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Trasfondo Antiguo

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El Único y Verdadero Dios

Imagen Ilustrativa

Detalles
Sede del culto Arabia
Líder del culto Califas Árabes
Principales órdenes Los Comandos de la Muerte de Mullah Aklan'd
Principales festividades No se conocen
Libros sagrados Sagradas Escrituras de Mullah Aklan’d
Símbolos sagrados
  • Sol Llameante
  • Citas de las Sagradas Escrituras

El Único y Verdadero Dios, conocido comúnmente como el Dios Único o el Único, es la deidad principal de los árabes.

Descripción[]

Originalmente, en tiempos remotos, esta deidad era parte de las antiguas creencias de las tribus árabes del desierto, hasta que el primer Gran Sultán, Mullah Aklan’d, se convirtió a esta fe en sus viajes por el desierto. El mismo Mullah alteraría estas creencias para que se moldearan a su visión del mundo, y así se convirtió en el primer profeta del Único y Verdadero Dios. Es el dios más venerado por los árabes, especialmente por los Califas, aquellos caudillos de Arabia que obedecen su santa palabra. El culto está extendido por toda la península, y junto al idioma y la autoridad del Gran Sultán, el Culto a El Único es un elemento común entre todos los distintos pueblos que forman Arabia.

No se conocen demasiado acerca del Culto a El Único y sus creencias y preceptos principales. El Único es un dios del orden, del cielo, del sol y la justicia, que lleva a sus adoradores a luchar contra las fuerzas del mal y el Caos. El Único se manifiesta en el mundo a través de sus profetas escogidos, y es su papel difundir su palabra sagrada. Nadie, ni siquiera el Gran Sultán, se atreve a cuestionar la voluntad de un profeta de El Único. Los creyentes en El Único afirman viajar a uno de sus siete cielos después de morir, siendo el más glorioso y elevado de todos ellos St'oec. Entre los adoradores de este dios, por voluntad de sus sabios sacerdotes, que los fieles no han de beber vino, y solo pueden consumir hachís y opio. Aunque esta restricción no suele cumplirse en privado. No hay más deidad que El Único para sus fieles, siendo él quien recompensa y él quien castiga, y niegan que cualquier otro dios tenga poder alguno.

Los fieles de El Único no desean unir a la humanidad bajo su fe, porque saben que solo se lograría con un baño de sangre, pero creen que abandonarla llevaría al mundo al lujo y la codicia. En lugar de intentar convertir a la humanidad a su fe, prefieren combatir activamente el mal, siendo así el trabajo de El Único y sus hijos luchar contra los horrores demoníacos y las bestias de la noche. Los creyentes en El Único condenan y persiguen todos los cultos oscuros, la nigromancia y la adoración del Caos. Los sacerdotes, derviches y califas luchan activamente contra los demonios y monstruos del desierto, y encierran a los peligrosos demonios elementales, como los Djinns, en botellas de vidrio o en cántaros de bronce, para arrojarlos al mar o enterrarlos bajo la arena. Según sus creencias, El Único llegó al mundo para dar sus bendiciones a la humanidad y enfrentar al Caos, y según sus adoradores, un día habrá una batalla final, donde el bien vencerá al mal para siempre. Las enseñanzas de Mullah Aklan’d como profeta se encuentran en las Sagradas Escrituras de Mullah Aklan’d, cuyas páginas son colocadas en los estandartes de los guerreros más fieles.

Los más fieles a esta deidad son los Derviches, guerreros fanáticos que no tienen problemas en morir por El Único. Del mismo modo, el máximo exponente de estos guerreros son los Comandos de la Muerte de Mullah Aklan'd, que mantienen la herencia del primer profeta luchando por su causa. En los últimos tiempos, la decadencia y la opulencia han llevado a los árabes a relegar cada vez más la palabra divina. Por su dejadez al lujo, El Único envía castigos en forma de plagas a los infieles entre su pueblo.

Conflicto de Canon[]

En las fuentes más antiguas, como en Warhammer: Battle Bestiary, se afirma que el dios que adoran los árabes se llama "Alá", que es el nombre de Dios en el Islam. Más tarde, en la Trilogía de Orfeo, el dios de Arabia fue referido como El Único. Aunque hay algunas otras referencias, todas ellas son de los años 80. Esta religión monoteísta queda patente durante menciones posteriores en los años 90, pero con el tiempo, se abandona la idea de un culto monoteísta basado en el Islam para los árabes de Warhammer. En versiones posteriores, los árabes serían impíos o adoradores de los Djinns. Especialmente en las versiones más recientes de su trasfondo, como en Warmaster o Las Dos Coronas de Ras Karim, el Culto de los Djinns está mucho más presente, mientras que la tradición sobre la religión monoteísta de Arabia fue abandonada con el tiempo y sustituida por esta.

En la comunidad existe la creencia de que el dios de los árabes se llama Ormazd, con la característica de ser un ancestral, y su profeta recibiría el nombre de Mulhaed al-Quyat. Sin embargo, esto se trata de una información sacada de un suplemento hecho por fans para la primera edición del juego de rol.

Fuentes[]

  • The Citadel Journal Spring 1985, pág. 49.
  • Saga Tale of Orfeo: Plague Daemon, por Brian Craig.
    • Prólogo.
    • Epílogo.
  • Saga Tale of Orfeo: Storm Warriors, por Brian Craig.
    • Prólogo.
    • Epílogo.
  • Saga Tale of Orfeo: Zaragoz, por Brian Craig.
    • Prólogo.
    • Epílogo.
  • Warhammer: Battle Bestiary (2ª Edición), pág. 21.
  • Warhammer: Forces of Fantasy (Fighting Fantasy Battles), págs. 18, 32-33.