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Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
Wulcan viendo a Ulric invocando la Llama Eterna por Stephen Tappin

Ulric, aplanando la meseta donde se asentaría Middenheim

Teclis emergió de la oscuridad a la repentina luz. La caverna era extensa, las estalactitas y estalagmitas eran antiguas. Se arqueaban como las mandíbulas de un lobo, cerrándose alrededor de los ocho pilares toscamente forjados en el centro de la caverna. Entre los pilares había un altar, tallado en piedra negra antigua. Los huesos de lobos yacían desperdigados alrededor del altar, y sobre él flotaba una brillante llama blanca muchas veces más alta que Teclis.

Había llevado meses de estudio encontrar esta cámara, escondida en el interior de la roca de Middenheim. Su ubicación había sido olvidada por los humanos, con el laberinto de túneles sellado contra todos los intrusos. Incluso los skaven no habían logrado romper sus límites, pero Teclis sí. Guiado por el conocimiento de la ahora desaparecida Torre de Hoeth y los recuerdos de sus propias exploraciones durante la época de Magnus el Piadoso, el mago había pasado a través de los túneles cubiertos de hielo para encontrar su premio. Ésta era la verdadera llama de Ulric, de la que la chispa en el templo de arriba no era más que un eco.

Teclis sintió que la temperatura bajaba. A través de la cámara, se formó hielo en los esqueletos de lobo. Mientras observaba, los cristales crecían mimetizando músculos, y se flexionaron cuando las criaturas se pusieron de pie.

"¿Quién se atreve a entrar en presencia de la llama?" La voz era profunda y fuerte. Resonó a través de la cámara como una fuerza física, y tomó toda la fuerza de voluntad de Teclis mantenerse firme ante ella.

"Mi nombre es Teclis", respondió el mago. "Fuimos aliados una vez, cuando las hordas de los Dioses Oscuros barrieron desde el norte".

Los lobos empezaron a confluir lentamente sobre Teclis, con gruñidos extraños resonando en sus heladas gargantas. El mago dio un paso hacia el fuego en el centro de la cámara, y los lobos lo siguieron.

"Te recuerdo, elfo", dijo la voz. "Éramos aliados, pero no puedes ocultar tu propósito este día. Vienes como ladrón".

Los lobos se acercaron, con los dientes desnudos y la helada respiración nublando el aire.

"Vengo ofreciendo esperanza a vuestro pueblo", replicó Teclis, dando otro paso hacia el altar.

"¿Qué esperanza puede haber sin mí?"

"El mundo necesita un campeón mucho más de lo que necesita un dios viejo y egoísta, tu oportunidad de derrotar a los dioses oscuros ha pasado, otros deben asumir ahora esa carga".

Un rugido de rabia resonó en el santuario. Los lobos saltaron y los colmillos se tensaron para alcanzar la carne de Teclis. El mago fue más rápido todavía, y golpeó con la culata de su bastón contra el suelo de la caverna. La luz onduló por el aire, apartando los lobos a un lado y golpeándolos contra las paredes. El hielo y el hueso se hicieron añicos, dispersándose entre las estalagmitas. Momentáneamente fatigado, Teclis se inclinó hacia adelante sobre su bastón.

"Impresionante", retumbó la voz, "¿pero puedes hacerlo de nuevo?"

Los lobos ya se estaban rehaciendo.

"No tengo que hacerlo", respondió el mago. Dando los últimos pasos hacia el altar, hundió su bastón en el fuego sagrado.

"¡No!"

La llama se encogió cuando la cabeza del bastón de Teclis la tocó. Los lobos aullaron como uno solo y luego se derrumbaron, su carne helada se derritió como si estuviera en un deshielo repentino. Un momento después, la cámara estaba en oscuridad.

La voz volvió cuando Teclis se volvió para marcharse, con sus tonos más amargos que el invierno más profundo.

"Me has destruido a mí y a todos los que habitan en la ciudad de arriba".

"Lo siento", respondió Teclis. Cuando por fin abandonó la Caverna de la Llama de Invierno, el bastón del mago se sentía más pesado que cuando había entrado, el peso de otra traición necesaria añadida a las que ya tenía que soportar.

Última Resistencia de Middenheim
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Fuente[]

  • The End Times IV - Thanquol.