Un Chamán Orco es un conducto viviente hacia Gorko y Morko, capaz de acumular tanta energía arcana que incluso los Kaudillos más viejos y bregados se impresionan al verlo en acción. El poder de un Chamán no viene simplemente de los Vientos de la Magia o del "Gran Verde", como lo conocen los pieles verdes, sino también de la energía en bruto que irradian todos los demás Orcos.
Descripción[]
A medida que avanzan hacia la batalla, la energía del ¡Waaagh! va aumentando, permitiendo al Chamán focalizarla mediante el poder de su mente, y expulsarla convertida en hechizos tan brutales como lo son los propios Orcos. Se sabe que los Chamanes Orcos son capaces de hacer que el cerebro de un enemigo se le salga disparado de dentro del cráneo, de lanzar rayos mortales por sus redondos y brillantes ojos, o de convocar desde los cielos un pie verde de tamaño titánico que aplaste a cualquier pobre desgraciado que haya debajo. Gracias al terrible poder de su magia a la hora de destruir enemigos, los Chamanes Orcos se han ganado el derecho a ser todo lo excéntricos que quieran a ojos de los demás pieles verdes.
Si bien un Chamán Orco puede aniquilar mágicamente a cualquier enemigo de una variedad de maneras que harán que los demás pieles verdes se tronchen de risa, en contraste a veces se muestra incapaz siquiera de atender sus propias necesidades corporales más básicas. Es como si estar tan cerca de los poderes de los dioses pieles verdes fuese suficiente para trastornar la mente del Chamán. Es innegable que todos los Chamanes están un poco locos, y que son proclives a entrar en periodos de profundo trance, sufrir súbitos ataques de espasmos y dejarse llevar por arrebatos de baile sincopado.
Estos embarazosos comportamientos pueden provocar escenas bastante peculiares en un campamento piel verde. Los Orcos suelen mirar en otra dirección durante esos momentos, y muchos Orcos Negros directamente hacen ver que ni siquiera se han enterado de que el Chamán está presente. La verdad es que es difícil ignorar los agudos aullidos y exagerados aleteos de un Chamán Orco dándolo todo, pero los endurecidos y serios guerreros de la tribu se esfuerzan lo suyo para hacer ver que "akí no paza ná". No es raro ver a un Chamán Orco saltando y haciendo el mamarracho alrededor de un contrariado (cuando no francamente disgustado) Kaudillo.
Dichas demostraciones de majadería descolocan y hasta producen vergüenza ajena a la mayoría de Orcos, una raza acostumbrada a solventar sus problemas de manera directa y extremadamente violenta. Sin embargo, cualquier Orco sabe de sobras que trae mala suerte (y es peligroso) meterse con un Chamán. No porque el Chamán pueda freírte con los rayos de energía de sus ojos (que también), sino que los pieles verdes tienen la superstición de que Gorko y Morko siempre les están mirando. Es mejor no abusar de un Orco que ha sido bendecido por los dioses, y por tanto el comportamiento extravagante de los Chamanes se tolera con una paciencia de lo más inusual entre estas criaturas (y obviamente, pobre del Goblin al que los Orcos pillen soltando risitas ahogadas al ver las bufonadas de un Chamán).
Los Orcos Zalvajes suelen ser aún más supersticiosos y dados a los rituales, por lo que han de soportar todavía más tonterías por parte de sus Chamanes, incluyendo música de percusión tocada con huesos, danzas con vestidos de plumas, o cánticos y parloteos que superan la barrera de lo ridículo (incluso para un Orco). Sin embargo, teniendo en cuenta que los Chamanes procuran al resto de guerreros de la tribu las poderosas pinturas de guerra mágicas que los protegen, sus rarezas son generalmente aceptadas. Si hay cualquier probabilidad de que la magia de un Chamán funcione, los Orcos Zalvajes están más que dispuestos a hacer la vista gorda con todos sus bailes y cabriolas.
Miniaturas[]
Imágenes[]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (6ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (7ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (8ª Edición), pág. 35.