Muchos guerreros marchan a la guerra portando estandartes, que pueden ser indistintamente una bandera, un pendón, un tótem o cualquier otro símbolo parecido. Por lo general, un estandarte es una gran bandera, que dependiendo de la artesanía, está hecha de lino, lana, seda o la piel de una criatura. Los estandartes luce colores y símbolos de muy diversa índole, luciendo lemas, símbolos de los Dioses y a veces otras decoraciones como calaveras, águilas o elementos mucho más truculentos y desagradables. Los estandartes vienen junto con astas y ganchos para colgarlos.
Los estandartes varían enormemente de un ejército a otro. Los regimientos del Imperio marchan bajo banderas en las que pueden verse los escudos de armas de sus Electores y de su Emperador. Las tropas de Bretonia marchan a la guerra precedidas de las deslumbrantes banderas heráldicas de sus Nobles y su Rey. Los ejércitos Orcos, por su parte, llevan estandartes cubiertos de signos que proclaman la grandeza y el poder de sus Kaudillos. Las fuerzas del Caos luchan siempre bajo estandartes repletos de runas siniestras y los emblemas de los Dioses del Caos y, en ocasiones, hombres vivos y crucificados
Sea cual sea el ejército, sus estandartes son el punto focal de cada uno de sus regimientos; cada estandarte proclama la identidad de la unidad que lo lleva y su simple presencia desafía al enemigo. Los estandartes tienen también un valor práctico: sirven para hacer señales a tropas amigas, dirigir el movimiento de la unidad y proporcionan un punto de referencia muy fácil de ver alrededor del cual la unidad puede cambiar de formación o llevar a cabo maniobras.
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Fuentes
- Manual de Warhammer Fantasy Battles (4ª edición)