
En el amanecer del Imperio se forjaron los Colmillos Rúnicos, una docena de poderosas espadas mágicas, para los doce lugartenientes de Sigmar Heldenhammer. Actualmente sirven como insignias del cargo de los Condes Electores.
Descripción[]
Los Colmillos Rúnicos son espadas rúnicas magníficas, siendo ligeras aunque tienen un equilibro perfecto, y sus bordes están tan afilados que al manejarla, las hojas hienden el aire como si fuera una afilada cuchilla. Es de destacar que cada espada lleva inscrita la Runa Magistral de Alaric el Loco, la marca personal del Herrero Rúnico que las forjó. Por eso, los Colmillos Rúnicos son armas de un poder inigualable, capaces de cortar en pedazos las armaduras de Gromril y las escamas de dragón. En combate, los Colmillos Rúnicos brilla en la mano de su portador con la luz más pura, una luminosidad para conquistar la noche más oscura y desterrar las sombras más profundas, otorgándole poder para enfrentarse a ese enemigo aterrador.
Los Colmillos Rúnicos disponen de guarniciones de plata, sus empuñaduras están envueltas en el cuero más suave y la piedras de los pomos son pepitas de oro liso. Cada una de ellas es una obra maestra de un maestro artesano en el apogeo de su capacidad, ya que para forjarlas se requería una gran habilidad y un gran conocimiento del arte de los Enanos. Cada una es una obra de arte tan impresionantes que casi parece un insulto a su perfección que una burda mano humana la tocara siquiera, aunque precisamente fueran armas forjadas específicamente para los manos de los hombres.
Desde que fueron entregadas al Imperio en tiempos lejanos, los Colmillos Rúnicos han servido a los Condes Electores del Imperio, pasando de gobernante a gobernante hasta el día de hoy. Cada hoja era en sí misma un arma de gran poder, haciendo a su portador prácticamente invencible en el campo de batalla. Actualmente están considerados como los artefactos más antiguos y preciados que aún sobreviven en el Viejo Mundo y; con el paso del tiempo, los Colmillos Rúnicos se convirtieron en el testimonio del estatus, el poder, el prestigio y la autoridad de los Condes Electores que los poseen. Cada Colmillo Rúnico es el símbolo de oficio de una provincia concreta y, por ello, cada una de estas espadas tiene su propio nombre e historia. Cuando hay que elegir a un nuevo Emperador; los Condes Electores se reúnen y votan colocando sus Colmillos Rúnicos en la base del estandarte de su elección personal.
Historia[]
Después de que un ejército combinado de hombres y Enanos pusiera fin a la invasión Orca en la sangrienta Batalla del Paso del Fuego Negro, en la que los Orcos fueron privados de su poder por mucho tiempo, salvando así de la destrucción los reinos Enanos, el Gran Rey de los Enanos, Kurgan Barbahierro, decidió mostrar su gratitud hacia Sigmar y sus lugartenientes haciendo un gran regalo mágico al recién forjado Imperio. Un Enano siempre devuelve un favor (del mismo modo que nunca olvida una afrenta), y los guerreros de Sigmar habían sido decisivos en la derrota de las hordas de pieles verdes. Por tanto, el Gran Rey puso a trabajar a Alaric el Loco, el más importante de los Herreros Rúnicos de esa era, encargándole que forjara doce grandes espadas rúnicas, una por cada uno de los poderosos caudillos humanos que comandaron los ejércitos de Sigmar.
Cada hoja fue forjada a partir de un pedazo sólido del mágico metal gromril, martilleado bajo la luz de la luna llena, templada en el aliento del dragón Snarkul el Rojo y enfriada en sangre de Demonio. Con increíble paciencia y habilidad, las runas fueron grabadas en ellas, símbolos secretos de los Enanos que atrapaban el poder de los Vientos de la Magia y ataban su poder a las espadas. En el grabado de las runas es donde se encuentra el secreto que atrapa los Vientos de la Magia en el metal, lo que convierte a los Enanos en insuperables herreros cuyos objetos mágicos (ya sean armas, armaduras o talismanes) son más valorados incluso que los fabricados por los mejores herreros Elfos. Sólo los Enanos conocen los auténticos secretos de la fabricación de runas; y guardan tales conocimientos celosamente. Ahora, esa maestría iba a ser utilizada para forjar espadas de incomparable poder al servicio de los generales de Sigmar.
Sin embargo, semejante artesanía requirió una gran cantidad tiempo. Alaric trabajó durante décadas y su barba creció muchísimo. Pasaron largos años antes de que las doce espadas surgieran de la forja de Alaric, muchos años incluso para un Enano, y como se demostró, bastante más tiempo que la vida completa de un hombre. Para cuando Alaric salió finalmente de sus forjas secretas en el interior de las montañas tras terminar de forjar la última de las espadas, no quedaba con vida ninguno de los doce jefes tribales originales que habían luchado con él en la Batalla del Paso del Fuego Negro, y hacía mucho que Sigmar había abandonado al Imperio y marchado al Este, dirigiéndose a dondequiera que estuviese su destino (fuera cual fuese), despareciendo por completo su rastro.

Dark Omen
Los Colmillos Rúnicos fueron entregados a Hedrich I, el Emperador reinante, que los dividió entre los Condes Electores. Desde aquella época lejana, los Colmillos Rúnicos han servido a los Condes del Imperio, pasado de Conde a Conde hasta la actualidad. Han pasado muchos años y el Imperio ha luchado en muchas guerras y ha presenciado muchas invasiones, pero los Colmillos Rúnicos han sobrevivido a través de las eras. De los doce Colmillos Rúnicos, solo diez de ellos permanecen en manos de los mismos Condes Electores; puesto que las provincias de Solland y Drakwald ya no existen. Actualmente el Colmillo Rúnico de Solland se le encomendó a Kurt Helborg, el Mariscal del Reik del Imperio, y el otro está guardado en la Armería Imperial de Altdorf y se saca cuando el Emperador la presenta a un general heroico que lucha al servicio del Imperio en tiempos de guerra.
Varias veces en el pasado, los Colmillos Rúnicos han caído en poder del enemigo, pero han sido recuperados posteriormente. La más famosa de esas historias es la leyenda de la Espada de Solland. Fue robada por Gorbad Garra'ierro, el más importante de todos los Kaudillos Orcos que hayan asolado alguna vez el Viejo Mundo. Las incursiones de este condenado déspota pielverde devastaron Solland hasta tal punto que nunca ha podido recuperarse. El Conde de Solland murió a manos de Gorbad, que cogió el Colmillo Rúnico de su cadáver. Sólo después de muchos años, la sagrada hoja fue recuperada por una expedición de hombres y Enanos de la madriguera de una Quimera en las Montañas del Fin del Mundo.
Hoy en día, los Colmillos Rúnicos son lo que siempre han sido: símbolos de la gloria del Imperio y armas mágicas de poder aterrador.
Los Doce Colmillos Rúnicos[]
Provincia | Portador | Nombre/s |
Averland | Marius Leitdorf (muerto, aún sin sucesor) | Entristecemadres |
Hochland | Aldebrand Ludenhof | Matagoblins |
Middenland | Graf Boris Todbringer | Muerdepiernas |
Nordland | Theoderic Gausser | Alimentacuervos |
Ostland | Valmir von Raukov | Partecerebros |
Ostermark | Wolfram Hertwig | Atraviesatrolls |
Reikland | Emperador Karl Franz | Diente de Dragón |
Stirland | Graf Alberich Haupt-Anderssen | Destripaorcos |
Talabecland | Halmut Feuerbach | Rompepiedras |
Wissenland | Emmanuelle von Liebwitz | Salpicasangre |
Drakwald | Ninguno, conservado en la Armería Imperial | Matabestias |
Solland | Gran Mariscal de la Reiksguard Kurt Helborg | Solventagravios |
Conflicto Canon[]
- En la Trilogía de La Leyenda de Sigmar dice que Alaric entregó el primer Colmillo Rúnico forjado cuando viajó al Imperio para ayudar en la defensa de Middenheim contra el asedio de las hordas de Cormac Hacha Roja, La espada le fue entregada a Pendrag, primer Conde Elector de Middenland, quien murió durante la batalla, siendo heredara junto al cargo por Myrsa. Tras la batalla, Sigmar le había puesto a la espada el nombre de Blodambana, que significaba «Ruina de Sangre» en la antigua lengua de los umberógenos.
- En las cartas de objetos mágicos de los Suplementos de Magia de la 4ª y 5ª edición establecen que los Colmillos Rúnicos fueron forjados por Alaric el Loco como pago por la ayuda de Sigmar en la reconquista de la fortaleza enana de Zhufbar, ocupada por los feroces orcos.
Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: El Imperio (4ª Edición), pág. 17.
- Ejércitos Warhammer: Imperio (6ª Edición), págs. 20, 56-57.
- Ejércitos Warhammer: Imperio (7ª Edición), pág. 66.
- Ejércitos Warhammer: Imperio (8ª Edición), pág. 62.
- Suplemento: Warhammer: Magia de Batalla (4ª Edición) - Cartas.
- Suplemento: Warhammer: Magia (5ª Edición) - Cartas.
- White Dwarf 141, págs. 70, 71.
- Warhammer Fantasy JdR: Reinos de la Magia (2ª Ed. Rol), pág. 205.
- Trilogía de La Leyenda de Sigmar: Imperio, por Graham McNeill.
- Cap. 20: Los últimos días.
- Cap. 21: El último día.
- Cap. 22: La destrucción de los hombres.
- Trilogía de La Leyenda de Sigmar: El Rey Dios, por Graham McNeill.
- Cap. 9: La oscuridad se cierne.