Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo

¡Estamos preparando el siguiente sorteo en nuestro Patreon!

LEE MÁS

Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo

Costas Ensangrentadas es la primera batalla de la denominada Guerra entre Hermanos.

Maniobras de diversión[]

Kaldor conocía bien los planes y preparativos de su hermano, el número de patrullas y su composición, y cuán rápidamente podían los defensores de la Casa Coraith responder a cualquier amenaza contra su hogar.

Así pues, envió pequeñas fuerzas para que se enfrentaran a las patrullas de la costa en un intento de desviar la atención de su fuerza principal. Pero esos destacamentos tenían órdenes adicionales. Debían reagruparse y destruir el gran Faro de Athel Maranth para impedir que pudiera seguir guiando a las naves Élficas que recorrían los mares del Norte. Planes dentro de planes dentro de planes. Ésta era la lección que le habían enseñado a Kaldor los grandes conspiradores de Naggaroth.

Si el Faro era destruido, no podría guiar a los buques de guerra Élficos en ayuda de la Casa Coraith. Además, desviaría la atención de su ataque principal y propagaría la confusión entre los defensores Altos Elfos. Kaldor esperaba que los Altos Elfos que patrullaban la costa se dividiesen en pequeños grupos de exploración en un intento fútil de atrapar a los invasores, dejando sin defensa al Faro.

Mortharor, el capitán del Arca Negra Portadora de Dolor, dirigió el ataque contra la torre con sus leales Corsarios. Montados en sus Dragones Infernales, atravesaron las traicioneras aguas costeras de Nagarythe, y llegaron cerca del Faro, desembarcando regimiento tras regimiento de guerreros Elfos Oscuros.

Pero las playas estaban defendidas por un fuerte contingente de experimentadas tropas de Altos Elfos, al mando de Kelendar, un veterano de cientos de batallas y escaramuzas contra los Elfos Oscuros. Mientras que un oficial más joven o inexperto podría haber sido engañado por el ingenioso plan de Kaldor, el astuto y viejo guerrero se dio cuenta inmediatamente de que las pequeñas patrullas que sus exploradores habían descubierto no eran más que una diversión para atraer toda la atención posible. La fuerza total de un Arca Negra era mucho mayor de lo descubierto hasta ahora. También sabía que el único objetivo de importancia para los Elfos Oscuros en esta región era el gran Faro.

Kelendar meditó largo tiempo la posibilidad de marchar inmediatamente en ayuda de Coraith o concentrar sus fuerzas en el Faro. Finalmente decidió aplastar en primer lugar a los Elfos Oscuros, y después reunir a todos los refuerzos disponibles y encender el Faro; para que así el máximo número de naves de Altos Elfos acudiera en su ayuda. Pero antes de que llegaran los refuerzos aparecieron los Elfos Oscuros al mando de Mortharor.

El faro[]

Kelendar ha reunido todas las tropas de las que dispone alrededor del Faro. Había preparado una cuidadosa defensa, sabiendo que si podía conseguir la victoria, pronto llegarían tropas de Tiranoc y Lothern en su ayuda.

Mortharor se dio cuenta de que en vez de una pequeña escaramuza iba tener lugar una feroz batalla. La de hoy no sería una victoria fácil. Mortharor sonrió: era justo lo que quería. Ahora sería el frío acero lo que determinaría el destino del Faro. Llenos de odio, los Elfos Oscuros iniciaron el avance.

Desenlace histórico[]

Los Altos Elfos formaron un círculo defensivo alrededor de la torre para protegerla de cualquier ataque. Sin embargo, esto hizo que sus líneas se estrecharan alrededor del Faro, y para aprovechar esta ventaja Mortharor concentró todas sus tropas en el centro de la línea de los Altos Elfos. Si lograba atravesarla, tendría una buena oportunidad de destruir el Faro.

La batalla comenzó bien para los Altos Elfos. Sus tropas equipadas con armas de proyectiles y la caballería lograron aniquilar a uno de los regimientos de Ballesteros, y el propio Kelendar encabezó una amplia maniobra de flanqueo con los Yelmos Plateados.

Los Elfos Oscuros concentraron sus ataques contra el centro de la línea defensiva de los Altos Elfos, formada por los Lanceros, y retuvieron a las otras unidades con sus tropas auxiliares. El odio que los Elfos Oscuros sentían hacia sus parientes sin corromper les dio la ventaja en todos los frentes, desmoralizando un regimiento tras otro de Altos Elfos.

Sólo el numeroso regimiento de Lanceros se interponía entre los Elfos Oscuros y el Faro. Bajo la terrible presión, la muralla de escudos de los Altos Elfos cedió. Los Corsarios persiguieron a los Lanceros y los pisotearon. La Hidra les seguía de cerca.

El camino hasta el Faro ya estaba expedito. Todos los regimientos en los flancos estaban trabados en combate y no podían intervenir. Sonriendo de placer, Mortharor cargó contra el Faro. Los Corsarios golpearon el faro con una furia increíble, y momentos después se les unía la enorme Hidra. Las malignas llamas de la criatura destruyeron los cimientos del Faro, mientras sus enormes garras destruían los sillares como si fueran de cristal. Bajo el aplastante peso de la Hidra, la estructura del Faro de los Altos Elfos colapsó, y enormes bloques de piedra cayeron al suelo, aplastando a muchos de sus valientes defensores.

Ahora Calaidan ya no recibiría ayuda alguna de los otros reinos Élficos. La Casa Coraith se hallaba sola frente al ejército de Kaldor.

Comentario Histórico[]

Los defensores Altos Elfos lucharon bien. Identificaron la principal amenaza de los Elfos Oscuros y la contrarrestaron inmediatamente.

Los Elfos Oscuros concentraron sus fuerzas en un frente muy estrecho, lo que les permitió atravesar las líneas de los Altos Elfos. Era una táctica muy arriesgada, ya que si hubieran sido detenidos, entonces la siniestra progenie de Naggaroth podría haber sido atacada por el flanco por la caballería de los Altos Elfos.

De entre todos los regimientos, fueron los Corsarios los más dañinos para los Altos Elfos. La Hidra era casi imparable, pero fueron los Corsarios los que realmente consiguieron la victoria.

Si los Altos Elfos hubieran concentrado su defensa en lugar de extenderla, podrían haber detenido el ataque de los Altos Elfos y volver el curso de la batalla a su favor. La realidad fue que su excesivamente extendida línea de batalla no podía detener un ataque así.

Fuente[]