"Ja, ja... sí, ¿tu hija, dices? Bueno... Estoy seguro de que todo esto es un malentendido. De hecho, me recuerda una historia..."
- —Cuentista anónimo.
A los Cuentistas, también conocidos como Anecdotistas, les encanta hablar. Nacidos con una labia portentosa y disposición para utilizarla, los anecdotistas son cuenta-cuentos naturales presentes en todas las tabernas, posadas y salones del Imperio. Pueden pasarse hora y horas pontificando, parloteando y abusando de la paciencia de quienes les escuchan. Y aunque pueda parecer extraño, la gente se detiene a escucharles. Hay un motivo: los Cuentistas son muy buenos en lo suyo.
Descripción[]
No importa cuál sea la ocasión (incluso si no hay ninguna ocasión), el anecdotista siempre tiene una historia preparada. Viaja de un lugar a otro, presenciando maravillas y tejiendo una emocionante historia sobre todas ellas. No importa qué digan o de qué estén hablando, siempre se las arreglan para ser interesantes, divertidos y cautivadores. Como los actores, son maestros del discurso, y pueden convencer a su público de cualquier cosa. Ya sea subido a una caja en la plaza del pueblo o recordando anécdotas picantes en una cena de sociedad junto al brandy y los cigarros, la voz del Cuentista es su medio de vida.
Comprensiblemente, en una sociedad en la que la mayor parte de la gente no sabe leer y el chismorreo está a la orden del día, cualquiera que pueda atraer la atención de los demás a través de la palabra se ganará un nombre con rapidez. El anecdotista es una fuente tanto de noticias como de entretenimiento, pues elabora un ingenioso repertorio con el que impregna sus historias.
El único riesgo es que, con tal de obtener sus noticias, el cuentista podría tener que viajar junto a ejércitos o grupos de aventureros con la esperanza de presenciar (y sobrevivir a) cosas nuevas y excitantes hazañas que puedan ser la fuente de su próximo relato épico, algo que le supondrá unas cuantas rondas de bebidas y un saludable público en la posada local. Sin embargo, no todos los anecdotistas disfrutan de las aventuras; los más avispados prefieren permanecen cómodamente donde están y se lo inventan todo.