Imagen ilustrativa
Eschen es una ciudad localizada en los territorios de la antigua provincia de Sylvania. Se encuentra en uno de los feudos exteriores más pequeños, situado en la frontera noroeste de la provincia, entre el Bosque Muerto y la confluencia del río Stir, a apenas cuatro días de viaje de Waldenhof.
Descripción[]
Eschen es un asentamiento relativamente grande, cuyo tamaño se mantiene en la frontera entre ser una simple ciudad y una capital de provincia. Torres rematadas por agujas se alzan hacia el enrojecido cielo, y los tejados de edificios de dos y tres plantas se apiñan unos contra otros. Sin embargo, lo más sorprendente de todo, son las altas murallas. Eschen es una población fortificada. Se trata de algo razonable, dada la proximidad de la frontera de Kislev. Las fortificaciones funcionarían como contención ante posibles incursores.
La fortaleza de Eschen se eleva detrás de las casas, sobre un monte de un kilómetro y medio de largo con una ladera de suave pendiente y otra escarpada, como meditabundo centinela que guarda las calles y edificios de abajo. La fortaleza es un bastión formidable, inexpugnable por tres de sus cuatro lados gracias a las dentadas rocas del risco sobre el que estaba construida. Aunque la pendiente de un kilómetro y medio de largo de la ladera es de suave inclinación, la fortaleza se encontraba a unos cien metros por encima de la ciudad. El viento es fuerte en el estrecho patio del castillo, ya que la muralla no lo protegía mucho del azote de los elementos.
Sin lugar a dudas, la fortaleza había sido construida para la guerra. A diferencia de muchas de las baronías de Sylvania cuyas fortalezas y castillos suelen ser ostentosos despliegues de riqueza destinados a diferenciar a sus dueños del pueblo llano, Eschen, con las banquetas de la muralla, las aspilleras y troneras, había sido construida para rechazar un ataque frontal. No se trata de un hogar, sino que estaba diseñada para la guerra. E igualmente, dentro de la fortaleza también se tomaron medidas para sobrevivir durante un prolongado asedio.
Las espectaculares defensas de Eschen eran gracias al Barón Heinz Rothermeyer, un noble Sylvano de la época de Vlad von Carstein que se negaba jurar fidelidad ante el nuevo regente de Sylvania. A pesar de lo diversos intentos del conde por persuadirlo, Rothermeyer mantuvo su desafío y se preparó para la inevitable respuesta del conde. El hecho de amurallar la ciudad fue toda declaración de intenciones. Con casi total seguridad, el barón había agotado casi completamente sus arcas en mejorar las defensas de la ciudad, como desafío pertinaz del gobierno de Von Carstein. A pesar de todo, nada de esto sirvió y Rothermeyer terminó siendo devorado por lobos, y Eschen pasó a ser controlada por Vlad.
De esta manera, la que una vez fuera una ciudad que fuera fortificada para defenderse de los vampiros, ahora esas mismas murallas sirven para proteger a los von Carstein que lo gobiernan.
Fuentes[]
- Novela de la Trilogía de Von Carstein: Herencia, por Steven Savile
- Cap 4: Creciente oscuridad