Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Reina de la Venganza.

Drakira es la hija de Ellinill, el Señor de la Destrucción. No los une el afecto, porque el único vínculo familiar que los unía era una alegría compartida en el sufrimiento que podrían causar a los Elfos mortales. En efecto, Drakira sufría las bromas de sus hermanos y hermanas, porque ellos tenían poder para causar destrucción a gran escala, mientras que los suyos eran regalos más sutiles cuyos frutos retorcidos florecían solo con paciencia.

Cuando Isha lloró por el dolor que los hijos de Ellinill infligieron a los Elfos, Drakira vio una oportunidad. Fue ella la que dio forma a las lágrimas de luto de Isha y las convirtió en fragmentos amargos, que avivaron el dolor de la diosa madre hasta que su deseo de venganza ardía brillante. Drakira, la más frágil de los Ellinilli, provocó la caída de sus hermanos. Los que sobrevivieron al horror desatado por Isha tuvieron cuidado a partir de entonces de no ofender a su hermana.

Todos los Elfos Oscuros saben esta historia, y tienen mucho cuidado al tratar a la Reina de la Venganza con el respeto que su familia le negó. Ellos creen que ve con buenos ojos su venganza contra los Altos Elfos, porque ¿qué diosa de la retribución podría rechazar a un pueblo tan equivocado? La verdad es que Drakira apoya a los Elfos de Ulthuan y Naggaroth en igual medida. El deseo de venganza brilla a ambos lados del océano, y la Reina de la Venganza no tiene necesidad de tomar partido. Tambien cuenta con seguidores en Athel Loren. Como perseguidores de intrusos e invasores, muchos Forestales rinden culto a Drakira. Al igual que ellos, ella se aburre con facilidad de las convenciones sociales y es una paria voluntaria de su propia raza.

Drakira solo ama ver las transgresiones del pasado pagadas con sangre y fuego. Siempre está dispuesta a ayudar a un Elfo mortal en el que el deseo de venganza arda con fuerza, independientemente tanto de su rango o la virtud de su causa, como si se trata de una venganza por una herida abierta recientemente, o una venganza velada del pasado. Las bendiciones de Drakira son muchas, pero siempre hay un precio, por supuesto. Después de todo, la venganza consumada marca con tanta seguridad al perpetrador como a su victima. Ningún acto de venganza deja el autor como estaba, y un trato con Drakira inevitablemente cuesta mucho mas a quien lo pide de lo que pretendía dar a cambio.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (8ª Edición), pág. 60.
  • Ejércitos Warhammer: Elfos Silvanos (8ª Edición), pág. 48.
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