Los seguidores de Tzeentch trabajan constantemente para lograr los inescrutables objetivos de su amo, a menudo sin darse cuenta. El Gran Conspirador trabaja de maneras misteriosas y confusas, y los planes atribuidos a sus grandes diseños son variados y numerosos.
El Escándalo del Sudario es un ejemplo de uno de esos planes. Aquellos que tienen la perspicacia para ver la influencia sutil de la manipulación de Tzeentch que puso las cosas en movimiento. Estos eruditos e historiadores se basan en investigaciones exhaustivas, textos antiguos o un fervor celoso para respaldar sus afirmaciones.
Sin embargo, otros argumentan que cualquiera de esas conclusiones son solo especulaciones y conjeturas, coincidencias históricas y rumores que no demuestran que nada salvo la imaginación activa de la persona que ve una inteligencia superior trabajando donde no existe ninguna.
Una lección de historia[]
Gunthar von Bildhofen era el hermano de Magnus el Piadoso y se esperaba que heredase el trono tras él. Magnus lo había elevado al puesto de Gran Duque de Middenland, y en Middenheim llegó a confiar en el consejo del Ar-Ulric Kriestov, pese haber acusado a Magnus de blasfemo al comienzo de la Gran Guerra contra el Caos. El el Sumo Sacerdote del Culto de Ulric era hostil hacia el Culto de Sigmar, al cual Magnus veneraba. Esta antigua rivalidad religiosa fue fomentada silenciosamente por el consejero de mayor confianza del sumo sacerdote, Rolf Lugner. Sin embargo, esta confianza pronto sería traicionada.
Este consejero traicionero adoraba en secreto a Tzeentch y se había ganado la confianza de Ar-Ulric. Lugner gradualmente convenció a su patrón, quien todavía estaba resentido por la humillación sufrida a manos de Magnus, de que el Gran Teogonista de Sigmar planeaba usurpar la posición de emperador para instituir una teocracia gobernada desde el templo de Sigmar en Altdorf. Temeroso de este rumor, el sumo sacerdote convenció a von Bildhofen de su veracidad. Ambos coincidieron en que había que hacer algo.
El milagro del sudario[]
En 2369, el Emperador Magnus viajó al reino de Morr. En su funeral de Estado, el Gran Teogonista reveló el milagro del sudario que había cubierto el cadáver de Magnus. Los santos rasgos de Magnus habían quedado impresos de forma sobrenatural en la tela. Los dolientes quedaron asombrados.
Sin embargo, las sospechas de von Bildhofen, magnificadas por los rumores difundidos por Lugner, le superaron. Lleno de rabia, insultó públicamente al sumo sacerdote, alegando que el sudario era un truco desalmado para ganar apoyos para el Culto de Sigmar. Los dolientes quedaron mortificados por esta blasfemia y von Bildhofen fue expulsado por la fuerza de la ceremonia conmemorativa. Sólo su condición de hermano del emperador muerto le salvó del arresto.
No hace falta decir que, en lo que respecta a la selección del sucesor de Magnus, ninguno de los Condes Electores consideró a von Bildhofen apto para gobernar, por temor a la ira de Sigmar si el hombre que había insultado a su sumo sacerdote fuera elegido emperador.
Así, la corona de Magnus pasó al conde Leopold de Stirland, un hombre muy inferior al gran duque Gunther. Si el heroico hermano de Magnus hubiera ascendido al trono, sin duda habría demostrado ser un emperador capaz, que habría fortalecido su reino, pero en lugar de eso terminó sus días en desgracia, obligado a abdicar como Gran Duque de Middenland por las maquinaciones del vengativo Gran Teogonista.
El argucia se desarrolla[]
Fue el nieto del conde Leopold, el emperador Dieter IV, quien demostró ser un gobernante tan incompetente y codicioso que permitió que Marienburgo se independizara del Imperio en el 2429, debilitando gravemente la fuerza económica de la nación. Finalmente fue depuesto por Wilhelm III, Príncipe de Altdorf, lo que provocó el antagonismo entre Stirland y Altdorf que pervive hasta el día de hoy.
Asimismo, el actual Graf de Middenheim, Boris Todbringer, desciende de von Bildhofen. Aunque en apariencia es un fiel partidario de Karl Franz, ¿estará en secreto resentido por el hecho de que tiene más derechos al trono? Esto no ayuda en nada a sanar la brecha histórica entre Middenheim y Altdorf. La lengua venenosa de Lugner ha causado divisiones dentro del Imperio incluso hasta el día de hoy.
Tal es al voluntad de Tzeentch[]
Así es como funciona Tzeentch, tirando de las madejas de la historia para que un solo evento se convierta en una crisis con el tiempo. A menudo se le considera el más paciente, sutil y tortuoso de los Poderes Ruinosos.
Tzeentch puede esperar durante siglos hasta que un plan se haga realidad, mientras manipula docenas de hilos entretejidos, intrincadamente atados en delicados y complejos nudos. Y aunque un hombre virtuoso puede intentar deshacer uno de los nudos de Tzeentch, sólo el tiempo dirá si en verdad simplemente logró fijar el nudo de manera más segura.