
Los artistas ambulantes muchas veces cuentan historias de la ciudad en ruinas, a consecuencia de las cuales los hijos de las clases más privilegiadas muchas veces ven la ciudad de Mordheim como la oportunidad de vivir una gran aventura romántica. A veces uno de ellos huye de su casa para unirse a una banda de mercenarios con la intención de labrase un nombre. Estos individuos muchas veces mueren antes incluso de poder llegar a la ciudad; peor aún, de vez en cuando, alguno tiene la suficiente suerte como para llegar hasta ella.
Los familiares es posible que se alegren de librase de una vez de él, pero en ocasiones un rico mercader o noble es capaz de pagar una suma considerable a quién le devuelva a su hijo sano y salvo, arrancándole de su inevitable destino en Mordheim.
A veces bandas escuchan rumores que el hijo de un hombre poderoso está vagando por las ruinas se ofrece una generosa recompensa por su sano regreso.
Fuente[]
- White Dwarf 58: El Heraldo de Mordheim, pág. 10.