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Dregor Melenarroja, también conocido como el Terror de Bronce, fue rey de la tribu de los Umberógenos. Fue un famoso soberano y guerrero del pasado, y se le conoce por ser el padre del Rey Björn y, por ende, el abuelo de Sigmar.

Descripción[]

En vida, Dregor Melenarroja tenia un aspecto magnífico y poderoso, casi como una fuerza de la naturaleza. Solía ir ataviado con su armadura de bronce bruñida, razón por la que se ganó el sobrenombre de el Terror de Bronce, y con una blanca capa de piel de oso cayendo de sus hombros. Su cabello era pelirrojo del color del fuego, y su risa era sonora y vigorosa que alegraba los corazones de todos los que lo oían.

En cuanto a personalidad, Dregor era conocido por ser un un hombre testarudo, demasiado impaciente por lanzarse a la batalla sin considerar de qué otras opciones podría disponer, rasgos de personalidad que fueron heredados por sus hijos. Pese a esto, también fue lo suficientemente sabio para gobernar a su pueblo y siempre mostrar respeto por los dioses.

Historia[]

Dregor Melenarroja fue el rey de los umberógenos, una de las tribus más importantes de lo que ahora es El Imperio. Desde el asentamiento de Reikdorf, Dregor gobernó a los umberógenos, y lideró a su tribu en muchas batallas, y numerosas fueron sus victorias contra Pieles Verdes, Monstruos y otros enemigos. Una de sus campañas más conocida fue la purga de los Scrianii, una tribu de caníbales que fue casi exterminada y expulsadas al Brackenwalsch, unos treinta años antes del nacimiento de Sigmar.

Otro hecho importante durante su reinado fue el incidente con Colmillonegro. Dregor tenía un hermano, Sweyn Corazonroble, el cual era un reconocido cazador. Tras una fructífera cacería, él y partida de caza se emborracharon tanto que se olvidaron ofrecerle los debidos sacrificios a Taal. Esa noche, se desató una terrible tormenta que duró tres días, y cuando cesó, los Umberogenos vieron como sus campos de cultivo estaban arrasados.

A raiz de esto, Dregor ordenó a Sweyn que llevara a cabo otra cacería en los bosque para adquirir más animales para sacrificarlos, con el fin de calmar la ira de los dioses. El grupo de cazadores liderado por Sweyn partió de inmediato, pero tres días después de su partida, Sweyn regresó solo. Tenia un agujero en la tripa, que había rellenado con hojas para evitar que se le cayeran las tripas. Dijo que se lo había hecho un jabalí de tamaño enorme, que mató a todos su hombres y lo dejó mortalmente herido. Sweyn murió poco después, desangrado. Dregor enterró a su hermano en la Colina de los Guerreros, y los Umberogenos evitaron la zona por donde rondaba el jabali, al que nombraron como Colmillonegro.

Pese a este evento, los Umberogenos se recuperaron y siguieron prosperando. Dregor se casó y tuvo dos hijos. Berongunden, su primogénito y heredero al trono, y su segundo hijo, Björn. En un momento de su vida, la Bruja-Madre del Brackenwalsch le dijo que no viviría para ver los grandes cambios que sufriría el mundo, que eso le correspondería a los hombres que vinieran después de él.

Por ello, Dregor procuró que sus hijos fueran educados adecuadamente. Contrató los servicios del erudito Eoforth de la aldea Ingaevon para que fuera su consejero, y también para inculcara nuevos valores a sus dos hijos, los cuales habían salido demasiado parecidos a él en temperamento.

Björn aceptó de buena gana los consejos impartidos por Eoforth, pero Berongunden era un guerrero demasiado parecido a su padre para escuchar la voz de nadie salvo la suya propia. Orgulloso, temerario y lleno de ardor umberógeno, Berongunden murio en las montañas que se alzaban al norte de la roca de Fauschlag, despedazado una bestia alada que frecuentaba los riscos más altos.

El rey Dregor enterró a su primogénito en las Colinas de los Guerreros, y un año después siguió a su hijo a la otra vida, muriendo sobre un montón de cadáveres de orcos, con el pecho atravesado por más de una docena de flechas de pieles verdes. A su muerte, su hijo Björn asumió la corona, y enterró a su padre una magnífica cámara funeraria, frente a la tumba de su hermano mayor, vestido con la armadura de bronce que usó en vida en, rodeado de armas y tesoros, y con losas de piedra donde se tallaron imágenes de momentos relevantes de su vida: desde su nacimiento hasta su gloriosa muerte.

Dregor Melenarroja se convirtió en un legendario héroe de la tribu de los Umberógenos, sus hazañas fueron rememoradas y representadas por su pueblo, y aunque murió años antes de que pudiera conocerlo, Sigmar creció admirando a su abuelo. De echo, celebró su rito de predestinación en su tumba, y tras experiencia se comprometió a unificar a las dispersas tribus y forjar un Imperio de hombres.

Fuentes[]