Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Árbol del Caos por Yoann Boissonnet

Al oeste de las Montañas Centrales queda el infame Bosque de Drakwald, uno de los bosques más antiguos del Viejo Mundo y que siempre ha sido un oscuro lugar, morada de las criaturas del Caos, Goblins Silvanos e inmundos seres desde la caída de las civilizaciones de Elfos y Enanos. Los Altos Elfos dicen que esto se debe a las grandes cantidades de piedra bruja que cayeron en el bosque cuando las puertas polares fueron abatidas.

Sea por lo que sea, se trata de una de las regiones más hostiles del Imperio y solo las partidas de guerra pueden atravesarlo con ciertas garantías.

Información[]

El Bosque de que recibe su nombre de los dragones que lo habitaban en el pasado. humanos y Elfos por igual lucharon contra ellos desde los tiempos anteriores a Sigmar, y el último de ellos murió bajo el hacha del Emperador Hündrod el Furibundo en el siglo IV CI. Aunque no se ha divisado dragón alguno en el Drakwald desde entonces, en las profundidades del bosque al nordeste de Delberz se halla el Templo del Sacrificio, donde aún puede verse la tierra desolada, emponzoñada para siempre por la sangre del dragón.

Se trata de un bosque bastante poco frondoso formado básicamente de abedules y un suelo claro y arenoso. La tierra de esta zona no es especialmente fértil y, al contrario que muchos de los bosques del Imperio, apenas se ha talado árboles del Drakwald para contar con campos de cultivo. Las entrañas del bosque ocultan a multitud de bandas de Hombres Bestia y los árboles encantados de Drakwald son pesadillas de maleza ennegrecida y restos esqueléticos realmente terribles, una advertencia siniestra para todos los que traten de adentrarse en este lugar maldito. En las zonas situadas más al Norte, los árboles son más gruesos y en las regiones más frías y accidentadas de esta tierra hay grandes extensiones de bosques de pinos.

Mapa de Drakwald

En su momento el bosque dio nombre a una provincia del Imperio, la provincia de Drakwald, patria de los antiguos Turingios. Situado entre las Tierras Desoladas en el oeste, Middenland en el sur y Nordland en el norte, la provincia con el tiempo cayó por circunstancias poco claras. Se cree que los constantes ataques de Goblins Silvanos y Hombres Bestia la provincia se debilitó y terminó por asfixiarse, incapaz de mantener su independencia como condado del Imperio para ser más tarde absorbida por las provincias vecinas. Su último gobernante, el Conde Elector Vilner, fue asesinado alrededor de 1110 y su Colmillo Rúnico fue enviado al Emperador Boris el Avaro para su custodia. Durante los siglos siguientes Drakwald quedó sin apoyo y muchos de sus asentamientos fueron destruidos por los Hombres Bestia y Goblins poco a poco. La provincia fue dividida entre Middenland y Nordland en el 1414 CI.

La ciudad de Middenheim se alza sobre este bosque y las bestias del Caos siempre han sido un quebradero de cabeza para estas gentes. Cuando los habitantes del Imperio tiemblan ante la idea de monstruos mitad seres humanos, mitad bestias, siempre piensan en el Drakwald, pues se dice que es el hogar de las bestias más grandes y terribles que se puedan imaginar. Monstruos crueles y salvajes merodean por entre sus oscuros pinares, y por las noches una verdadera sinfonía de ruidos más aterradores incluso que los aullidos de los lobos mantienen a los aldeanos en vela. Este lugar está dominado por repugnantes Hombres Bestia, Semigrifos salvajes, monstruos mutantes y muchas otras criaturas aún peores. El bosque está rodeado por hebras de niebla y las ramas de los árboles se agitan por el eco que producen los aullidos y los rugidos de las bestias.

Por decreto del Conde Elector Graf Boris Todbringer, se ha establecido recompensa para quien traiga la cabeza de alguna de estas bestias, lo cual atrae hasta la región a mercenarios de todo el Viejo Mundo. No es de extrañar que, por tanto, la gente del norte esté acostumbrada al combate, al frío y a las criaturas peligrosas y voraces del bosque. Los Caballeros del Lobo Blanco también salen a cazar al bosque, una práctica que consideran muy adecuada para probar sus habilidades y templar a los caballeros más novatos. Es habitual que organicen partidas de caza y se internen en el Drakwald para abatir bestias monstruosas en honor de Ulric.

Los grandes cazadores del Imperio también ponen a prueba sus habilidades en el Bosque de Drakwald y, por cada centenar de ellos que sucumbe desgarrado por hordas aullantes o devorado por bestias sedientas de sangre, hay uno que logra capturar a un ejemplar particularmente feroz e imponente. Por lo general, estas piezas son vendidas a cambio de una sustanciosa suma de dinero al Zoo Imperial de Altdorf, o a un Conde Elector que quiera añadirla a su colección personal. De todas formas, no son solo los animales salvajes los que atacan a los viajeros desprevenidos; se dice que incluso los propios árboles del bosque asaltan a los viandantes atrapándolos con sus robustas ramas, absorbiendo sus fluidos vitales y escupiendo sus marchitos huesos. No es casual que a los niños de Nordland se les asuste con relatos del "Roble del Drakwald" para que sean obedientes.

La carretera entre Marienburgo y Middenheim atraviesa estos bosques, así que solamente los que vayan acompañados de un contingente armado se atreverán a seguir esta ruta: las emboscadas de las bestias son habituales y son muchos los líderes bandidos que han amasado grandes riquezas asaltando a los viajeros que recorren esta carretera. Sin embargo, siguen siendo los Hombres Bestia la principal amenaza y preocupación de la zona. Los condes electores de Nordland y Middenland han intentado construir un entramado de posadas fortificadas a lo largo de la carretera, pero todas son incendiadas hasta sus cimientos y sus habitantes son asesinados y devorados.

Hondonadas del Drakwald[]

Las zonas más oscuras del bosque se denominan las Hondonadas del Drakwald, y se dice que están hechizadas por alguna presencia ancestral diabólica anterior a la llegada del pueblo de Sigmar a la región hace tres mil años. La naturaleza de esta presencia diabólica está sujeta a especulación. Algunas historias relatan que se trata de los espíritus de dragones muertos de antaño y que en su época acosaron a las tribus Unberogen cuando se asentaron en la zona, arrebatando a los viajeros de sus monturas en las carreteras del bosque. Ciertamente, muchos mercaderes itinerantes cuentan historias de bestias que rugen en las oscuras profundidades del Drakwald, atemorizando a las monturas e incluso a los viajeros más experimentados. También circulan historias de criaturas que nacieron en el seno de familias humanas, pero que tenían la marca del Caos, por lo que fueron expulsadas en plena noche para evitar que los cazadores de brujas arrestasen a los padres. Se dice que dichas criaturas con mutaciones y deformidades se concentraron en gran número, atraídas por las de su propia especie, y se adentraron en las profundidades encantadas del Drakwald. Allí se reunieron y tramaron un plan para vengarse de los que les habían rechazado.

El elemento más terrible de las Hondonadas del Drakwald son los denominados árboles brujos. Estos son incluso más antiguos que el propio bosque y han crecido y se han retorcido con el paso del tiempo. Las bandas de Hombres Bestia se agrupan alrededor de dichos árboles y los adornan con trofeos horribles y restos de esqueletos, para después practicar un rito a la luz de la luna en honor a los Dioses Oscuros. Lo peor de todo es que dicen que algunos cultistas humanos son arrastrados desde los pueblos y las ciudades para brincar con los hijos del Caos bajo las raíces retorcidas de estos árboles, practicando sus propias ofrendas a los Poderes Ruinosos. Los que presencien estas reuniones se encontrarán en poco tiempo colgando junto al resto de trofeos, así que los árboles brujos sirven de advertencia a todos los que intentan adentrarse en este lugar hechizado.

Hombres Bestia de Drakwald[]

Hombres Bestias Portada 6ª Edición por Paul Dainton

Los rebaños de Astados que se aventuran dentro de este bosque encantado parecen estar especialmente tocados por los oscuros Poderes Ruinosos del Caos, pues no en vano el Bosque de Drakwald contiene una inusitada cantidad de piedra bruja bajo la broza de su suelo. Por tanto, las mutaciones abundan entre aquellos que habitan en este lugar. Los Bestigors muestran las más impresionantes cornamentas, y los Mastines del Caos están dotados de los más largos y afilados colmillos. Los rebaños del Bosque de Drakwald siempre suelen ir acompañados de una gran cantidad de bestiales Engendros del Caos, criaturas que quizá antaño fueron poderosos Caudillos, o incluso chamanes que no supieron (o no quisieron) dosificar el uso de los Vientos de la Magia, y que con el paso del tiempo han sido moldeados por sus indiferentes maestros en nuevas y grotescas formas. Cuando se acerca una guerra y los rebaños se reúnen, los Engendros del Caos acuden a la llamada igual que todos los demás Hombres Bestia, arrastrándose y retorciéndose fuera de sus guaridas en respuesta a algún tipo de instinto racial vagamente recordado.

De todos los rebaños del Bosque de Drakwald, los más famosos por el gran número de Engendros del Caos que se les unen en la batalla son los Hijos de Skrinder. Estas criaturas repugnantes, con extremidades en forma de filo, comparten el mismo color de piel, pelo y cuernos que los Gors del rebaño, así que es de suponer que originalmente también fueron Gors que, cuando sus cuerpos se vieron vencidos por el Caos, decidieron permanecer junto a sus congéneres en lugar de huir (y dichos congéneres les aceptaron en vez de expulsarlos, lo cual también es un detalle a tener en cuenta). De hecho, se sabe con cierta seguridad que al menos uno de estos Engendros fue en otros tiempos el portador del estandarte del Caudillo, porque aún hoy en día lo blande en alto, convertido en una harapienta bandera cuyo mástil se ha fusionado con el cuerpo de la criatura en una especie de enorme garra.

Skavens en el Drakwald[]

Warhammer Online Árbol Mutante Caos

Pese a la localización en la que está situado Drakwald, las guerras libradas por los Hombres Bestia en ese bosque maldito y sus alrededores no sólo les han enfrentado contra los hombres del Imperio: también han tenido como adversarios a los entrometidos Skavens, que se sienten atraídos hasta esa región por su abundancia de piedra bruja. Los hombres rata disponen de una red de túneles que según se dice abarca hasta el último rincón del mundo, y muchos de dichos túneles salen a la superficie en lo más profundo del Drakwald. Por eso, los Hombres Bestia siempre están alerta en busca de señales de actividad Skaven. El primer indicio de una incursión Skaven suele ser el súbito hundimiento de una amplia zona del suelo boscoso, que haga caer árboles o formaciones enteras de roca. En muchas de esas ocasiones los poderosos ejércitos de los Hombres Bestia y de los Skavens acaban por enfrentarse, a veces a muy poca distancia de las ciudades de los humanos, que pueden oír perfectamente el clamor de la batalla mientras se aprestan a tomar posiciones tras sus murallas (por lo que pueda pasar), temblando de miedo ante los atronadores ecos que surgen del bosque o, más extraño aún, del subsuelo bajo sus pies.

Algunos rebaños de Hombres Bestia del Drakwald han logrado llevar esta guerra directamente hasta los dominios de los Skavens. El caso más conocido es el del rebaño de Ghorroz Tragatúneles: tras muchos años de guerrear en los oscuros y putrefactos corredores subterráneos bajo el Drakwald, los Tragatúneles de Ghorroz han perfeccionado la táctica de mantener al borde de la inanición a sus hordas de Mastines del Caos, y soltarlas súbitamente contra las madrigueras Skavens. A medida que los Skavens salen huyendo aterrorizados, los Bestigors los van trinchando con sus grandes hachas, para luego derrumbar todos los accesos del túnel sobre los hombres rata supervivientes.

Goblins Silvanos en el Drakwald[]

Tribus goblins silvanos drakwald cluster eye tribe

Por si todos los peligros mencionados anteriormente no fueran suficientes, en el bosque del Drakwald también se encuentra abarrotado de Pieles Verdes. En lo más profundo del bosque, se encuentra el reducto más reverenciado, más antiguo, sagrado y superpoblado por los Goblins Silvanos. Este oscuro asentamiento es conocido como el Pozo Negro, también llamado en ocasiones como "El Valle de los Muchos Ojos". Es de igual forma el lugar donde más Goblins Silvanos habitan de todo el Viejo Mundo, y posiblemente de todo el mundo.

Imágenes[]

Lugares de Interés[]

Fuentes[]

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