Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Azhag

Todos los orcos deben luchar para sobrevivir, pero las tribus que habitan en el Territorio Troll deben afrontar desafíos particularmente rigurosos. Numerosos monstruos y bandas de Trolls acechan en aquella oscura tierra, y las tribus de Guerreros del Caos descienden desde el norte para realizar incursiones de saqueo. Los Orcos ni siquiera pueden considerarse a salvo entre los de su propia especie, pues las diferentes tribus del Territorio Troll mantienen amargas rivalidades que les llevan a atacarse sin piedad en cuanto se ven. Sin embargo, todo esto cambió el día que Azhag, un desconocido caudillo menor de los Orcos, encontró una misteriosa corona…

Descubrimiento de la Corona de la Hechicería[]

Tras el particularmente crudo invierno con el que comenzó en el año Imperial 2512, una enorme horda de Orcos y Goblins descendió de las Montañas del Fin del Mundo y asoló las provincias orientales del Imperio. El Señor de la Guerra que estaba a la cabeza de la horda era Azhag el Carnicero, bajo cuyo mando estaban las tribus de Orcos y Goblins de las Tierras Altas de los alrededores de la Montaña del Ojo Rojo. En épocas antiguas, esta montaña era una formidable fortaleza Enana denominada Karak-Ungor, la Fortaleza Excavada. Desde la caída del viejo Imperio Enano, esta fortaleza ha pasado a convertirse para los Goblins Nocturnos en la plaza fuerte más poderosa que hay en el Paso del Perro Loco.

Orcos vs Caos

La carrera de carnicería de Azhag empezó cuando era el jefe de una pequeña tribu orca en el Territorio Troll. Azhag inició firmemente su ascensión al poder cuando descubrió un artefacto mágico, la Corona de la Hechicería, en las ruinas subterráneas de la ciudad de Todtheim, una ciudad poseída por demonios en la frontera de los Desiertos del Norte. Cuando fueron atacados por una banda de guerreros del Caos pertrechados con pesadas y resistentes armaduras, Azhag y sus chicos se vieron forzados a retirarse a los subterráneos de las laberínticas ruinas de lo que mucho tiempo atrás había sido la ciudad de Todtheim.

Los orcos se pasaron semanas en la oscuridad, luchando contra las monstruosidades que vivían en la ciudad maldita. Después de luchar contra muchos monstruos y descubrir incontables horrores ancestrales, Azhag se enfrentó a un enorme Troll del Caos de varias cabezas. Luchando contra aquella monstruosidad, el Caudillo estuvo a punto de morir, pero una misteriosa voz le ayudó a derrotar al troll y después le persiguió hasta su guarida en la que al final le dio muerte. Buscando entre el tesoro que había en el cubil del Troll, encontró una vieja corona. Sin sospechar nada de su verdadero poder, Azhag se colocó la banda de metal sobre su cabeza, y al instante su magia comenzó a fluir. Oleadas de extraños y terroríficos pensamientos invadieron su mente y la oscuridad le envolvió de golpe.

Tras reponerse, Azhag guió a su tribu, encontraron con suma facilidad la salida de Todtheim; realmente parecía como si Azhag conociese ya el camino al exterior. Era evidente que Azhag había cambiado. La corona pronto se convirtió en un implemento permanente sobre su cabeza llena de cicatrices. Azhag empezó a musitar para sí mismo y a hablar con una voz que decididamente no era la de un Orco. Algunas veces, los Orcos Grandotes de la tribu reconocían aún a su viejo líder, mientras recorría arriba y abajo las líneas de batalla gritando a sus muchachos. Otras veces, y especialmente por la noche, parecía turbadoramente diferente. Sus ojos aparecían negros y fijos, como si estuvieran en posesión de un terrorífico secreto.

Imagen caja Guerreros Orcos por Adrian Smith

Al principio, Azhag portaba la corona sólo ocasionalmente, pero más tarde la llevó siempre sobre su cráneo verde repleto de cicatrices; gradualmente se volvió más silencioso y meditabundo. Sin que sus seguidores lo sospecharan, la corona se estaba haciendo lentamente con el control de su líder. Al parecer, lejos de ser un inofensivo adorno de hierro se trataba de un antiguo y terrible artefacto mágico que anteriormente había pertenecido a Nagash, el primer y más grande nigromante, y que de algún modo había logrado retener parte del maléfico poder de su antiguo dueño.

A medida que la inconmensurable personalidad de Nagash iba haciendo notar su peso, Azhag iba dejando de ser él mismo. No obstante, pese a que la mentalidad de los orcos suele ser bastante simple, la de Azhag fue singularmente resistente a su influencia. Así, pese a todos sus esfuerzos, parecía que la corona maldita no era capaz de controlar al Kaudillo por completo. Sin embargo, Azhag y Nagash tenían una cosa en común: un ansia de conquista y poder que el Señor de la Guerra Orco estaba ahora en posición de saciar. Por ello, la corona se limitaba a guiar a Azhag con consejos susurrados o súbitas descargas de poder arcano. La brutalidad típica de cualquier Orco, aumentado por la maligna astucia y la oscura hechicería de la corona de Nagash, eran una combinación irresistible y mortífera.

Ascenso al Poder[]

Azhag el Carnicero por Mark Gibbons

Durante aquel año, Azhag pasó de ser de ser el líder de una peña errante, deprimida y marginal, a ser el orgulloso Kaudillo de un ¡Waaagh! de dimensiones terribles. Mediante astucia, fuerza bruta y magia maligna, Azhag lograba superar a todos sus rivales. Las tribus de Orcos del norte se vieron unidad bajo su estandarte como nunca antes lo habían estado. La tribu de Azhag se movió hacia el este, adentrándose en las Montañas del Fin del Mundo y luchando contra las tribus de orcos y goblins que ahí vivían. Al principio fueron recibidos por varios señores de la guerra rivales y hubo algunas batallas sangrientas, pero luego, los rumores de las victorias de Azhag le dieron una buena reputación entre los de su clase que pensaron que la mejor idea era abandonaron cualquier idea de enfrentarse a Azhag y en lugar de ello la mayoría empezaron a unirse al nuevo ¡Waaagh!

Moviéndose hacia el sur a través de cadena de las Montañas del Fin del Mundo "convenció" tribu tras tribu para que se unieran a su creciente Whaagh consiguiendo que incluso se le unieran todos los goblins nocturnos de la Montaña del Ojo Rojo. Este hecho aumentó de una forma muy espectacular el tamaño del ejército de Azhag, pues hay más goblins nocturnos viviendo en esa montaña que en ningún otro sirio del Viejo Mundo. Como muestra de respeto hacia su nuevo líder, los goblins nocturnos le regalaron una enorme y excepcionalmete fiera Serpiente Alada. A menos que sean criadas incluso desde antes de romper el cascarón, pocas de estas criaturas pueden ser domesticadas para servir como monturas. Sin embargo, la fuerza de voluntad de Azhag era tal, que logró templar a la bestia con una simple mirada. Komekráneoz, que era el nombre con el cual fue bautizada, era una Serpiente Alada salvaje y temperamental en extremo, pero ante su nuevo amo actuaba con la mayor docilidad.

El ¡Waagh! del Carnicero[]

Waaagh Kislev

Reinar sobre una horda de chusma piel verde nunca sería suficiente para contentar a la corona, que lo que pretendía en realidad era volver al lejano sur para reunirse con su legítimo dueño. Así pues, tras hacer una pausa para descansar durante el invierno del año 2512, Azhag se vio impelido por una voluntad que no era la suya, y lideró a su ¡Waaagh! hacia el sur, entrando en Kislev y luego hacia las provincias norteñas más al este del Imperio. Al principio, los orcos solo se dedicaban al pillaje y al saqueo sin oposición por las tierras de Ostermark, dándose grandes banquetes con las pocas bestias que los lugareños habían criado cuidadosamente durante el crudo invierno; finalmente, gran parte de los habitantes del territorio se vieron obligados a huir hacia el Oeste en medio de la nieve. Pero con la llegada de los ejércitos imperiales Azhag pudo demostrar que con su inusual combinación de fuerza y cerebro, nada podía detener a los pieles verdes.

Una y otra vez Azhag demostró que él no era un Kaudillo ordinario, de esos que lo arriesgan todo a la vieja y gastada táctica de “junta mucha máz peña kel enemigo y karga kon toda de golpe”. En vez de eso, era un comandante astuto, capaz de poner en práctica tácticas y estrategias muy complejas; y cuando eso no bastaba para aplastar al enemigo, el propio Azhag se lanzaba al combate. Pocos oponentes eran capaces de resistir una de las ferocez cargas de Komekráneoz, y si lo hacían allí estaba Azhag con sus oscuros poderes mágicos para rematarlos.

Recorrido Waaagh Azhag

el Recorrido del Waaagh de Azhag

Fue en la Batalla de la Colina del Carnicero donde Azhag obtuvo el apodo por el que se le conocería en las generaciones posteriores: “El Carnicero”. La batalla comenzó cuando Azhag desplegó su horda en tres cohortes independientes, que rápidamente rodearon el enemigo, atrapándolos en pinza. Además de efectuar un despliegue astuto, algo impropio de un Orco, los acontecimientos que siguieron hicieron que Azhag se ganara un lugar de entre los enemigos más odiados de la humanidad.

Rugiendo con una voz que no era la suya, Azhag recurrió a sus poderes mágicos. Sus palabras se unieron a los espíritus de los guerreros muertos en el combate, levantándolos y volviendo a luchar con sus compañeros vivos. Los últimos defensores de la Colina del Carnicero resistieron espalda contra espalda, batallando contra los orcos de Azhag mientras que los guerreros ensangrentados No Muertos los atacaban desde abajo. La carnicería fue tan brutal que nadie escapó de la Colina del Carnicero, ya que los muertos, atados a la voluntad de Azhag, se vieron esclavizados y obligados a luchar contra los vivos.

La Horda Sigue su Avance[]

Warlord-on-wyvern

Tras asegurarse su lugar en la infamia, la horda de Azhag prosiguieron con su camino de destrucción por el Imperio. Las ciudades de Kohlizt y el templo de Sigmar de Nachtdorf fueron borrados del mapa. El Conde Elector de Ostermark, lideró un pequeño ejército de tropas locales y caballeros pantera para parar el avance de los orcos, pero sus tropas estaban en una clara inferioridad numérica y pronto fueron obligados a huir del campo de batalla.

El conde acuarteló a sus tropas en Bechafen donde la constante llegada de refugiados obligó a racionar la comida y las ayudas de todo tipo. La nieve persistió hasta el segundo mes del año nuevo, y mucha gente pereció de hambre y frío antes de la primavera. El intenso frío era una simple molestia para los Orcos; tanto estos como los Goblins son criaturas muy duras y, si es necesario pueden alimentarse de la carne más inmunda, sin importarles de qué criatura se trate. Además, los orcos fueron aprovisionados con comida y refuerzos por parte de los goblins silvanos que se les unieron desde el Gran Bosque.

Después de arrasar Bechafen, la horda se dirigió al Oeste, hacia las Montañas Centrales y Ostland, atravesando el río Talabec por el viejo puente de Rinn. Las tropas imperiales de Kislev, apostadas ahí para defender el paso del río, huyeron a la carrera nada más ver la enorme marea verde que se extendía a lo ancho del horizonte y se dirigía hacia ellos a toda prisa. Ostland fue arrasada y destruida con la habitual eficiencia pielverde, aplastando las cosechas primaverales a su paso y atracándose con los víveres de los almacenes que la población local había acumulado con duro esfuerzo. Como la terca gente fronteriza que eran, los habitantes de Ostland lucharon todo lo duro que pudieron y el mismo Conde Elector de esa tierra reunió a un gran ejército para parar la horda verde. En la Batalla del Páramo Siniestro, el Conde Valmir von Raukov se ganó fama y respeto, haciendo morder el polvo a muchos de los goblins de Azhag antes de que se viera obligado a retirarse. El gran señor de la guerra volaba sobre el campo de batalla a lomos de su Serpiente Alada, caía sobre regimiento tras regimiento y acosaba al ejército en retirada. Su sola presencia causaba pavor en la mayoría de regimientos enemigos que huían para buscar refugio en Wolfenburgo.

Terminada la batalla, tribus de orcos salieron del Bosque de las Sombras haciendo aún más grande la horda de Azhag. De todas formas, el Conde Elector realizó una gran defensa en Wolfenburgo y la ciudad resistió el empuje pielverde. Frustrado por esta media derrota, Azhag lideró a su ejército hacia el sur, donde la horda sembró la destrucción y arrasó la ciudad de Forstich antes de girar al este a través del Gran Bosque y hacia Ostermark otra vez más. Pero lo que no sabían los orcos, es que esta vez el ejército del propio emperador se aproximaba desde el sur, liderado por uno de sus mejores generales, el Mariscal Otto Blucher.

El Fin de Azhag[]

Zakeando Ziudad Umana por David A

Sin embargo, a pesar de estas victorias, no todo iba bien en la cabeza de Azhag. Su espíritu se pasaba cada minuto del día luchando contra la voluntad de la corona. Tras cada gran victoria, los pieles verdes querían detenerse durante unos días para disfrutar del botín obtenido, pero la corona exigía a Azhag volver a ponerse de camino de inmediato. Cada vez que Azhag quería desviarse de la ruta trazada para saquear alguna población cercana, se producía una lucha de voluntades en su cabeza. Por ejemplo, cuando el ¡Waaagh! se detuvo en las ruinas de Nachtdorf para construir un par de ídolos de estiércol a imagen de Gorko y Morko, la voz de la cabeza rugía de furia por aquel retraso innecesario; y así, a cada paso de la invasión.

Durante estos periodos de lucha interna, Azhag se quedaba ensimismado, cuando no estupefacto, con sus ojos mirando al vacío sin expresión. Muchos de sus guerreros murmuraban cosas como que “hay algo ke no chuta kon el jefe, a ratoz ze le va la pinza”. Obviamente, mientras la racha de victorias continuase, los pieles verdes continuarían obedeciendo encantados a su kaudillo, disfrutando de las batallas, los saqueos y la multitud de oportunidades para destrozar cosas. Sin embargo, todos aquellos sabían que aquel comportamiento “tan poco orco” no podía durar para siempre y acabaría por pasarle factura.

Horda Indescriptible por Cristi Balanescu Guerreros Orcos

Fue en la Batalla de Osterwald donde Azhag encontró su final a manos del ejército del emperador. Los dos ejércitos se encontraron cerca de la villa de Osterwald donde, tras una gran batalla cuerpo a cuerpo, los orcos fueron derrotados y echados del campo de batalla. Pronto al empezar la batalla, para contrarrestar una carga de los Caballeros Pantera, Azhag ordenó a Komekráneoz lanzarse hacia la zona donde el combate era más cruento. La corona, furiosa por la ruta de rodeo que estaba dando la invasión desde hacía días, buscó controlar la mente de Azhag de manera más completa. El subsiguiente duelo de voluntades distrajo al Kaudillo Orco, y en ese momento de debilidad fue aprovechado por Werner von Kriegstadt, Gran Maestre de los Caballeros Pantera, para matarlo, dejando al ejército orco sin líder y muy desmoralizado delante del feroz ataque imperial.

Éste fue el final de Azhag y de su ¡Waaagh! De un simple soplo, la horda orca había sido derrotada, y después de la batalla se dispersó por las colinas y los bosques más cercanos. La Corona de la Hechicería fue recuperada y llevada de vuelta a Altdorf por el Gran Teogonista de Sigmar que la colocó en la más profunda sala del templo donde estaría guardada para ocultarla por toda la eternidad tras robustos cerrojos de hierro y poderosos hechizos de protección.

Cronología de Azhag el Carnicero[]

Kaudillo Orco en Serpiente Alada por Michael Phillippi
  • Antes 2512: Los Chikoz de Azhag escapan de las ruinas de Todtheim. Ninguno de ellos nota la astucia de la que hace gala su caudillo.
  • 2513: Azhag saquea Ostermark, Kohlitz y arrasa el Templo de Sigmar en Nachtdor.
  • Alrededor 2513: Una vez sometida Ostermark y con el Conde ocultándose en Bechafen. Azhag atraviesa el río Talabec hacia Ostland, saqueando y destruyendo todo lo que hay a su paso. El ejército de Azhag aumenta de tamaño tras recibir los refuerzos de los Goblins Silvanos del Gran Bosque.
  • 2513: Azhag logra su victoria más famosa en la Batalla de la Colina del Carnicero. Justo cuando los de Ostland creían que habían ganado la batalla, la corona de Azhag desata todo su poder mágico y decanta el resultado de la batalla cuando una horda de Snotlings se lanza sobre los aterrorizados defensores.
  • 2514: En Páramo Siniestro, el Conde Valmir von Raukov se enfrenta a Azhag hasta conseguir una tregua momentánea, pero su ejército es derrotado en una victoria pírrica.
  • 2514: Azhag asedia Wolfenburgo, donde von Raukov se ve obligado a soportar el duro invierno tras sus sólidas almenas.
  • 2514: Cansado de lanzar a sus servidores contra las defensas de Wolfenburgo, Azhag saquea la región circundante, destruyendo la ciudad de Forstich.
  • 2515: Azhag es finalmente derrotado por un ejército del Emperador liderado por el Mariscal Otto Blucher. Durante el choque titánico, Azhag es aniquilado por Werner von Kriegstadt, Gran Maestre de los Caballeros Pantera.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (5ª Edición). Pags 8-9.
  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (7ª Edición). Pags 11-12.
  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (8ª Edición). Pag 24.
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