Duelista

"Tu espada es un instrumento de justicia, vinculado por una larga tradición y empleado con precisión letal."

—Descripción de la profesión.

"¿Acaso has manchado mi nombre con tu inapropiada broma? Ciertamente espero que sea así..."

—Duelista anónimo.

Los Duelistas son famosos por su habilidad en combate, ya sea con armas cuerpo a cuerpo como espadas o con armas de proyectiles. Muchos son hijos segundones de familias nobles o simplemente jóvenes, que se dedican a los duelos por diversión. Sus actividades no agradan a la mayoría de las autoridades, pero en muchas partes del Viejo Mundo los duelos no son realmente ilegales, y los Duelistas están protegidos por una serie de arcaicas leyes no derogadas.

Hay dos tipos de duelistas: los espadachines despreocupados u atolondrados que consideran sus hazañas como una aventura continua, y los luchadores mortalmente serios que tienen en alta estima su honor y se ofenden fácilmente por cualquier desaire, ya sea real o imaginario.

Descripción[]

"¡A primera sangre, majadera! ¡Te dije a primera sangre! ¡Y tú vas y lo atraviesas!"

—Ortholf Ehardt, burgués.

"En mi defensa, señor, diré que él fue el primero en sangrar."

—Rosabel Viernau, duelista.

Hace mucho, se estableció en el Imperio un complejo sistema legal de duelos formales. Los duelistas son especialistas en el uso letal de Espadas de Esgrima y Pistolas de Duelo, un arma de fuego primitiva y poco fiable, cuya propensión a explotar no le gana las simpatías de la gente más sensata sin embargo, parecen disfrutar del peligro añadido. Siguen un muy preciso código de conducta, y comportarse de la manera correcta en un duelo es casi más importante que vencer. Los Duelistas tienden a mostrarse arrogantes y despectivos ante los simples mortales, y siempre están dispuesto a exigir una satisfacción por cualquier ofensa o insulto, real o imaginario, aunque a veces contratan sus servicios para defender el honor de otros.

Muchos duelistas luchan por cuenta de otros (arreglando asuntos de honor entre organizaciones o individuos) o como sustitutos para la ley, representando al acusado o al acusador en los juicios por combate. Para algunos duelistas el acto de la lucha es recompensa suficiente para los considerables riesgos a los que se enfrentan. El entrenamiento es peligroso, y deja a algunos aprendices tullidos o desfigurados de por vida. Quienes viven lo suficiente como para aprender de sus errores pueden aspirar a la fama de un maestro de la espada, enseñando sus técnicas a alumnos ansiosos. Los campeones judiciales se enfrentan en duelos por cuenta de gobiernos y de nobles y sus espadas pueden determinar el destino de naciones enteras. Algunos duelistas modernos, especialmente alumnos exaltados de Altdorf, prefieren las pistolas. Las generaciones precedentes ven este comportamiento como deshonroso y temerario.

Los duelistas, tanto los inexpertos como los estimados, viajan por el Imperio en busca de oponentes con los que apuntalar su reputación. A otros, la búsqueda de un instructor veterano les conduce a explorar los más alejados lugares del Viejo Mundo. Los dominadores de técnicas extranjeras también van muy buscados por los duelistas que quieren añadir estilos únicos de lucha a su repertorio. Como combatientes expertos, los duelistas a menudo aumentan sus ingresos trabajando como mercenarios, actuando incluso como guardas para caravanas y embarcaciones fluviales si es necesario. Aunque para los enanos carece de interés la esgrima con espadas endebles y la cursilería del escenario del duelo, tienen una larga tradición en el uso de combate para resolver amargas disputas, y son capaces de viajar muy lejos para mejorar sus habilidades.

Afiliaciones[]

"Aseguraos siempre de que la doctora Schuller esté presente. ¿Cómo negar lo evidente? Buena pregunta. Pagadle por adelantado, tratadla cortésmente y mirará para otro lado. Debido a eso, no verá nada hasta que el duelo se haya acabado, de una forma o de otra."

—Consejo a sus alumnos del maestro de la espada Alexander Amblestadt.

Los duelos formales poseen una estructura muy específica y una serie de normas complejas que definen su funcionamiento. Los duelistas deben seguir todas esas normas si quieren evitar ser asesinados por otros de su tipo, lo que significa que deben conocer esas reglas completamente. Debido a esto, la organización más importante para cualquier duelista es una buena escuela de duelismo. Solo existen unas cuantas de estas escuelas, pues deben estar completamente certificadas y aprobadas por el Conde Elector local, y en algunos casos el mismísimo Emperador.

Todos los duelistas pertenecen a una escuela, en la cual aprendieron las normas y perfeccionaron sus habilidades. Cada escuela de duelo tiene sus propios métodos y estilos de lucha, y un buen duelista puede reconocer la escuela de origen de sus oponentes con solo verlos en combate. Las escuelas de duelo también brindan un lugar donde los nobles y los mercaderes pueden reclutar duelistas; las escuelas obtienen una pequeña comisión para mantener a la organización y para garantizar que el duelista es un profesional, y se comportará como tal. Por su puesto, no garantizan la victoria.

Muchos duelistas también pertenecen a asociaciones de duelistas. Estas son organizaciones menos formales, simples colecciones de duelistas que comparten los mismos gustos e intereses, y se reúnen para compartir historias, técnicas y consejos. La mayoría de asociaciones de duelistas solo admiten duelistas de una sola escuela, y por eso a menudo las rivalidades entre asociaciones crecen. Las asociaciones también brindan oportunidades de entrenarse con otros duelistas, además, algunos nobles prefieren contratar duelistas en estas asociaciones que ir a las escuelas.

Duelista

Sumario

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Fuentes[]