Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Eltharion en Grifo

Guardián de Tor Yvresse

Eltharion el Implacableel Sombrío es uno de los más grandes señores élficos, descendiente de la más noble de las estirpes y un guerrero excepcional. Se trata del único comandante Alto Elfo capaz de lanzar un ataque exitoso contra la mismísima ciudad de Naggarond, acto que le granjeó el rencor eterno del Rey Brujo. En la cúspide de su gloria, Eltharion lideró a un poderoso ejército y derrotó finalmente al ¡Waaagh! de Grom. Por su valor en esa batalla, Eltharion fue elegido como Guardián de Tor Yvresse, y aunque es un gobernante estricto y severo, las gentes de aquella hermosa ciudad aman a su sombrío guardián.

Eltharion el Implacable[]

Eltharion el Implacable es uno de los Señores élficos mas importantes. En muchas ocasiones hizo cosas que se creían imposibles. Eltharion, hijo mayor de Moranion de Yvresse, fue el primer general de Ulthuan que se atrevió a atacar la misma Naggarond y vivió para contarlo. Atacó por sorpresa a muchas guarniciones de los Elfos Oscuros y las aniquiló, asegurándose de que ningún Druchii quedaba con vida para poder avisar al rey Brujo.

Eltharion the Grim MagaliVilleneuve

Cuando al fin el ejército de Eltharion llegó a Naggarond, los Elfos más audaces se disfrazaron con las vestimentas de los Elfos Oscuros y abrieron las puertas de la ciudad desde el interior. El resto de Altos Elfos que esperaba en el exterior entró en la ciudad y se dedicó a arrasar y matar todo cuanto encontraron a su paso. Pero cuando se disponían a retirarse, Eltharion fue herido en el costado por la hoja envenenada de una Elfa Bruja. Él le devolvió el golpe decapitándola, pero el daño ya estaba hecho; la hoja envenenada había vertido el veneno en su sangre. La incursión había resultado un éxito y la fuerza de los Altos Elfos había escapado a Ulthuan sufriendo pérdidas mínimas, pero para cuando llegaron a Cracia, Eltharion estaba al borde de la muerte. Ninguno de ellos sabía cómo contrarrestar el veneno de la Elfa Bruja, por lo que los tenientes más queridos de Eltharion sabían que estaría muerto por la mañana.

Mientras yacía en su lecho de muerte, una inmensa invasión de Goblins, liderada por el temible Señor de la Guerra Grom el Panzudo, alcanzó el hogar de sus ancestros. Durante el ataque, la mayor parte de su familia fue asesinada. Justo en aquel momento, una aparición fantasmal de su padre visitó a Eltharion. Mientras el héroe se encontraba postrado en estado febril, El espíritu le dijo que su hogar ancestral de Athel Tamarha había sido destruido y sus tierras profanadas. Advirtió a su hijo de que el Señor de la Guerra Grom el Panzudo estaba en Ulthuan. En su ignorancia, los Goblins habían destruido numerosos monolitos liberando las energías mágicas que solían contener y que ahora estaban arrasando la tierra. Si la piedra vigía de Tor Yvresse caía también, se desataría una devastación solo comparable a la provocada durante la Secesión. El fantasma le pidió que buscara al Señor de la Guerra Goblin y vengara su muerte.

Eltharion despertó y descubrió que se le había curado el veneno milagrosamente y que a su lado descansaba la espada mágica de su padre, la Espada Colmillo. La aparición del fantasma de su padre le hizo ponerse en pie para buscar venganza y salvar Tor Yvresse de la destrucción. Tan fuerte era la fuerza de voluntad de Eltharion, que regresó de las puertas de la muerte para tomarse cumplida venganza de los Goblins que habían matado a su familia y destruido las tierras de sus antepasados.

Eltharion por Dave Gallagher Altos Elfos

Para cuando las fuerzas de Eltharion llegaron a la ciudad de Tor Yvresse, esta ardía pasto de las llamas y los Goblins de Grom inundaban las calles. El Guardián de la ciudad había sido asesinado por la malvada magia verde y las energías del monolito habían sido desestabilizadas por el Chamán Goblin Piñoznegros. En la hora final de la ciudad, Eltharion descendió de los cielos, montado en su leal grifo Ala de Tormenta. En una batalla de proporciones épicas, logró acabar con el chamán y derrotar a Grom el Panzudo, el Señor de la Guerra Goblin, en el interior de Tor Yvresse vengando así la muerte de su familia. Tras la batalla, él y un grupo de guerreros corrieron a estabilizar las energías del monolito que afianzaban El Gran Vórtice.

Después de aquello, como el anterior Guardián había muerto durante un duelo mágico con el Chaman Goblin, Eltharion fue elegido como nuevo Guardián de Tor Yvresse, pero sus amigos cercanos pudieron observar un cambio en el siempre noble guerrero. Su personalidad se había vuelto oscura, por lo que pronto pasó a conocerse como Eltharion el Implacable. Residía en una alta torre que domina la antigua metrópolis. Muchas veces podía vérsele sobrevolando la ciudad montado en su feroz y leal Grifo Ala de Tormenta. Mientras él mantuviera su vigilancia sobre estas tierras, ningún mal podrá amenazar a los Elfos de Yvresse. y, aunque es un regente duro, las gentes de esa bella ciudad lo veneran.

En sus primeros años de gobierno, Eltharion estuvo tan ocupado erradicando a los pieles verdes de sus dominios como reparando el entramado de monolitos. Para la primera tarea, Eltharion contó con los nobles del reino, reunidos bajo su pabellón con un entusiasmo desconocido durante muchas generaciones. Para la segunda, buscó la ayuda del Señor del Conocimiento Belannaer. Aunque Eltharion había estabilizado el monolito de Tor Yvresse, creía que la buena fortuna, y no el buen criterio, habían guiado su mano. No quería ver Ulthuan destruida por su mala suerte ni su imprudencia.

Una vez su reino estuvo seguro, Eltharion llevó su ira al otro lado del océano; pero no a las orillas heladas de Naggaroth en el oeste, sino al este, a las tierras del Viejo Mundo y mas allá. Yvresse había resistido a duras penas un ¡Waaagh! y Eltharion juró que ningún otro alcanzaría las costas de Ulthuan.

A lomos de su Grifo, Ala de Tormenta, Eltharion azotó las Tierras Yermas como un vendaval de espadas. Masacró Kaudillos y desbandó a sus ejércitos. Derribó fortalezas Orcas que habían sobrevivido a terremotos, cruzadas de Bretonia y a la venganza de los Enanos. Pero siempre parecía haber más pieles verdes a los que combatir. Finalmente, Eltharion se dio cuenta de lo que ocurría. Su reputación había alcanzado tales proporciones que los Kaudillos iban al encuentro de su ejército porque el "orejotaz zería una buena pelea".

Eso puso fin a la campaña de Eltharion en las Tierras Yermas. Ahora sabía que continuar no acabaría con la amenaza piel verde. Al regresar a Yvresse, Eltharion entrenó a sus ejércitos y fortificó sus ciudades aún mejor que antes. Cuando otro ¡Waaagh! llegase a las orillas de Ulthuan, el pueblo de Yvresse y su implacable Guardian, estarían preparados.

Eltharion, La Espada Blanca[]

Momia antigua

Trasfondo Antiguo

El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo posee cierta antigüedad, por lo que ha podido quedar obsoleto y/o ha dejado de ser canon en revisiones oficiales más recientes.

Eltharion antiguo

Eltharion vs Shadowblade Karl Kopinski

Cuando Malekith atacó de nuevo Ulthuan, Eltharion ansiaba entrar en combate. Montado en Ala de Tormenta, fue volando hacia Anlec, donde se había reunido la fuerza de Malekith. Sabía que el Rey Brujo trataría de recuperar su antiguo trono en el palacio en ruinas, así que, en lugar de dirigir al ejército en la defensa del reino, Eltharion esperó en el interior de las ruinas. El ejército de los Altos Elfos fue destruido y, cuando Eltharion se enfrentó a Malekith, el Rey Brujo lanzó sus oscuros poderes contra aquel Elfo impetuoso, que acabó sucumbiendo a la magia de Malekith.

El Rey Brujo trató de obligar a Eltharion que le jurase lealtad eterna amenazando a los supervivientes del ejército de los Altos Elfos. Eltharion se opuso y los verdugos de Malekith decapitaron a los Altos Elfos que habían sobrevivido a la batalla en el exterior del palacio. Como castigo por su desafío, Malekith entregó a Eltharion a sus mejores torturadores para que se divirtieran con él todo lo que quisieran, pero tenían prohibido matarlo, pues quería enviar su cuerpo roto y destrozado como mensaje de advertencia al Rey Fénix.

El cuerpo maltratado del Guardián de Yvresse fue devuelto a Ulthuan, cegado y apenas con vida. Belannaer se ocupó de sus heridas y Eltharion pronto se recuperó, aunque sus cicatrices mentales tenían surcos profundos. Belannaer adiestró a Eltharion en el camino de los maestros de la espada y el diestro Elfo aprendió de forma excepcionalmente rápida, de modo que en muy poco tiempo se convirtió en un adversario digno del mismo Maestro. Belannaer cedió a Eltharion el liderazgo sobre los maestros de la espada, tarea que satisfizo enormemente a Eltharion.

Volvió a enfrentarse con el Rey Brujo de nuevo cuando la invasión de éste penetró la Puerta del Dragón y avanzó hasta el Reino Interior. Los maestros de la espada habían recibido la orden de defender a las doncellas que tenían el deber de proteger a la Reina Eterna. Cuando sus bosques se vieron amenazados, los maestros de la espada acudieron veloces en ayuda de la Reina Eterna y, en la batalla que se sucedió momentos después, Eltharion logró herir al Rey Brujo. Fue una hazaña que ningún mortal había logrado hasta entonces, pero eso no fue suficiente para Eltharion, que ahora quiere destruir a Malekith y ha llevado la guerra a Naggaroth.

Ni siquiera las palabras sosegadas de Belannaer son capaces de contener sus ansias de venganza, y el Rey Fénix ha accedido a esas ansias como favor especial. Belannaer se aferra a la débil esperanza de que Eltharion conseguirá superar la amargura que arde en su corazón, pero también sabe que se trata de una guerra que su discípulo debe luchar a solas.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

Muerte en los Nueve Demonios[]

Eltharion y Tyrion habían trabado una rápida amistad durante la anterior expedición para rescatar a Aliathra. Por aquel motivo, Eltharion accedió con presteza a un segundo intento de rescate, incluso después de que le fuese revelada toda la verdad sobre aquella situación.

Pues Eltharion veía lo mucho que estaba en juego. Sabía que si él no viajaba al este, Tyrion lo haría en su lugar y, privados del liderazgo del príncipe, los Diez Reinos caerían. Poco consuelo encontrarían los elfos en salvar a Aliathra si no había una Ulthuan a la que pudieran regresar.

Junto a la Princesa Eldyra de Tiranoc, Eltharion se ofreció a liderar la expedición de los Altos Elfos a Sylvania con el objetivo liberar a Aliathra de las garras del vampiro Mannfred von Carstein, o morir en el intento. Tras obtener el visto bueno de Tyrion, el pequeño ejército de Eltharion y Eldyra zarpó hacia el este en compañía de Belannaer, que aconsejó al Guardián de Tor Yvresse tragarse su orgullo y solicitar la asistencia de los hombres y enanos del Viejo Mundo. Tras algunas reticencias iniciales, Eltharion accedió.

Fue Belannaer quien llevó las negociaciones y selló un acuerdo con Hans Leitdorf, Gran Maestre de los Caballeros de la Sangre de Sigmar; Eltharion no pronunció palabra durante todo el encuentro, y aunque había accedido al mismo, dio la sensación de considerarlo indigno. Conscientes de lo limitado de sus fuerzas en un territorio hostil, los elfos efectuaron un avance relativamente lento pero sistemático a través de Sylvania. Aquello desagradó a Leitdorf, que trató de discutir el asunto con Eltharion, sólo para ser rechazado de manera educada pero firme.

Habiendo perdido a sus aliados humanos a causa de la imprudencia del Gran Maestre - cuyo cadáver exangüe fue encontrado en las ruinas de Klodebein - los elfos irrumpieron en la Cañada de las Penas para enfrentarse a su destino, no sin antes Eltharion revelar a la hueste la identidad de aquella a quien habían ido a rescatar.

Eltharion comandó al ejército alto elfo en la subsiguiente batalla contra la hueste no muerta de Mannfred von Carstein. Tras la muerte de Belannaer a manos del vampiro, el Príncipe de Yvresse supo que la batalla estaba perdida y que no podría rescatar a Aliathra tal y como había prometido, aunque tal vez sería capaz de acabar con el sufrimiento de la Niña Eterna. A continuación Eltharion consiguió vencer al vampiro en combate singular, aunque a costa de ver morir a su leal grifo Ala de Tormenta en el proceso.

Habiéndose deshecho de Mannfred, el Príncipe hubo de sacrificar su Espada Colmillo para conseguir atravesar la barrera mágica y acceder al círculo de piedra de los Nueve Demonios. Allí, fatigado y desarmado, Eltharion consiguió interrumpir momentáneamente el ritual de resurrección de Nagash, pero finalmente cayó ante la hechicería del liche Arkhan el Negro, que empleó una potente maldición entrópica para convertir al Guardián de Tor Yvresse en una nube de polvo.

Cambio de Trasfondo[]

Eltharion es originario de la Cuarta Edición, siendo uno de los pocos personajes cuyo trasfondo ha ido evolucionando con las siguientes ediciones del juego, con miniatura y reglas distintas, para reflejar distintos etapas de su historia. La primera versión corresponde a su etapa como Guardián de Tor Yvresse. Su segunda versión es la de Eltharion, la Espada Blanca, cuyo trasfondo, reglas y miniatura totalmente nuevos aparecieron en la White Dwarf 95 y luego fueron incluidos en el Libro de Ejército de los Altos Elfos de 6ª Edición. Las siguientes ediciones de los libros de los Altos Elfos, así como los libros del Fin de los Tiempos, ignoran por completo esta segunda etapa y únicamente toman como referencia la primera.

Objetos Mágicos[]

  • Espada Colmillo - Eltharion siempre blande la Espada Colmillo en combate, con la que derriba a sus enemigos a lomos de su montura leal Ala de Tormenta. La Espada Colmillo de Eltharion es un mandoble de hoja larga con multitud de runas incrustadas, que ha pasado de generación en generación en la familia de Eltharion que le otorga el celo de sus ancestros. Eltharion heredó la espada de su padre, al morir éste en defensa de su hogar en Athel Tamarha.
  • Yelmo de Yvresse - De resplandeciente ithilmar y oro, y decorado con plumas majestuosas, el Yelmo de Yvresse es la corona ceremonial del Guardián de la antiquísima y orgullosa metrópolis de Yvresse, así como símbolo de su posición que inspira una determinación absoluta. De resplandeciente ithilmar y oro, el Yelmo está decorado con plumas majestuosas y proporciona protección, además de imbuir la mente del portador de tal forma y claridad que le permite una concentración inigualable y de una claridad de pensamiento insuperable por los meros mortales.
  • Gema Radiante de Hoeth - El Talismán de Hoeth fue creado por el primer guardián de Tor Yvresse, un hechicero poderoso y sabio, para poder transmitir sus conocimientos y poderes a los no iniciados. De esta manera, este medallón finamente labrado permite a su portador disponer de una fracción del saber mágico y sabiduría del guardián original. Todo el que lleva el Talismán de Hoeth se ve imbuido de unos poderes mágicos increíbles, capaz de dirigir los Vientos de la Magia como si hubiera nacido para ello.

Relatos Relacionados[]

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

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