
“Una maraña de dientes y garras rojos de sangre” sería una descripción bastante apropiada para un Colmillos de Sable, pues esta bestia de caza de poderosos músculos ha evolucionado hasta convertirse en la perfecta máquina de matar. Los Colmillos de Sable son felinos cazadores muy poderosos, cuyo rasgo llamativo son sus enormes caninos, que sobresalen espectacularmente de sus mandíbulas inferiores.
Descripción[]
Los Colmillos de Sable son agresivos carnívoros que cazan en solitario o en pequeños grupos. Un Colmillos de Sable solitario se abalanzará de un salto contra su presa, utilizando sus mandíbulas para cortar y rajar, seccionando arterias y destripando a su presa en una vertiginosa tormenta de violencia. Si quien ataca es toda una manada a la vez, entonces puede acabar incluso con las más grandes bestias que habitan las Montañas de los Lamentos (como por ejemplo los Mamuts) dejando nada más que una neblina de escarcha rojiza flotando en el aire gélido.
Los Colmillos de Sable son cazadores oportunistas que acechan en las laderas y valles de las Montañas de los Lamentos. Se trata de depredadores silenciosos, que prefieren utilizar la emboscada, o al menos acechar a su presa con paciencia, acercándose sigilosamente hacia los flancos o la retaguardia de su víctima, esperando la mejor oportunidad para lanzar desde allí su ataque. Pese a eso, una manada lo bastante hambrienta no se lo pensará dos veces antes de cargar directamente contra el enemigo, y los Ogros admiten que ni siquiera sus partidas de caza más numerosas están a salvo de los ataques de los Colmillos de Sable.

Aunque mientras acechan a su víctima se suelen mantener en perfecto silencio, tras haberla matado, será el único momento en que emitirán cualquier tipo de sonido: proclamarán su victoria al resto de la manada con un espectacular y escalofriante rugido que retumba entre las montañas mientras muestran orgullosos sus enormes colmillos ensangrentados. Pese a su salvajismo, los Colmillos de Sable son tan inconstantes y caprichosos como cualquier otro felino, y no les duelen prendas en dar media vuelta y huir si su asalto inicial no ha ido tal como esperaban.
Los Ogros se encontraron por primera vez con los Colmillos de Sable durante su Gran Migración desde las llanuras devastadas. Aunque en aquel éxodo muchos rezagados fueron atacados y devorados por depredadores, los Ogros descubrieron que los Colmillos de Sable eran de hecho criaturas dignas de admirar, y se especula que incluso aprendieron alguna que otra cosa a base de observar a los Colmillos de Sable trabajando en equipo para abatir a bestias mucho más grande que ellos. Se dice que el más famoso de todos los Cazadores Ogros , Jhared el Rojo, fue el primero en domesticar a estas criaturas a fin de poder utilizarlas para rastrear presas y cazar monstruos cavernarios.

En honor de Jhared el Rojo, muchos Cazadores Ogros siguen a día de hoy domando a sus propios Colmillos de Sable. Entre dichos Cazadores son muy comunes las “colecciones” de profundas cicatrices de garras y dentelladas, pues algunos Colmillos de Sable sencillamente se niegan a ser amaestrados. Una vez consiga que le obedezcan, no obstante, un Cazador podrá emplear a sus Colmillos de Sable para dar caza a víctimas heridas o vulnerables, o también para “ablandar un poco” a un enemigo al que los Ogros vayan a atacar.
Los Colmillos de Sable suelen ser asociados principalmente con los climas fríos, y pueden encontrarse de manera común en las laderas montañosas justo por encima de la línea de los arboles. Sin embargo, hay que decir que estos astutos cazadores felinos están dispuestos a seguir rastros y desplazarse hasta donde les lleven sus presas. Se sabe de manadas que descienden con cierta regularidad a las tierras bajas persiguiendo a presas de gran tamaño. Se cuentan historias de Colmillos de Sable que acechan entre los géiseres y pozos de brea de las Tierras Oscuras, en donde pueden cazar fácilmente a cualquier criatura lo bastante insensata como para quedarse atrapada en uno de dichos pozos. Los Colmillos de Sable son muy buscados por los cazadores, pues su distintiva piel rayada es extremadamente valorada en todo el Viejo Mundo e incluso en los lugares más alejados como Ulthuan.
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Imágenes[]
Fuentes[]
- Suplemento: Tormenta de Magia, pág. 126.
- Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (8ª Edición), pág. 38.