdes que viven en el Valle Gwangee.

Sin embargo, la mayor parte de Estegodones tienen una coloración que varía entre los tonos azul-gris pálido y los verdes, marrones y rojos vivos. Los Estegadones jóvenes pueden tener tonos muy brillantes y aquellos con unas cuantas décadas a menudo son moteados o tienen algún tipo de camuflaje. Cuando estos reptiles envejecen, suelen perder estos Patrones y se vuelven más uniformes. Sin embargo, esto no siempre sucede, tal y como muestran los patrones en forma de diamante que exhiben los Estegadones de los Ciénagas de las Pirañas, bestias conocidas que se sumergen en los canales más profundos del pantano y se esconden poro emboscar a sus presas.

Los Estegodones más antiguos, dejan sus rebaños y se marchan por su propia cuenta. Estos rebeldes establecen su propio territorio y retan a cualquiera de su especie que se atreva a invadirlo. Las disputas entre dos Estegadones macho pueden ser oídas a kilómetros de distancia cuando sus rugidos recorren la jungla. Estos combates pueden durar días, aplanando grandes áreas de selva y solo terminan cuando uno de los dos muere. En ocasiones aparecen marcas llamativas en las crestas de estas bestias antiguas que muestran externamente que son los más poderosos de su tipo.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Curiosidades[]

  • El Estegadón está basado en dinosaurios de la familia "Ceratopsidae", posiblemente y de forma más específica en los Triceratoprs, ya que es uno de los dinosaurios más destacados en el imaginario popular. Sin embargo, en algunas fuentes se sugiere que el Estegadón pudiera ser omnívoro, en contrapartida a los herbívoros en los que parece estar basado.
  • El Estegadón de Warhammer Fantasy no debe confundirse con la familia "Stegodon" del mundo real, los cuales eran parientes lejanos de los elefantes en lugar de los dinosaurios. Esto podría ser una referencia muy sutil a la función que tienen los Estegadones entre los Hombres Lagarto en su día a día, como tienen ciertas culturas del mundo real con los elefantes en sus sociedades, tanto en el día a día en la actualidad, como en las guerras y el campo de batalla en el pasado.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (6ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Hombres Lagarto (8ª Edición).
  • Suplemento: Tormenta de Magia, pág. 95.
  • Total War: Warhammer II.
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