
Imagen Ilustrativa.
Colmillos Sangrientos fue uno de los primeros Dragones Negros empleados por los Elfos Oscuros cuando estalló la Guerra de la Secesión. Colmillos Sangrientos es una de las propias creaciones de Malekith, tan deformada y arruinada como cualquier cosa que emergiera de su mente rencorosa.
Descripción[]
Colmillos Sangrientos es un dragón de escamas del color del ébano de tamaño considerable; desde el hocico hasta la punta con púas de la cola debía medir lo mismo que un navío. De su cuerpo salen espinas, posee colmillos apilados a lo largo de una mandíbula dentada, y sus garras son tan largas como el cuerpo de un elfo. Solo sus ojos son de un color plateado sin blanco y son dolorosos de mirar durante demasiado tiempo. Negro y plata: los colores favoritos de Malekith. En verdad, había dejado su huella fuertemente en el mundo.
Su piel oscura está sembrada de cicatrices de viejas heridas, algunos productos de las batallas en las que participó, pero otros son testimonios de los crueles métodos de adiestramiento empleados por los Elfos Oscuros para someter su voluntad. Cadenas de oro, algunas rotas, cuelgan de su torso blindado, y runas de hierro habían sido marcadas y martilladas en su carne.
Las alas tienen marcas de ganchos o anillos de hierro, y las membranas de piel están rotas y agujereadas. Aun así Colmillos Sangrientos puede volar sin problemas. Cuando ataca, el monstruo desciende con su sinuoso cuerpo recto como una flecha, con las enormes alas desplegadas y tiesas, y las cuatro patas terminadas en unas garras descomunales extendidas hacia el suelo. Puede exhalar de su una densa nube de vapor tóxica que escama la piel y funde la carne de sus victimas.
Historia[]
Cuando Malekith y Morathi empezaron a maquinar cómo iba a usurpar el poder al Rey Fénix, una de las primeras cosas que hicieron fue enviar a sus agentes robar huevos de dragón en sus nidadas de las montañas de Caledor. Los dragones supusieron que los huevos habían sido robados los depredadores que se atrevían a compartir las cuevas con ellos, por lo que nadie sospecho que los naggarothi se habían apoderado de ellos para incubarlos, criar a los monstruos que de ahí nacieran y amaestrarlos para utilizarlos en su provecho.
Colmillos Sangrientos fue uno de los primeros dragones en nacer, y desde su nacimiento fue corrompido mediante el uso de Magia Oscura y despiadados adiestramientos aplicados por los señores de las Bestias. Esto no solo tenia como objetivo convertirlo en una feroz bestia de guerra, si no también para someter la orgullosa voluntad del Dragón a los designios de los Elfos Oscuros. Es difícil imaginarse la clase de tormentos que le fueron aplicados, quizás durante décadas, para convertir lo que había nacido como una criatura de fuego en un horror tan retorcido y arruinado.
El primer jinete de Colmillos Sangrientos fue Kheranion, azote de los naggarothi contrarios a la tiranía de Morathi y uno de los genocidas más despiadados de Nagarythe. Durante la Secesión, el príncipe Druchii cabalgó sobre el Dragón Negro y lo usó para destrozar a los ejércitos de la Casa Anar en la Batalla del Pantano Oscuro, pasándose los siguientes días en dar caza a los supervivientes a lomos de montura.
Kheranion volvería a montar a Colmillos Sangrientos en la Batalla de las Llanuras de Ellyrion, donde el cruel príncipe dejaba que su montura destrozara sin contemplaciones a los Ellyrianos, pero lo controlaba para evitar que matase al príncipe Finudel y su hermana Athielle, a quienes querían capturar con vida para poder torturarlos y vejarlos. Afortunadamente, en esta ocasión Doner y Thyrinor, hermano y primo respectivamente del Rey Fénix Caledor, acudieron a la batalla montados en sendos dragones. Se produjo una intensa batalla aérea entre las tres criaturas draconianas y sus jinetes, que terminó cuando Thyrinor atravesó con su lanza a Kheranion, arrancándolo de la silla y haciendo que su cuerpo se estrellara contra el suelo.
Uno de los dragones caledoriano arañó con sus garras el hocico de Colmillos Sangrientos y le arrancó un buen montón de gruesas escamas. La monstruosa mole rugió y expelió una nube enorme de gas venenoso; luego, sacando fuerzas de flaqueza, se impulsó con las alas, dio media vuelta y salió disparado hacia el Mar Interior, con la sangre manándole de la herida. Liberado de su amo, Colmillos Sangrientos huyó y se desvaneció entre las nubes.
Tras esto, en algún momento Colmillos Sangrientos voló al Viejo Mundo, quedando contenido en lo profundo del corazón de las Montaña Grises, en un vasto abismo perfectamente circular, con enormes pilastras cerniéndose sobre ellos, cada una tallada con inmensas runas de contención.
Se ignora como acabó allí y cuanto tiempo estuvo allí encerrado, pero se sabe que de alguna manera el Rey Brujo conocía de su existencia. Unos años después de que se iniciara la Guerra de la Barba, Malekith envió una visión a una de sus agentes para indicarle la localización de Colmillos Sangrientos. Dicho agente era Drutheira, una Hechicera que había sido enviada décadas atrás al Viejo Mundo para incitar las hostilidades entre los Asur y los Enanos.
Drutheira liberó a la bestia draconiana, y tras someterla a su voluntad mediante Magia Oscura y dolor, su primer cometido con el Dragón Negro fue vengarse de Liandra Athinol, una hechicera Asur líder de la colonia de Kor Vanaeth. Liandra la había estado persiguiendo durante años a lomos de su dragóna roja Vranesh, y para Drutheira había llegado el momento de rendir cuentas. Lo primero que hizo fue volar hacia Kor Vanaeth, la cual aún se estaba recuperando por los estragos causados por los Enanos años atrás. Drutheira se aseguró quedara arrasada por completo gracias al poder de Colmillos Sangrientos.
Mientras daba caza a los supervivientes, Liandra y su dragóna aparecieron para hacerles frente, llenos de furia por la muerte y destrucción que habían causado ella y Colmillo Sangrientos. Lo que vino después fue una intensa batalla aérea que se prolongó durante horas, donde ambas hechiceras se lanzaban conjuros una contra la otra mientras sus dragones se atacaban constantemente, mordiéndose y desgarrándose el uno al otro.
Sin embargo, Drutheira infravaloró a Liandra, que demostró ser una maga mas capaz de lo esperado, y la princesa elfa logró herir de muerte a Colmillos Sangrientos con su magia. Drutheira y el agonizante dragón cayeron a un lago. Ella logró salir a la superficie pero el Dragón Negro se hundió en sus profundidades, y su cadaver sirvió como alimentos para los peces que allí había.
Fuentes[]
- Saga la Secesión, El Rey Sombrío, por Gav Thorpe.
- Cap. 12: El Pantano Oscuro.
- Cap. 16: Sangre en las llanuras.
- Saga La Secesión, Caledor, por Gav Thorpe.
- Cap 11: Los dragones negros.
- Saga La Guerra de La Venganza: Master of Dragons, por Chris Wraight.
- Capítulo 3.
- Capítulo 5.
- Capítulo 10.
- Capítulo 14.
- Capítulo 16.
- Capítulo 22.
- Capítulo 24.
- Capítulo 25.