
Un Colmillos de Trueno es una bestia colosal de cuatro patas que habita en las tierras glaciales del lejano norte. Se trata de criaturas primarias de hielo y muerte, antiguos monstruos que han sobrevivido a épocas inmemoriales, apareciendo durante los periodos más oscuros, hace ya muchos años, a una era en la que el mundo estaba cubierto de hielo.
Descripción[]
Alejándose del repentino calor del sol, los antepasados de estas gigantescas bestias se dirigieron a las extrañas llanuras del noreste donde se empaparon de la magia que allí se desataba. Imbuidos por vientos antinaturales, los Colmillos de Trueno se convirtieron en la encarnación viviente del eterno y cruel invierno, criaturas primigenias de un pasado remoto. Su descomunal masa irradia un aura de aire ártico y exhala oleadas de aire tan frío que coagula y congela la sangre de sus presas. Son tan implacables como una tormenta invernal; utilizan su entumecedor aire para debilitar a sus víctimas hasta dejarlas a punto para que sus pesados y voluminosos cuerpos las aplasten.
Los Colmillos de Trueno son trotamundos solitarios que viajan por los lugares más fríos del mundo, bien hacia el norte o hacia los helados picos de las montañas. Puesto que necesitan gran cantidad de alimento para mantener su hedionda constitución y sus auras heladas, están en constante búsqueda de carne fresca. Pero un Colmillos de Trueno no es únicamente letal en combate, donde puede aplastar a sus helados adversarios. Sus cuernos atraen el poder elemental de la magia como si de un conductor de luz se tratara. El aliento helado de la bestia se mezcla con este flujo mágico, fusionándose en esferas rotatorias de energía y constantes fragmentos de hielo. Con un sonido similar al del trueno, la bestia lanza helados orbes contra sus enemigos en el campo de batalla. Cuando una de estas brillantes esferas de hielo impacta, explota enviando por los aires afilados carámbanos que desgarrarán cualquier carne que toquen, y abrirán enormes agujeros en todo lo que haya en su radio de efecto.
Dada su antinatural tendencia hacia el frío glacial, los Colmillos de Trueno se irritan en extremo si el sol les toca de manera directa. Para compensar esto, mudan su piel y cultivan capas de carámbanos sobre el pelaje. Los Colmillos de Trueno han desarrollado un mecanismo único para sobrevivir cuando la temperatura sube por encima del nivel de congelación. Durante cualquier periodo largo de calor, un Colmillos de Trueno hibernará en el glaciar que elija, cavando y construyendo una caverna rudimentaria con sus gigantescos colmillos hasta protegerse de los rayos solares.
Allí, en una cúpula de hielo, los latidos de la criatura disminuyen, así como la temperatura de su cuerpo. Su aliento helado se cristaliza lentamente hasta que el Colmillos de Trueno queda rodeado por completo de hielo. A diferencia de las bestias y tribus de los Ogros de las montañas, durante el verano duerme en su refugio helado, curándose las heridas que haya sufrido durante la época de celo y digiriendo lentamente las enormes cantidades de carne con las que se ha atiborrado antes de su periodo de hibernación.
Cuando los días se empiezan a acortar y el calor del sol vuelve a disminuir, los latidos del Colmillos de Trueno aumentan de nuevo, y la bestia empieza a ejercer presión sobre el glaciar que le rodea. Finalmente, con un rugido descomunal y numerosos movimientos y empujones de su enorme espalda y patas, el Colmillos de Trueno hará saltar por los aires su refugio, quedando libre de nuevo entre una lluvia de fragmentos de hielo y lanzando un rugido de victoria por haber derrotado al sol una vez más. Hambriento a más no poder, arrasará y devorará todo lo que encuentre de camino hacia las montañas, generando a su paso una ola de frío que irá entumeciendo el aire. La bestia utilizará sus grandes colmillos para ensartar a cualquier criatura con la que se tope, lanzarla hacia arriba y cuando caiga volver atraparla entre sus enormes fauces para devorarla.
El Colmillos de Trueno toma su nombre de su rasgo más prominente, ya que esta bestia tiene colmillos largos y curvados en sus enormes fauces, unas protuberancias brutales que usa para destrozar obstáculos o presas más pequeñas. Proyectando su aura gélida con un enorme trueno, el Colmillos de Trueno puede incluso lanzar ráfagas de aire congelado que paralizan a las víctimas, ralentizando su avance e inmovilizándolas mientras la criatura gargantuesca se acerca. La carga de colmillos resultante, por no mencionar sus poderosos pisotones, destrozarán a cualquier enemigo. La fuerza y resistencia de los Colmillos de Trueno son legendarias y los Ogros que cazan por estas tierras norteñas valoran enormemente a estas criaturas.

Los Colmillos de Trueno suelen mirar con recelo a cualquier Ogro al que encuentren en las pendientes montañosas, pues saben que entre los pocos enemigos que pueden derrotarles se encuentran las partidas de caza Ogras y los habilidosos Cazadores Ogros. Un Colmillos de Trueno muerto es una gran bendición para cualquier tribu de Ogros hambrienta, pero matarlo no será tarea fácil. Los Colmillos de Trueno son capaces de aplastar, desgarrar y congelar a casi cualquier atacante. Sin embargo, ocasionalmente una tribu de Ogros puede debilitar lo bastante a un Colmillos de Trueno herido como para cargarlo de pesadas cadenas y llegar a domesticarlo, a base de salvajes garrotazos y grandes cantidades de carne roja.
Los Colmillos de Trueno capturados se dejan encadenados y son arrastrados de un lado a otro durante bastante tiempo, hasta que aprenden a coexistir con la tribu Ogra. Algunos de ellos quedan tan domesticados que incluso podrán llegar a usarse como monturas. Por tanto, es posible lograr que una de estas gélidas máquinas de destrucción viviente se ponga al servicio de una tribu de Ogros. Cada una de estas monstruosidades otorga al Ogro que la monta veinte toneladas adicionales de fuerza bruta con la que causar estragos, además de un ángulo de visión excelente sobre el campo de batalla, e incluso una despensa de hielo andante en la que mantener fresca su carne.
En combate, se utilizan para diezmar al adversario con ataques de proyectiles y prestar apoyo a la línea de batalla principal de los Ogros. Gracias a su capacidad para ver por encima de las cabezas de todos los demás combatientes, el Colmillos de Trueno y su dotación pueden liberar andanadas de fuego incluso mientras avanza hacia el enemigo. A menudo un Colmillos de Trueno se lanzará contra las líneas enemigas al mismo tiempo que el grueso del ejército Ogro, usando su helada aura de muerte para que la carga sea más devastadora.
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Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (8ª Edición), págs. 54-55.
- White Dwarf 198.