
Cosechadoras perfumadas, Saqueadoras decadentes, Hermanas encadenadas.
El Príncipe del Caos se enorgullece del esplendor de su reino decadente. Pero la guerra constante que define al Reino del Caos siempre ha trabajado contra el ideal de perfección de Slaanesh dejando repartidos cadáveres por sus tierras. Por ello, los Desolladores Infernales cruzan sus llanuras triturando la carne con sus cuchillas hasta convertirla en trozos pequeños que la flora puede devorar.
Historia[]
Por supuesto, las Diablillas, como criaturas presumidas que son, consideraban el trabajo manual de atender los jardines de su señor como una pesada carga. No había emociones de las que alimentarse, ninguna sensación que probar. Sin ese tipo de cosas, las Diablillas se aletargan y sus formas se disipan. Así que solo aquellas que habían disgustado a Slaanesh, formaban parte de las tripulaciones de los Desolladores Infernales.
Pero además de crueles, las Diablillas son astutas. No pasó mucho tiempo antes de que una pareja desafiara a su señor y llevara un Desollador Infernal a la batalla. En segundos, las hojas preparadas para triturar cadáveres probaron ser igual de útiles sobre la carne viva. Cabezas y miembros cortados volaban como si fueran paja. Pero las Diablillas no lo notaron al estar en un trance de combate más intenso de lo que nunca habían sentido. Como todo lo nacido en las tierras de Slaanesh, el metal del Desollador Infernal estaba profundamente sintonizado con las sensaciones de los vivos. Y, mientras las hojas se hundían en la carne, el sufrimiento de sus víctimas se transmutaba en un incienso espiritual que intoxicaba a las Diablillas y las llevaba a un paroxismo de frenesí, magnificando su velocidad hasta que sus golpes se hicieron tan rápidos que ningún ojo podía seguirlos.
Cuando Slaanesh supo lo sucedido se enfadó, ya que ningún Dios del Caos tolera que se ignore su autoridad. Sin embargo, también estuvo complacido por la carnicería que un único Desollador había conseguido. Así que el Príncipe Oscuro decretó que montar un Desollador dejaría de ser un castigo para ser una posición de honor. Desde entonces los Desolladores Infernales han ido en vanguardia, destrozando con sus hojas a los enemigos con los que se han cruzado. Slaanesh convirtió en mármol a las dos Diablillas rebeldes y las colocó en los límites de su reino, de espaldas a las glorias decadentes que antaño disfrutaron. Las condenadas permanecen en pie; un recordatorio silencioso para todos los seguidores del Príncipe Oscuro de lo que sucede a quienes se atreven a desafiarle.
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Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Demonios del Caos (8ª Edición).
- Total War: Warhammer III.
- Total War: Warhammer III Slaanesh Roster Reveal.