Esta virulenta plaga hace que los huesos de la víctima se deformen y retuerzan, provocando crecimiento en algunas partes y atrofia en otras. Este horror se transmite por vía aérea y ha arrasado comunidades enteras, dejando a su paso cadáveres deformes. Suele tener una duración de 13 días, tras los cuales la persona afectada suele morir entre alaridos mientras todos los huesos de su cuerpo estallan.